Exposición de la SENADORA MARÍA EUGENIA ESTENSSORO referida al tema AEROLÍNEAS ARGENTINAS:Sra. Presidente (Negre de Alonso). — Tiene la palabra la senadora Estenssoro.
Sra. Estenssoro. — Señora presidenta: después de seguir este largo debate —y el
senador Filmus se anticipó a esta idea que quería expresar—, me alegro de que
podamos decir que tenemos muchas coincidencias. Por supuesto, estamos de acuerdo
con lo sustantivo: tenemos que reestatizar Aerolíneas Argentinas y Austral porque el
Estado tiene que garantizar el servicio público aerocomercial.
Quiero dejar en claro que la Coalición Cívica cree —y esto es lo que dice
nuestro proyecto— que Aerolíneas y Austral tienen que ser reestatizadas y formar una
empresa estatal. Tienen que ser parte de una empresa estatal; que esto quede bien claro.
También, a lo largo de este rico debate, me parece que nos hemos puesto de
acuerdo respecto de otros aspectos muy importantes. Entonces, tal vez, en la hora o dos que quedan hasta que votemos, podríamos acercar las posiciones en lugar de
enfrentarnos, y así encontrar un proyecto de ley de consenso que permita solucionar
exitosamente el problema de Aerolíneas Argentinas.
¿En qué estamos de acuerdo? En la necesidad de que el Estado nacional
garantice el servicio público aerocomercial. Estamos de acuerdo —como dije— en la
necesidad de reestatizar Aerolíneas Argentinas y Austral, así como en preservar la
frecuencia, los vuelos y las rutas; más que nada, en que no pare ni un sólo día. En esto 3 de septiembre de 2008 Versión provisional - Sesión ordinaria Pág. 100
estamos de acuerdo. También, estamos de acuerdo con que se preserve la fuente de
trabajo; también, las marcas Aerolíneas Argentinas y Austral, por su historia y por el valor afectivo que tienen para muchísimos argentinos. Hasta aquí las coincidencias.
Estamos de acuerdo con el qué, con lo sustantivo.
En lo que no estamos de acuerdo muchos de nosotros respecto del proyecto
oficial es con el cómo. No es un detalle, porque de cómo rescatemos y reestaticemos
Aerolíneas Argentinas y Austral va a depender el resultado final.
El deseo no sólo del senador Martínez sino el de todos nosotros es que la
Argentina tenga una aerolínea de bandera estatal que funcione eficientemente y que
vuelva a conectar al país no sólo como lo hacía en los años 80 sino que, además, pueda brindar más servicios y más vuelos.
— Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1/ del H.
Senado, señor senador Marino.
Sra. Estenssoro. — Ahora bien, ¿por qué digo que el “cómo” es tan importante como
el “qué”? En primer lugar, porque no estamos de acuerdo de ningún modo con que para
reestatizar Aerolíneas Argentinas tengamos que comprar las acciones de ARSA y de
Austral Cielos del Sur. Esto sería muy grave —no me voy a extender en este punto,
porque ya se habló al respecto— porque sería comprar el pasivo, no sólo las deudas
sino también todos los litigios que pesan sobre esta empresa.
Tampoco estamos de acuerdo con mirar para otro lado; con decir que vamos a
poder pagar los 890 millones de dólares de pasivo así como todos los perjuicios y daños a los actuales accionistas; tampoco, con que además va a quedar plata para invertir en la compañía. No se puede hacer todo a la vez. Entonces, si el Estado nacional decide que va a pagar también todo el pasivo de Aerolíneas Argentinas, ¿con qué plata vamos a relanzar y expandir la compañía? Tengamos en cuenta que Aerolíneas está trabajando a muy poca capacidad. Si el gobierno —como creen los senadores del oficialismo— dice que no va a pagar un peso por Aerolíneas Argentinas ni un dólar de su deuda y de sus pasivos, ¿por qué no está establecido claramente en el texto y en los fundamentos del proyecto de ley?
Además, si el método de valuación de la empresa no será el de fondos futuros de
caja, ¿por qué no queda claro en el proyecto de ley y en sus fundamentos? ¿No será
—como dijo el señor Muñoz, director de Aerolíneas Argentinas por el grupo Marsans
en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Infraestructura,
Vivienda y Transporte— que el gobierno no va a poner un peso ahora? No es lo que
acordaron en las reuniones ni en el acta que firmaron el secretario Ricardo Jaime y el ministro Julio De Vido. Pero ¿lo dicen ahora para que este Senado apruebe este
proyecto de ley sin problemas? No podemos eludir estas preguntas. ¿Por qué, si el
Estado nacional no va a pagar un peso, no lo dicen en el acta y en el proyecto de ley?. Por otro lado, no estamos de acuerdo con votar este proyecto de ley con los ojos vendados, haciendo la vista gorda a las enormes irregularidades contables, financieras y de todo tipo que ha cometido aparentemente este grupo empresario. Si bien en los fundamentos del proyecto de ley se detallan claramente estas anomalías y en la parte dispositiva no hay ningún artículo que indique al gobierno nacional que proceda con las acciones judiciales necesarias.
Es importante que se cree la comisión investigadora, pero va a llevar tiempo. El
gobierno ya tendría que haberlo hecho. Además, hoy, podríamos dar la orden de que se
3 de septiembre de 2008 Versión provisional - Sesión ordinaria Pág. 101 comenzaran a investigar las irregularidades que se han escrito en los fundamentos del proyecto de ley y hemos escuchado en las audiencias. Cuando escuchamos a los funcionarios, a los gremialistas, y a quienes fueron síndicos y directores por el programa de propiedad participada, más que de política de Estado parece que estamos hablando de política criminal. Se los digo con total sinceridad; uno necesita ser detective y abogado para ver quién dice la verdad, quién tiene razón y qué pasó. Eso tiene que estar en la Justicia.
Tampoco estamos de acuerdo —y no es menor— con que votemos iniciar una
transacción de compra de una empresa sin información; no es serio. Ese no es el país en serio del que hablaba Néstor Kirchner en 2003.
A diferencia de lo que pasó en la Cámara de Diputados, nosotros tuvimos la
oportunidad de recibir información más reciente de la Auditoría General de la Nación,
que dijo que esta empresa, que brinda un servicio público esencial, no tiene balance de 2007 cerrado y auditado. No sabemos qué pasó realmente en esta empresa. La última
cifra auditada, que ni siquiera es confiable, porque esos balances también están bajo
sospecha, es de finales de 2006. Por otra parte, entre los borradores que se entregaron a la Auditoría General de la Nación, tampoco hay información muy clara y fehaciente sobre los primeros nueve meses de este año. Entonces, ¿qué estamos comprando?
La Auditoría General de la Nación pidió los balances de 2001 a 2006 y en un
mes no los recibió. Se ve que no hay mucha voluntad por parte la empresa —que desde
hace más de un mes es gerenciada por el gobierno nacional— de facilitar la
información. Esos balances son fáciles de conseguir. ¿Cómo no se los dieron en 24 ó 48 horas? El Tribunal de Tasación nos dijo que ellos sí tuvieron acceso a esos balances, no sé si en forma oficial o extraoficial, y que ya estiman que hay un 30 por ciento de inflación de los activos. ¿Alguno de ustedes —y se los digo de corazón—tomaría la decisión de comprar una empresa de esta envergadura sin información, a ciegas?
Les doy un ejemplo. Antes de la sesión, me llegó una información —me tuve
que ausentar porque la estaba tratando de confirmar— sobre una transferencia bancaria.
Se trata de la transferencia realizada desde la cuenta Nº 36966309 que tiene Aerolíneas Argentinas en el Citibank de Nueva York, Sucursal 940. Esta es una transferencia que se realizó el 23 de julio de 2008 por 755.905 dólares a la cuenta de Spain Air S.A. al Banco Bilbao Vizcaya en Madrid. He podido confirmar que la cuenta es de Aerolíneas Argentinas. No puedo confirmar que lo que dice esta copia de transacción por Internet, que son los papeles que se usan hoy en día, realmente refleje esta operación. La cuenta existe. Spain Air es un acreedor de Aerolíneas Argentinas. ARSA le debe 40 millones de pesos. Podría ser que se esté pagando deuda con los fondos que nosotros estamos poniendo para que la empresa funcione. Entonces, ¿qué es esto? Voy a elevar este documento a la Auditoría General de la Nación para que esto se investigue, pero puedo decir que la cuenta es de Aerolíneas Argentinas.
¿Podemos tomar una decisión cuando todavía da la sensación de que los funcionarios que están gerenciando la empresa ven qué pasa con las cuentas bancarias,al menos las internacionales; cuando todavía los españoles que siguen en la empresa están haciendo movimientos financieros? Todo esto lo deberíamos saber antes de tomar
la decisión, porque si no más que una transacción de compraventa, deberíamos hacer
acciones judiciales. Me parece que esto asemeja más a algo de ese tipo.
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Mi propuesta es por qué no recabamos primero la información y, después,tomamos la decisión. El Congreso toma la decisión sobre cuál es la mejor transacción que puede hacer el gobierno, el Poder Ejecutivo, en este caso. Ese es el verdadero rol del Senado: el de contralor. El Poder Ejecutivo propone algo, pero nosotros podemos
decir: “De esta manera no, porque queremos un buen resultado. Coincidimos con el
objetivo, pero la metodología es equivocada.” Creo que los senadores del oficialismo,
tal vez, tienen que considerar estas cosas, porque el resultado de todo esto va a
depender de que votemos con información y no a ciegas.
Por otra parte, creo que invocar la emergencia y la urgencia para decir que no hay tiempo, que no podemos investigar antes de votar esto, no corresponde. Tenemos que hacerlo. No podemos parar la empresa ni un día. La empresa puede seguir trabajando si la presidenta Cristina Kirchner se compromete con los trabajadores en público, como se ha hecho en privado, en el sentido de que la empresa no se va a privatizar; de que las fuentes de trabajo se van a preservar; de que Aerolíneas Argentinas y Austral van a seguir operando normalmente mientras se tramitan las investigaciones judiciales. Mientras tanto, el Estado se hace cargo, como se hizo cargo del gerenciamiento.
La urgencia y la emergencia siempre se utilizan como excusas para que los
funcionarios públicos no cumplan con las normas y con la ley; con los procedimientos.
Y sabemos cuáles han sido los resultados de ese tipo de proceder en la Argentina
Esta reestatización apresurada —de la peor manera, para mí— es un capítulo
más de la vieja historia de la Argentina, donde las ganancias son siempre privadas pero las pérdidas las tenemos que pagar entre todos por la urgencia y por la crisis. Lo digo en serio; lo pienso de verdad. He meditado mucho sobre estas cosas. ¿Vamos a permitir que esto vuelva a ocurrir? Algunos llaman a esto el “Estado bobo”, pero no es un Estado bobo: es un estado cómplice. Es un Estado cómplice en el que funcionarios públicos, en complicidad con empresarios —muchos de ellos, que manejan empresas de servicios públicos o que son concesionarios de concesiones del Estado— utilizan fondos públicos en maniobras no muy claras.
Todos tenemos el sueño nacional de desarrollo con justicia social, con verdad y
con transparencia, pero el desmanejo de la cosa pública ha llevado a que no solamente
haya colapsado la Aerolíneas Argentinas de los años 50 sino el conjunto de la sociedad, el país entero. ¿Por qué? Porque siempre, por el apuro, no podemos respetar la ley y tenemos que hacer la vista gorda a todo tipo de irregularidades. Ese es el capitalismo y el estatismo de amigos que supimos conseguir, que no es reciente sino de la década del 90. Es de la década del 90, pero también de la del 70 y de la del 80, cada uno con su discurso ideológico diferente, pero siempre con la misma matriz. Es también el estatismo y el capitalismo de amigos del año 2000; y voy a dar un ejemplo.
Veamos qué pasó con LAPSA, la empresa aerocomercial estatal que se creó el
21 de mayo de 2003. La senadora Sonia Escudero, con mucha prudencia y
responsabilidad, le preguntó esto al secretario Jaime, y él le dijo que ya estaba en
proceso de liquidación, como si tal cosa. Esta empresa se creó para evitar que los
empleados de LAPA y de Dinar perdieran sus fuentes de trabajo, pero también —y esto
hay que decirlo— para que los dueños de esas empresas, entre ellos, el empresario
Deutsch —que ahora está ante la Justicia por el trágico accidente de LAPA— y,
también, el señor Eurnekian no tuvieran que pagar deudas millonarias por
indemnizaciones laborales. No era solamente rescatar a los empleados; también a los
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empresarios. Un año después, se sumó Southern Winds para rescatar a los empleados,
pero también a los empresarios: los hermanos Maggio y también el señor Ernekian,
concesionario de Aeropuertos 2000.
¿Qué decía el presidente Kirchner de esta nueva empresa estatal para este nuevo
período que todos esperábamos fuera diferente? Dijo el presidente Kirchner el 3 de
septiembre de 2003 en la Casa Rosada: Con mucha fe vemos este acuerdo de trabajo
empresarial conjunto entre la empresa Southern Winds y LAFSA. Apostamos
fuertemente a los resultados. Sabemos que los escépticos van a estar esperando que
fracase, pero nosotros estamos convencidos de la calidad empresaria y de la calidad de los trabajadores para que esto pueda funcionar como corresponda.
Acuérdense de que el secretario Jaime dijo "en proceso de liquidación".
¿Qué más decía el presidente Néstor Kirchner?: Por eso creo que hay tres cuestiones
fundamentales que hoy quedan en claro; queremos que a todas las líneas aéreas que
funcionan en la Argentina les vaya bien, pero no queremos monopolios. No sirve el
monopolio, queremos competencia, queremos riesgo, queremos realmente que el
espacio y el sector tengan la capacidad de recrearse a sí mismos para poder crecer y
ofrecer mejores servicios.
Eso se dijo hace cinco años, pero nada de ello ocurrió. ¿Alguien se va a hacer
cargo de eso, o vamos a seguir hablando solamente de la década del 90? Tenemos que
hablar de ello; y seguramente muchos de ustedes también, porque fueron senadores y
diputados del bloque oficialista durante esa década.
Por lo tanto, hablemos de lo que está sucediendo ahora, es decir, de que esta
empresa estatal aparentemente no dio los resultados esperados porque está en proceso
de liquidación. Tuvo un presupuesto anual de 120 millones, y los empleados ganaban,
entre sueldo y viáticos, aproximadamente 9 mil pesos por mes.
Podría decirse "Bueno, está en proceso de liquidación; y no pasa nada". Pero a
esta empresa le habían asignado rutas para viajar a Puerto Madryn, Río Gallegos y
Ushuaia; y hubiera sido realmente útil para conectar Tierra del Fuego con el resto del país. También llegaba a El Calafate, Comodoro Rivadavia, Bariloche, Iguazú, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan y Bahía Blanca. Pero nunca voló; nunca tuvo un solo avión. Pero sí un presupuesto de 120 millones de pesos.
Curiosamente, ¿cuál fue la actitud del secretario Jaime? Un artículo del diario
Clarín del 28 de mayo de 2004, dice: Los trayectos que recibió LAFSA habían sido
pedidos en la audiencia pública que tuvo lugar a fines de 2003, pese a que la Junta
Asesora del Transporte Aéreo solo se pronunció a favor de otorgar permisos para
algunos destinos.
Eso es lo que dice el Código Aeronáutico que esta Junta tiene que definir. Pero
el titular de Transporte, Ricardo Jaime, le entregó a LAFSA todas las rutas, actuando
más como un zar que como el secretario de un país republicano en el que hay que
respetar la ley.
Con relación al secretario Jaime quiero decir algo más; y no lo hago por una
animosidad personal contra él sino porque creo que hubo demasiadas irregularidades en
el área de la Secretaría de Transporte en los últimos años, para que nos tapemos la vista y votemos este proyecto de ley como si contáramos con alguien idóneo que asegurará que este proceso —que nos costará mucho dinero— llegará a buen destino.
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Leeré un intercambio de cartas entre el CEO —el gerente máximo— de Aerolíneas Argentinas, el señor Meliá, y el secretario de Transporte, a quien en los
últimos meses de este año le consultaba todo, desde temas vinculados con la operación
hasta qué hacer con los recursos humanos. Por lo tanto, cuando Jaime dice que no tenía ninguna injerencia en el funcionamiento interno de Aerolíneas Argentinas, noes verdad.
Por ejemplo, leeré una nota en la que se lo consultaba acerca de qué hacer con
unos pilotos.
El 28 de marzo de este año, Enrique Meliá le informa al secretario de
Transporte: “Daré expresas indicaciones a la Gerencia de Operaciones de esta empresa
para que se dé estricto cumplimiento a las sentencias judiciales obligacionales recaídas sobre esta compañía, y para lo cual ya lo ilustrara con la nota del día de ayer.
Adicionalmente, y habiendo observado que entre el cuerpo de pilotos de Aerolíneas
Argentinas se encuentran aproximadamente diecisiete profesionales sin prestar tareas y sin que medien razones legales para ello, estoy instruyendo por separado a efectos de que se les dé efectiva labor como pilotos, ya que mientras esto ha sucedido, se han contratado a más de cien pilotos, lo que tanto los damnificados como esa autoridad han podido comprobar.”
En una carta del mismo día y sobre el mismo tema, dice: "En efecto, por
controversias internas ocurridas entre el cuerpo de pilotos, la empresa se ha venido
haciendo eco de voluntades de aproximadamente cuarenta pilotos que, ante graves
presiones de diversa índole promovidas por el gremio de pilotos —APLA—, se vieron
obligados a alejarse de la compañía. Esta, en lugar de retenerlos por su aprobada
capacidad técnica, los ha alentado mediante el ofrecimiento de sumas dinerarias
extraordinarias a abandonar la misma. Todo esto, con el único motivo de deshacerse de
un grupo de pilotos altamente experimentados, no concordante con las actitudes del
gremio de APLA. Esto ha generado, entre nuestra población de trabajadores, profundas
escisiones y resistencias a expresar libremente sus ideas. Este comportamiento no sólo no lo comparto, sino que lo considero indigno, siendo necesario revertirlo para
recuperar la credibilidad y la armonía entre los empleados".
¿Qué contestó Jaime a esta decisión que tomó la empresa de reincorporar a
pilotos que fueron separados y que un fallo judicial dijo que tenían que ser
reincorporados y asignárseles tareas por estar de algún modo discriminados?
El secretario Jaime y el administrador nacional de la Aviación Civil, el señor
Gabrielli, contestaron: "Ajustándonos a estrictas razones de seguridad [no se qué habrán querido decir] solicitamos en nuestro carácter de autoridad responsable en la materia suspender toda medida que modifique o implique una alteración en las actuales
estructuras del personal afectado a los servicios de transporte aerocomercial".
Es decir, están pidiendo que se desoiga un fallo judicial. ¿Este es el señor que
está a cargo de la regulación y el control del servicio aerocomercial de nuestro país?. ¿Esta es la persona que puede asegurar que el rescate y la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Austral será exitosa?
Creo, al igual que la mayoría de los senadores y senadoras presentes, en el rol
del Estado. Por eso estoy ocupando esta banca y por eso le dedico, al igual que el resto de mis colegas, muchísimas horas a este trabajo. Creo en el rol del Estado como garante de la ley y del desarrollo de nuestro país. Pero, para eso, necesitamos un Estado serio, 3 de septiembre de 2008 Versión provisional - Sesión ordinaria Pág. 105 transparente y responsable, que no sea improvisado ni tome decisiones a ciegas y sin información.
Por eso, nuestro voto será negativo: porque creemos que deberíamos tener más
información antes de tomar estas medidas.
También quiero decir que el Estado responsable y el país que queremos no se va
a materializar ni será una realidad con discursos sino cuando dejemos trabajar
seriamente a los organismos de control del Estado.
Y aquí me quiero referir a algo que me preocupa mucho. El 27 de agosto
vinieron, como dije, los miembros de la Auditoría General de la Nación, quienes
brindaron la información vinculada no solamente a la falta de balances sino también a
esta situación contable muy rara de la empresa, que en julio había informado que tenía un patrimonio neto positivo de 50 millones y veinte días después uno negativo en 100 millones.
El presidente de la Auditoría General de la Nación dijo: "La dificultad concreta
que se nos presenta con respecto al balance 2007 se agiganta en la medida en que los
papeles originarios que recibimos como borradores —no hablo de nada auditado—
darían para la empresa un patrimonio neto positivo de alrededor de 50 millones. Ahora, los últimos papeles que hemos recibido —estoy hablando de borradores— darían un patrimonio neto negativo de aproximadamente 100 millones".
Esto fue corroborado por el auditor Fernández, en su intervención, quien
confirmó esta contradicción y dijo: "En un solo mes la empresa que audita Aerolíneas
Argentinas —Price Waterhouse—en la versión anterior, que data de hace un mes, nos
dio un patrimonio neto de 56.904.426 pesos, sumadas Aerolíneas Argentinas y Austral;
y en agosto, un borrador de la versión de los estados contables de la misma empresa
—siempre hablando de versión borrador— nos dio un patrimonio neto negativo de
102.570.686 pesos. Sumados los montos, el patrimonio negativo sería de 159.475.112
pesos.
El auditor Fólica confirmó esa información. Curiosamente, al día siguiente un
comunicado de la agencia oficial Télam decía que los integrantes del Colegio de
Auditores de la Auditoría General de la Nación consideraban improcedentes las
declaraciones formuladas ayer por el titular de ese organismo Leandro Despouy, al
afirmar que sobre el estado patrimonial de Aerolíneas Argentinas y Austral se les
entregó información con contradicciones. Pero eso no solamente lo dijo Despouy, sino
que lo dijeron también los auditores del oficialismo, como por ejemplo el señor
Fernández. También estaba presente el auditor Oscar Lamberto.
De cualquier manera, ellos firmaron esto, diciendo que eran improcedentes las
declaraciones del presidente de la AGN. ¿Estamos ante presiones políticas? ¿Se busca
presionar a los auditores para que no den la información y nosotros tomemos decisiones cuando ellos tienen información importantísima para nuestra votación...
Sr. Presidente (Marino). — El señor senador Fernández le solicita una interrupción,
¿se la concede?
Sra. Estenssoro. — Ya termino; un momento, por favor.
Cuando leí este cable de la agencia Télam realmente pensé lo siguiente: nosotros
tenemos nuestra confianza depositada en la Auditoría General de la Nación y en el
Tribunal de Tasaciones como órganos imparciales, técnicos y serios que realmente van
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a dar una valuación justa sobre esta empresa. Si hay presiones, eso no va a ocurrir. Así, vamos a seguir no con un Estado bobo, sino con un Estado cómplice. Por eso traigo esto a colación.
Ahora sí le concedo la interrupción al señor senador Fernández.
Sr. Fernández. — Señora senadora: con el debido respeto le digo que la Auditoría
General de la Nación es un órgano de consulta del Congreso y, además, en el
Parlamento funciona la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas de la
Administración que preside quien está hablando y que está integrada por su
vicepresidente, el señor diputado Nieva, y por senadores y diputados de la Unión Cívica Radical y de otros sectores políticos.
La Auditoría General de la Nación, en la cual nosotros también creemos porque,
al igual que usted, yo no creo en un Estado bobo —por tenerlo así nos fue—, cómplice
o ciego —como señaló usted—, tiene, por imperativo de la Comisión Parlamentaria
Mixta, un objeto de auditoría y debe presentar un plan en tal sentido.
Nosotros nos reunimos mañana extraordinariamente para aprobar ese plan de
auditoría que deben llevar a cabo, independientemente de declamar algún grado de
dificultad en la tarea que tienen a su cargo. Usted lo sabe muy bien: cualquier auditor privado tiene que cumplir con la finalidad de la auditoría, por lo cual deberán recurrir y pedir auxilio al Parlamento nacional para contar con todos los elementos necesarios.
Por lo tanto, poner en tela de juicio el funcionamiento de la Auditoría General
de la Nación o señalar que puede existir presión sobre ese órgano es, de alguna manera, poner en tela de juicio a la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas de la Administración. Y de ese modo usted está poniendo en tela de juicio el funcionamiento del Congreso, lo que independientemente de su preocupación es una falta de respeto institucional.
Nosotros hemos consensuado el plan de auditoría. Más aún, los diez puntos que
lo conforman fueron acordados por consenso unánime. El oficialismo incorporó dos
puntos más a los que planteó la oposición, por lo que los diez puntos de auditoría
recogen la preocupación del Parlamento nacional, donde —al igual que lo señaló
usted— existe absoluta certeza de que lo que tengamos que hacer se lo debe exhibir
ante la sociedad, no como se hicieron antes cosas non sanctas.
Concretamente, queremos que la discusión sea sobre elementos objetivos; y si
los miembros de la Auditoría no cumplen con el plan que les dio el Parlamento estarán, en definitiva, incumpliendo con los deberes de funcionario y tendremos en tal caso otro tipo de discusión. Pero la Auditoría General de la Nación no funciona bajo presión; de hecho, la preside una persona que no es de nuestra misma extracción política y el resto de sus componentes pertenecen a distintas facciones políticas.
Hago esta aclaración, porque si no decimos todo esto “doña Rosa” —como decían algunos que también hablaban del Estado y de la democracia— puede pensar
que nosotros somos una especie de partícipes necesarios de una maniobra que no
queremos convalidar.
Indudablemente, nos preocupa el cabotaje, la línea de bandera, la integración de
la Argentina, los puestos de trabajo y tenemos la misma preocupación que usted, señora senadora, para que se ponga blanco sobre negro, para que la Comisión Investigadora 3 de septiembre de 2008 Versión provisional - Sesión ordinaria Pág. 107
analice todo y para que la Auditoría General de la Nación cumpla con la razón para la
cual fue nombrada y por la cual sus miembros cobran importantes sueldos.
Sr. Presidente (Marino). —Tiene la palabra la señora senadora Estenssoro.
Sra. Estenssoro. — En realidad, yo no estaba echando ningún manto de sospecha sobre
la Auditoría General de la Nación. Por el contrario, tengo toda mi esperanza y mi
confianza depositada en ese organismo y en el Tribunal de Tasaciones; así lo acabo de
decir.
Lo que sí me sorprende es que auditores que estuvieron en la audiencia, en la
reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Infraestructura,
Vivienda y Transporte, dieron una información —al igual que el señor Despouy— y,
después, al unísono —y el auditor Fernández con muchísimo más detalle de números—,
salieron a desdecir al presidente de la Auditoría. Entonces, quienes están desacreditando y sembrando esta desconfianza son ellos; no yo. Por el contrario, yo estoy diciendo que espero que estas cosas no pasen más, para que podamos tener un diálogo abierto con los auditores, que es lo que corresponde.
Finalmente, para terminar, quiero volver a decir que nosotros no vamos a
aprobar un proyecto que estamos seguros de que es un blanqueo al accionar del grupo
Marsans; y que también intenta blanquear las irregularidades que se cometen
permanentemente en la Secretaría de Transporte de este gobierno.
Creo profundamente que si no se cambia la matriz de improvisación y de
manejos turbios con fondos públicos, no vamos a ver realizado ese sueño que decía el
senador Calcagno y Maillman al inicio de esta sesión, en el sentido de que Aerolíneas
Argentinas y Austral vuelvan a volar y que despeguen. Y que no solamente ocurra con
las líneas aéreas sino también con nuestra sociedad y nuestro país, que tampoco va a
despegar ni se va a poner de pie como queremos si malgastamos los fondos públicos, si
no sancionamos a los empresarios que cometen delitos económicos y financieros, si no
apartamos a los funcionarios que son cómplices de esos empresarios.
De no proceder de este modo, vamos a seguir en la misma situación de las
últimas décadas y creo que los argentinos tienen sus esperanzas puestas en nosotros; y nuestra oportunidad es votar con información y responsablemente.
Senadora MARÍA EUGENIA ESTENSSORO
Sus expresiones me han llevado a transmitirle estas reflexiones que van en dos secciones:
PRIMERA SECCIÓN
Mi estimada Senadora: no le escapa a Usted y tampoco a sus colegas de pensamiento y convicción que todo esto es una verdadera payasada y realmente lamento usar dicho término, pero entiendo que no le cabe otro distinto. La escuché y atendí las exposiciones de otros. No hay más comentarios que hacer. Entiendo, desde mi humilde posición ciudadana que todo está sobre la mesa y sólo puede ser omitido por aquel que no lo quiera ver.
Hubiese querido estar colaborando con propuestas renovadoras y proactivas pero es indudable que no es ésta la intención del PODER EJECUTIVO y sus funcionarios.
AEROLÍNEAS ARGENTINAS es un atropello a la sociedad toda, uno más.
No hace falta ser un genio para comprender que Usted (ESTADO ARGENTINO) privatiza antojadizamente algo durante el Gobierno de Menem luego de rechazar un proyecto coherente como el de asociación con la SAS (creo que pertenecía a la autoría de Terragno). Eso fue un acto incoherente que pasó de largo en la etapa de la frivolidad de los noventa y la sociedad no lo vió…
Llegado este nuevo comando FPV aparecieron mejores versiones, más depredatorias y ejercieron esa peculiar suerte que la sociedad argentina no se mete en nada que la comprometa y así nos fue: entregamos una empresa con estructura operativa y nos han regresado una deuda con forma de sello de goma y encima la deuda la asumimos nosotros. Difícil no intuir o vislumbrar otro negociado donde las partes se participan las eventuales pérdidas.
¿Acaso no era más fácil decretar la quiebra y crear una nueva empresa, sana, sólida, planificada?… NO, es mejor jugar con las deudas.
Vea Usted:
1. Hierve el campo…
2. Hierven los ferrocarriles…
3. Se desmantela la salud…
4. Se desarticula la educación…
5. Estamos incapacitados e inoperantes ante catástrofes naturales o intencionales…
6. Se desarticulan nuestros mecanismos oficiales de seguridad (Policía, Gendarmería, Ejército, Marina, Fuerza Aérea, etc.)…
7. Se inventan circunstancias que distraen a la opinión pública con desatinos transformados mediáticamente en decisiones de estado, esto es, por ejemplo: la deuda con el CLUB DE PARÍS. ¿Es posible que alguien en su sano juicio pretenda salirse del sistema financiero mundial?… Qué pasará cuando los bonistas reclamen la deuda a las diez próximas generaciones de argentinos que aún no nacen (no hablemos de las nuestras).
8. ¿Por qué se trata por todos los medios de ocultar la trama del General Rodríguez Gate y todas las vinculaciones con el poder, en particular con el ejecutivo?… ¿Acaso no sabe el PODER EJECUTIVO y la SIDE que estamos monitoreados las 24 horas por satélites de Estados Unidos de Norteamérica?…
9. ¿Cómo nos afecta el vínculo Venezuela-Irán?…
10. ¿Cómo nos afecta el vínculo Venezuela-Rusia?…
11. ¿Por qué se ha desmantelado el sistema público de estadísticas?…
12. ¿Por qué se pretende liberar el consumo de drogas?…
En verdad, podría seguir y acumularíamos páginas de barbarie transformada en el ejercicio político del poder.
ALGO ANDA MUY MAL.
Los medios operan según sus espacios financiadores y dejan espacios (abismos diría) que son prolijamente aprovechados por el ejecutivo para sostener sus actividades grises (sinceramente ya no sé cómo calificar todo esto). Traducido: la denuncia permanente de cosas trascendentes y otras muchas no tanto ocupan el morbo y la mente pero quitan foco a la atención pública y deforman cuidadosamente la realidad.
ENTIENDO QUE ESTAMOS TRANSITANDO UNA CRISIS in crescendo. No sé en qué terminará pero intuyo que no será nada bueno porque insisto, cuando la gente (nosotros) no tiene nada que perder se invierten los polos y sucede lo contrario a aquello que se pretende desde el poder.
Es indudable que el CAOS está instalado en nuestra querida tierra y aún no hemos visto lo mejor. No yo. Tampoco Ustedes… Es importante no perder la capacidad para sorprenderse. No le parece?
Un cordial saludo
CERASALE, Víctor Norberto
SEGUNDA SECCIÓN
5 de Septiembre, 2008 - 18:50
CERASALE VÍCTOR NORBERTO dijo:
Mi estimada Senadora: algo que omití decirle es que mientras todo esto sucede, muchos pacientes críticos (alta complejidad con cuadros severos, avanzados y/o terminales), no reciben sus tratamientos a través de los mecanismos públicos particularmente en el IOMA o a través de los institutos provinciales de la seguridad social (Catamarca y Santiago del Estero son buenos ejemplos aunque no los únicos). Se dilata su atención escudándose en la falta de transferencia de fondos desde Nación cuando en realidad se sabe que el problema son las “cajas” políticas que abundan para salvaguardar intereses y comprar silencios.
La pobreza crece.
Los hospitales públicos en el interior del país son un ejemplo de carencias y vergüenzas y hasta la propia Presidente de la Nación se dignó inaugurar un hospital en Tucumán, que aún no tiene energía eléctrica…
Como hombre de la salud me preocupa y me ocupa la gente, las personas en estado de indefensión que son cada vez más y más. Veo con pavura como avanza la marginación y realmente, ver que muchas partes de mi patria están transitando circunstancias semejantes a las del África (que conozco) me agobia (no me detiene, le aclaro).
Senadora, esto es prioritario: LA GENTE. Lo demás apenas es una burla sostenida a la conciencia social.
Disculpe, pero estoy tan harto que no imagina…
Cordiales saludos
CERASALE, Víctor Norberto
viernes, 5 de septiembre de 2008
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