Hoy, querido Horacio José González, se cumplen 39 años que te fuiste. Curiosamente no te llevaste la amistad que nos unía en la Tierra ya que la misma permanece vigente y sólida tal como si estuviésemos juntos. El día que partiste, recordarás, llovía con cielo despejado sobre el COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN, con mayúsculas, porque eras su abanderado.
Luego de tu partida vinieron los honores, las placas, los recuerdos... pero la vida siempre nos atropella. Dos fechas enmarcaron tu vida pródiga en afectos y capacidades, el 14 de Julio y ésta, la de tu ida.
Hoy, tal como hace tanto tiempo humano, te llevo en el alma. Seguramente nos encontraremos pronto y nos fundiremos en un abrazo, hasta la eternidad. Todos los días de mi vida terrenal, todos, he llevado conmigo la imagen de aquellos ojos que querían hablar y no podían en el lecho del HOSPITAL MILITAR CENTRAL, donde te ibas despojando del cuerpo y te ibas transformando en espíritu.
La amistad que nos ha unido permanece incólume... está fresca y plena lo cual indica qué importante es la consonancia y la consecuente resonancia de las almas.
No te diré que te has perdido de algo porque desde donde estás TODO SE VE. Tu jardín se ve florido lo que indica que el ÁNGEL permanece.
Un abrazo desde el alma de este eterno dispreciau...
TU AMIGO
lunes, 29 de septiembre de 2008
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