México deporta a casi todos los niños que ingresan por su frontera sur
Aunque tiene el marco legal para alojar a los menores que cruzan solos la frontera sur, el Gobierno mexicano los devuelve sistemáticamente, acusa Human Rights Watch
México
Uno de los albergues para niños migrantes ubicados en Chiapas, sur de México. Notimex
Alrededor de la mitad de los niños migrantes que cruzan solos la frontera sur de México huyendo de la violencia desde Centroamérica, son candidatos a una visa humanitaria para permanecer en el país; sin embargo, el Gobierno sólo otorga este beneficio a menos del 1% de los que ingresan, denuncia la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
En un informe embargado al que EL PAÍS tuvo acceso, la organización explica que México ha firmado todos los mecanismos internacionales de ayuda a los niños migrantes, además de contar con la ley de protección a la infancia y, sin embargo, en las estaciones migratorias el procedimiento estándar es deportarlos sin investigar su situación y sin informarles que tienen derecho a solicitar una visa humanitaria.
"Los niños y adolescentes no reciben información sobre sus derechos, o peor, los agentes de migración les recomiendan que mejor no apliquen", advirtió Michael García, asesor jurídico de la organización y autor del informe. Con esto, los agentes se convierten en un filtro que impide a los niños acceder a la visa humanitaria, aunado a los prolongados tiempos que pasan en los centros de detención, lo que los asusta y los hace desistir de su intento de permanecer en el país.
El fenómeno de los niños que migran solos ha crecido dramáticamente en los últimos cuatro años. Según cifras de HRW, en 2012 fueron deportados 5.956 niños y para 2015 la cifra llegó a 28.017. Muchos de ellos salen de sus países buscando una mejor situación económico-social, pero de acuerdo con un estudio de Naciones Unidas de 2014, hasta 48% de los menores centroamericanos no acompañados entrevistados en México declaró estar huyendo de la violencia en sus países, ya que en Centroamérica proliferan los grupos delincuenciales que abusan de los menores, los reclutan contra su voluntad y abusan sexualmente de las niñas.
Las organizaciones internacionales consideran que este factor debe ser suficiente para otorgar a los niños protección internacional, y el marco legal en México lo permite, pero casi ninguno la recibe: en 2015 fueron aprehendidos en México 18.650 menores y sólo se presentaron 128 solicitudes formales de asilo, mientras que sólo 39 pequeños alcanzaron la condición de refugiado.
El número de menores aprehendidos por ingresar sin documentos a EE UU disminuyó 22% en 2015, pero al mismo tiempo, en México fue aprehendido un 70% más, lo que sugiere a Human Rights Watch que México está realizando las detenciones y deportaciones que Estados Unidos dejó de realizar.
En julio de 2014, el presidente de EE UU, Barack Obama se reunió con los presidentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua para tratar esta crisis, y reconoció el plan ‘Frontera Sur’ de México para reforzar los controles de seguridad en esa zona. En diciembre pasado, la ministra de Relaciones Exteriores mexicana, Claudia Ruiz Massieu dijo en Washington que su país está “haciendosu parte” para reducir el flujo de menores migrantes centroamericanos que viajan sin compañía a Estados Unidos. El resultado de estas gestiones ha sido, según el informe de HRW, detener el flujo de migrantes trasladando la responsabilidad del control migratorio a las autoridades mexicanas.
Michael García sostuvo este martes una reunión con Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados para entregarle el Informe, durante la cual ésta se comprometió a definir un protocolo para mejorar la situación de los niños en los centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM), sin embargo, el asesor de HRW lamentó que las soluciones propuestas sean más teorías desconectadas de la práctica. García también ha solicitado reuniones con el INM pero hasta ahora no ha recibido respuesta.
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