“¿No son asesinos quienes lo mataron?”
La madre de David Moreira, golpeado por varios vecinos hasta la muerte, relata cómo era su hijo
FRANCISCO PEREGIL Buenos Aires 12 ABR 2014 - 18:40 CET
David Moreira murió a los 18 años. Fue la primera víctima de la ola de linchamientos que se inició en Argentina hace tres semanas. El sábado 22 de marzo varios vecinos de la ciudad de Rosario lo atraparon cuando, supuestamente, acaba de robar el bolso a una mujer junto a otro joven que logró escapar. “Yo acudí al hospital”, relató su madre, Lorena Torres, al canal TN. “Y a David ya lo estaban operando”. Contó que la cara estaba tan desfigurada a causa de los golpes que el padre solo pudo reconocer al hijo por unas iniciales que llevaba tatuadas en el tobillo con el nombre de sus hermanos. Falleció tres días después a causa de los golpes que recibió en la cabeza. Su madre publicó una carta en la revista La Garganta Poderosa donde describe a su hijo. A continuación reproducimos un extracto:
“Nació el 4 de enero de 1996, en el Hospital Centenario de Rosario. Era hermoso, de pelito negro y de piel blanquita, un principito según todos. Creció en un hogar humilde, pero a su lado tenía a quienes lo amaban de verdad, como su adorada tía Anabel, que le enseñó a caminar. Era tímido, se ponía colorado y sentía mucha vergüenza cuando alguien le decía lo lindo que era. Dejó amigos por toda la ciudad, que hoy en día van cayendo en mi casa para consolarme, a medida que se van enterando de la triste noticia.
Tuvo tres hermanos más: Micaela, Elías y Tomás. Los adoraba. Los vivía aconsejando, como hacía su papá, que es vendedor ambulante y a veces no estaba en todo el día, por lo que David era para ellos un segundo papá. Después de dos años, debió abandonar la secundaria para ayudar a esos hermanos. Y yo me enojé muchísimo con él, pero su decisión era que no les faltara nada. Entonces, empezó a trabajar como albañil y también en una fábrica de calzado con su tío Gastón, a quien quería tanto...
David era mi compañero, tomábamos mate juntos y, si salía hasta tarde, me avisaba, o nos llamábamos continuamente. De hecho, ese día fatal estuvo conmigo. Me dio su billetera con lo que había cobrado, y me dijo: "Poné la pava [recipiente para calentar el agua] ya vengo, y si necesitás algo, sacá".
No llegaba. Salí a esperarlo afuera, pero no estaba. Lo esperé. No me llamaba. No lo podía encontrar por ningún lado, y sus amigos tampoco lo habían visto (…) Jamás imaginé verlo así... Mi marido lo reconoció por un tatuaje que se hizo en el tobillo cuando cumplió 18 años, con las iniciales de sus hermanos. Y así, se me fue un ángel de la peor manera, un chico al que le encantaba ayudar a todos, conocidos o no. No sabía decir no y, si veía a alguien sin zapatillas, era capaz de sacarse las suyas para dárselas... Por eso, opté por donar sus órganos: para que siguiera ayudando, a siete personas de la lista de espera. Pues él lo hubiera querido así.
Se fue mi mano derecha, mi David querido, pero hay muchos David que pueden ser asesinados o maltratados. Y eso no puede ser así de ningún modo, así sean culpables o inocentes del delito que se los esté acusando. ¿O acaso esas personas enfurecidas que lo mataron a golpes y patadas de la peor manera, como si fuese un animal, no son culpables?
Ahora, ya nadie podrá devolverme a mi hijo, pero encima pareciera ser que quienes lo mataron no son asesinos. ¿No lo son? Por favor, que esto no ocurra nunca más y que la Justicia esté en manos de quienes deben garantizarla”.
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La madre de David Moreira, golpeado por varios vecinos hasta la muerte, relata cómo era su hijo, de solo 18 años
a estas alturas de la civilización y los internautas sueltos en un mundo globalizado, la pretensión de la clase política argentina es un "algo" que atrasa y mucho... twitter no resuelve ningún problema, y facebook tampoco, por ende, por más que se reciten irrealidades que no se corresponden con las de la calle, las realidades siguen atropellando a las personas en su condición de ciudadanos, haciéndoles saber que la justicia en la argentina, se caracteriza por se inoperante, dependiente del poder político, e injusta en esencia... lo cual mata a la justicia antes de cualquier veredicto, y como ejemplo, puede asumirse el caso de Marita Verón que, ante la creciente indignación social, obligó a la política a revisar un veredicto inmoral contrario a la víctima, lo cual es aberrante... y aunque el fallo se haya dado vuelta, lo hecho... hecho está, y la vergüenza no te la quita nadie...
ARGENTINA padeció a la triple A... y fue una vergüenza para la historia argentina y para el propio peronismo gestor, pero nadie se dio por aludido...
ARGENTINA padeció a los montoneros y al erp... que representaron en conjunto una vergüenza para la historia argentina y para el propio peronismo gestor y escudo, pero nadie se dio por aludido...
ARGENTINO padeció a una clase militar devenida en representante divina de algún Dios de finalidades extraviadas, simil-nazi, simil-escuela de las américas, simil-barbarie del balcón europeo, y dicha clase militar se asoció con la eclesiástica para asesinar ideas, confundiéndolas con ideologías, atropellando derechos a troche y moche, y encima tratando de explicar lo inexplicable...
durante la década infame, ARGENTINA padeció el desmantelamiento del país, por pedido de los intereses del imperio enloquecido, y junto con ello comenzó a asistir a la introducción de las redes de narcotráfico, y de trata de personas, todo ello dependiente de negocios del propio imperio... nadie se dio por aludido...
durante el nuevo siglo/milenio, ARGENTINA viene padeciendo un estado que habla de realidades lejanas a las gentes que se esfuerzan por sobrevivir, asistiendo a un atropello sistemático desde la justicia injusta, asistiendo a un atropello sistemático desde las autoridades políticas que asociándose con el paisaje mundial, han dado lugar a un estado ausente, siempre ausente, siempre negador, siempre huidor de responsabilidades, siempre salteador de compromisos... dando forma a una ARGENTINA que, hoy por hoy, no tiene futuro alguno, mal que le pese a quien sea, ya que un tercio de la población del país ha aprendido a sobrevivir sin trabajar, sea por subsidio o sea por su integración a las mafias que aportan a las cajas negras del estado ausente...
la sociedad argentina, la verdadera, la de la calle, la que sostiene al país con su esfuerzo, se ha visto una vez más avasallada en sus derechos... y hoy, a muchos años del regreso de la democracia, ARGENTINA está huérfana de estado, huérfana de representantes políticos que hagan algo por las gentes, huérfana de derechos y de estado de derecho, y nuevamente atropellada por las circunstancias fabricadas por funcionarios que defienden la estrategia de las barras bravas del fútbol, que amparan otros lavados del narcotráfico y la liberación de zonas y fronteras, repitiendo algunas tragedias ya vividas en los tristes años de la última dictadura militar, y también durante los trágicos años de las infamias de los noventa...
una vez más, el columpio argentino se debate entre los extremos... la sociedad está harta de la justicia injusta, tanto como está harta de las caras de feliz cumpleaños de los funcionarios que componen la corrupción implícita en el estado ausente... traducido, nadie se chupa el dedo... la oposiciñon da pena, tanto como el oficialismo, o lo que es lo mismo, ya nada es creíble, que es lo peor que puede suceder en un estado... reina la inseguridad, y asistir a la policía es como ir a colocar la cabeza dentro de la boca de un cocodrilo... en las calles de ARGENTINA, hoy reina el espíritu de las tumbas carcelarias... algo que haría morir de vergüenza a cualquier prócer, desde MORENO para aquí... asumiendo que el fue la primera víctima de las traiciones anunciadas ya en 1810...
una sociedad que no se retroalimenta de cultura y conocimientos, tarde o temprano termina devorándose a sí misma... sucede en Venezuela... sucede en Cuba... sucede en Colombia... sucede en México... sucede en Brasil... sucede en Perú... sucede en Bolivia... por consiguiente, es utópico creer que eso no se repetirá, y de hecho lo hace, en ARGENTINA... en toda AMÉRICA latina reina el narco y asociados... al amparo y bajo la protección de estados políticos ausentes, y de una clase política impresentable en esencia... una clase política que intenta contar un cuento de hadas a gentes atrapadas en realidades que nada tiene que ver con las hadas, pero sí con una pésima película de terror, y encima rodeados por ignorantes (barras bravas y otros equivalentes) que entienden que pueden ser dueños de las veredas, alienando el estado de derecho con la ayuda de los propios políticos miopes y negligentes...
pero como en todo curso de acontecimientos, la sociedad es esponja hasta que deja de serlo, o lo que es lo mismo, la sociedad soporta hasta que se satura, y cuando se satura ya no hay regreso alguno... y en dicho punto estamos... la sociedad argentina está librada a su suerte por un estado que sabe de atropelladas pero desconoce las responsabilidades, y todo indica que la situación empeorará, dado que muchos funcionarios elevan la apuesta sacando las hordas salvajes de los clubes de fútbol a las calles, intentando imponer miedos mediante robos dirigidos y asesinatos orquestados... y ello es la resultante de que nada es creíble...
conclusión: matar a un asesino es serlo... es tan ignorante el que roba y mata como el que mata al que roba y mata... y en este juego del "ojo por ojo", la sociedad argentina, comenzando por la clase política responsable y directamente involucrada, camina en dirección al reino de los ciegos... ABRIL 13, 2014.-
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