Señor Director del
DIARIO LA NACIÓN
De mi consideración:
Asisto como espectador a los diálogos, miradas y gestos de Joaquín Morales Solá en su programa "Desde el LLano". Todo nutre. Anoche, en su amable y profunda charla con Beatriz Sarlo le deslizó una contundente pregunta sobre el "futuro" que me lleva a la siguiente reflexión:
1. El futuro se construye día tras día a partir de bases sociales ciertas, cosa que en nuestro país lamentablemente no existen. El último resquicio se perdió al morir el último de los estandartes de la generación del 80 (hace un siglo...).
2. El futuro es algo semejante a una madeja donde se entrelazan cuestiones sociales, políticas y económicas. En nuestro país la clase política sostiene aún el eje vertical impuesto por el General Perón, aspecto que no existe como modelo de gestión en el mundo desde fines de los años 60. Las organizaciones avanzadas suelen ser planas, altamente proactivas, multidireccionales, ejecutivas y con una profunda capacidad de gestión. Esa madeja intergrupal, genera una fuerza que se transforma en FUTURO CIERTO (le llamo "mañana necesario").
3. La ciencia de la gestión es delegar, no "concentrar" poder. Nuestra clase política y la propia sociedad argentina se sustentan en las individualidades. El lugar para el criterio de conjunto es cuasi nulo porque nuestra formación es de corte academicista enciclopedista, antes que práctico y pro-activo.
4. La clase política, sin rumbo, es consecuencia de una sociedad que ha perdido el horizonte hace ya mucho tiempo, como consecuencia del verticalismo.
5. El mundo que transitamos no deja espacios para modelos vetustos como el nuestro porque sabe que esta situación licúa esfuerzos y nadie está dispuesto a sacrificar espacios que finalmente se llevarán consigo a generaciones enteras. Europa es un buen ejemplo de ello. Primero están los espacios y para ello hacen falta capacidades en consonancia, no pseudo genios que den órdenes y luego indiquen que la idea buena les pertenece (por eso castigamos a la propiedad intelectual) y la mala es patrimonio de la incapacidad de los terceros.
CONCLUSIÓN: si pretendemos un "futuro" debemos modificar nuestra conducta social para luego hacerlo con la política y consecuentemente con la económica. Futuro, desde mi punto de vista, implica dos ángulos de la visión-misión-función sociales: convicción y compromiso. Luego, en el estamento de la gestión, deben confluir: capacidad operativa, control de gestión, delegación de responsabilidades. Cuando ello no ocurre, el mejor ejemplo de los contrasentidos en el mundo ha sido y es ARGENTINA.
Un ejemplo de la conducta paradojal es el campo. En vez de trasladar al ámbito público una propuesta-proyecto-programa de producción a diez años, persisten en el autismo del "conflicto". Si bien el Gobierno tiene una enorme responsabilidad en el tema, el campo debería asumir la iniciativa y atropellar las cuestiones técnicas de fondo (supuestamente conocen el qué, cómo, dónde y cuándo)... al no tomarla, justamente, permiten que el problema se torne cíclico, se circunscriba al ámbito político, y se funda en la incertidumbre. Por ello, reitero, futuro es sinónimo de comproterse en un plano de igualdad (de esfuerzos) dentro de un equipo que trabaja construyendo "mañanas necesarios" que demandarán otros (los que nos siguen).
Un cordial saludo.
CERASALE, Víctor Norberto
DNI 10.119.347
0387155002317
martes, 2 de septiembre de 2008
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