martes, 21 de agosto de 2018

¡Envidia!, ¡ignorancia!, rigen el universo | El Mundo

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Columnistas

¡Envidia!, ¡ignorancia!, rigen el universo

Autor: Mariluz Uribe


21 agosto de 2018 - 12:02 AM
Era en la India. Imposible dormir, soñar, amanecer, ser una mujer libre de este siglo, considerando las que pasan las mujeres por allá



Bogotá





¿Qué factores rigen el universo? ¿Pregunta difícil de contestar? Respuestas inmediatas: Sexo. Dinero. Ay, bueno hasta sería divertido o interesante, enriquecedor de hacer, bueno para el cuerpo y el bolsillo, así fueran el uno por el otro o lo otro por lo uno, pero creo estos no se gozan pues parecen prevalecer la envidia y la ignorancia.

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En edades antiguas a las mujeres nos estaba prohibido trabajar, aparte de ir por agua al pozo como la samaritana, de cultivar yerbas frutos y flores alrededor de la vivienda, cuidar los bebes que se suponía producíamos solas y por lo tanto éramos tan apreciadas por los antiguos hombres que para mostrar que nos querían y que no nos iban a morder como a un enemigo, inventaron el beso. (Existieron los dentistas antes que los médicos pues la dentadura era el arma) Y nos dieron la mano en vez da la palmada.
No sé si Matusalén estaría con cavidades y caries, pero la comidita de entonces, sin los persevantes, abonos, irrigaciones y fertilizantes que tragamos hoy, seguro aún tendría dientes.
Los animales de sangre roja, como los humanos (regla que no siguieron los caníbales) eran para hacer “sacrificios” a los dioses, no para comérselos. Exageraron un poco, los muy sacrificadores, como con la prueba que hizo Dios a Abraham mandándole que quemara a su hijo Isaac, y el joven mismo subía las chamizas para ser horneado, cuando le volvió la inteligencia a Dios, y le dijo, no m´hijo quémeme un animalito (La sociedad protectora de animales no existía).
Los animales de sangre blanca si eran para comer y allí en el agua conoció Jesús a sus primeros apóstoles y no les dejó hundir la barca, tuvo fe.
Bueno, pues nuestro primer trabajo como mujeres fue prestar el sexo, digo cobrar por esa interesante relación aprendida de los animales. Y cobrar por él a caballeros (sin o con caballos) a veces exigentes dada la extensión de la innervación sexual en su anatomía, más extendida y más densa que la nuestra.
A al fin y al cabo dizque crearon primero a Adán, invento de Dios. Y al poco tiempo Adán reclamó que como así que el oso con su Osa el perro con su Perra, y hasta la sabia serpiente con su sirviente (sic).
Una vez extraída sin anestesia, con el dolor de Adán, su costilla, éste la llamó su media-costilla.
En nuestro reino animal nos dicen que el Oso es más bonito que la osa, ésta se yergue y él está listo para seducirla y gozarla; que el tigre es más bonito que la tigresa, y que más bonito el mico que la mica, etc.
Nada raro, pues los hombres dizque andan al natural y nosotras tenemos que usar el “maquillaje” originado en la trinchera cuando los soldados se cubrían de maquis (malezas) para no ser reconocidos por los enemigos. Guerra 14-18.

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Esconderse tras el MAQUIS para defenderse, nos sirvió para armar lo que llamamos Maquillaje, y que nos organizamos con cremas, polvos, carbones, lápices, colores, sombras, polvos y bueno truquitos.
Son trincheras que nos protegen del amigo no deseado y que pulimos cuando aparece el provocativo, luego cae parte de la trinchera como cuando se pierde una guerra. Pero se puede firmar un tratado de paz y comenzar de nuevo en una trinchera que acepte invitaciones y cambios de método y de tema.
El viernes 3 de agosto pasado vi en el maravilloso Canal Colombia una película hindú, interesante, pero que me impidió dormir. Había visto y oído las cosas que nos suceden a las mujeres en el Mundo y no sólo en esta descreditada y feminicida patria.
Esto era en la India. Imposible dormir, soñar, amanecer, ser una mujer libre de este siglo, considerando las que pasan las mujeres por allá, así les hayan llegado hasta un celular y una tele, con lo que dizque amanecieron convertidas en seres Siglo XXI, envueltas en velos y complaciendo a los hombres, así ellas no reciban placer.
¡No olvido al sabio psiquiatra que dijo que Colombia era un país a orgásmico! A veces esto me hace comprender por qué somo los que somos y estamos donde estamos.

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