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Viernes, 12/9/2008
El silencio de los marginados
El fotógrafo francés Pierre Gonnord retrata la soledad de los perdedores
ÁNGELES GARCÍA - Madrid - 24/07/2008
Su mundo es el de los marginados, el de los que sobreviven a base de dolor. Son hombres y mujeres desplazados por la guerra, por el hambre o, simplemente, por la injusticia de la vida. Todos tienen el sufrimiento tallado en sus rostros y una mirada en la que no cabe la esperanza. Tienen en común el no haber olido el éxito ni de lejos. Y también comparten esa dignidad de la que presumen los que saben que ése es su único patrimonio.
Pierre Gonnord (Cholet, Francia, 1963) lleva más de dos décadas retratando a estos perdedores de la vida. Son primeros planos en color que parecen sacados de un cuadro de Zurbarán, Goya, Rembrandt o Picasso, pero pertenecen a gente que el fotógrafo ha encontrado en la calle y que ha aceptado posar con su propia historia. La obra de Gonnord se puede contemplar estos días por partida doble. Dentro del Festival la Mar de Músicas, en el Palacio Molina de Cartagena, se expone La interpretación muda, 12 grandes retratos de gitanos realizados durante el último año. En Francia, su obra se puede contemplar dentro de Los Encuentros de Arles, en el Atelier des Forges, hasta el 14 de septiembre. Mientras, trabaja en el proyecto Mosaicos, una propuesta del Gobierno francés a sus artistas a la que Gonnord aportará una reflexión sobre la comunidad gitana de Perpiñán, la más antigua de Francia.
Pierre Gonnord vive en Madrid desde 1988. Recuerda que lo decidió casi de un día para otro y, de acuerdo con una amiga, se vino a Madrid. Le gustó el ambiente, la facilidad para conectar con la gente y, sobre todo, la luz. Cree que nunca había visto cómo su sombra se proyectaba en el suelo. Pero entonces no era fotógrafo. Durante bastante tiempo trabajó en una empresa de comunicación y le fue muy bien. La vida tranquila acabó con la repentina muerte de su hermano en 1996. Pierre lo dejó todo y durante bastante tiempo estuvo en el fondo del pozo. No tenía interés por nada. Uno de sus muchos amigos logró convencerle para ir un fin de semana a Cuenca. Fue a regañadientes y dejándose arrastrar, pero algo le hizo rebotar y volver a la vida. En Cuenca se dejó llevar por la misteriosa voz de las mezzosopranos Teresa Berganza y María Malibrán, las conversaciones sobre estas dos divas y el calor y la dulzura de la amistad. Al volver a Madrid sabía ya qué quería hacer con su vida: fotografiar desconocidos, entrar en el universo privado de los marginados. Su deseo de conocer la vida de los otros y una cámara analógica Hasselblad han constituido siempre su único equipo.
"Creo que el fotógrafo tiene el compromiso de sugerir y de denunciar. Se puede hacer desde la poesía, pero hay que hacerlo con todo el realismo. Nunca he alterado la historia ni he disfrazado a nadie. Todo es tal cual", explica Gonnord.
Sus retratados son vagabundos, marginados, supervivientes. "Yo mismo me siento un desplazado y, como tal, me acerco a la gente". ¿Cómo consigue que se pongan delante de su cámara? "Con mucho respeto. Yo se lo planteo. No impongo nada. Prefiero que el estudio sea el lugar en el que ellos viven. Sea el que sea. Cuando empecé invitaba a la gente a venir a mi estudio [en pleno centro de Madrid, tres plantas por encima de su galerista, Juana de Aizpuru]. A cambio de un café o de un té. Mi casa estaba siempre abierta y, sorprendentemente, acababan viniendo".
Luego venía una larga conversación en la que Gonnord trataba de vencer la timidez del visitante. "Podían pasar horas en las que se hablaba de todo. De soledad, de malos tratos, de lo que fuera. Otras veces, en cambio, la persona entraba y no tenía más que ganas de descansar un rato en la silla. Nada es predecible".
Pierre Gonnord ha recorrido muchos países en busca de personajes anónimos con la dureza de la vida taladrada en su rostro. Pero ha sido en España, especialmente en Madrid y Sevilla, donde ha encontrado sus mejores personajes.
"Cuando dejé París tenía el recuerdo de los desplazados por la independencia de Argelia. Había muchos niños que no se integraban, que estaban en las calles. También recuerdo que, viniendo de un país multicultural y multirracial como era entonces Francia, aquí no había negros, ni asiáticos. No hace mucho estuve en París y esas caras ya no están. Su lugar lo ocupan los desplazados de los países del Este y de guerras en países africanos. Me ha impresionado mucho ver el hambre, cómo rebuscan entre la basura".
Pero Gonnord no hizo esas fotos de buscadores de comida entre desperdicios. "Busco gente no tan marginal. Me interesan tipos muy especiales. Es un conjunto de cosas que no puedo describir. Están al otro lado del mundo del éxito y del bienestar, pero muchos de ellos han tenido antes una vida convencional. Esa vida se ha roto en un momento determinado por causas no demasiado contundentes. El paro, un divorcio, la muerte de un ser querido... Hay muchas causas por las que te puedes quedar fuera. Son tipos especiales".
Y nada más especial para su cámara que los gitanos. Los ha retratado una y otra vez.
Entrar en la sociedad gitana, tal como él lo ha hecho, retratando a los patriarcas o a los niños, fue complicado. Algunas de sus mejores series están hechas en la barriada de las Tres Mil Viviendas de Sevilla. "Allí me introdujo una gran amiga, Esperanza. Ella se había ganado su confianza a base de enseñar cosas útiles: desde conducir un vehículo hasta métodos anticonceptivos. Luego, si sabes escuchar y mirar con atención y respeto, es casi seguro que entras. Hay que tener claro que no se puede violentar ni dar lecciones. Y otra cosa importante: no hay que preguntar demasiado".
Entiende el fotógrafo el recelo de este colectivo y más en unos momentos en los que están reviviendo sus peores pesadillas. "Lo del Gobierno Berlusconi haciendo que Italia fiche a los gitanos es terrible. Como terrible me parece que no haya una reacción acorde a esa salvajada. Sarkozy en Francia no tiene mucho que envidiar a Berlusconi".
¿Qué hay de artificio en estos retratos? "Nada. Posan delante de un fondo negro con su ropa habitual. No se visten ni maquillan para la fotografía. María, por ejemplo, la matriarca gitana, lleva un chal negro muy elegante, pero lo llevaba puesto ella porque está de luto por la muerte de un hijo. Su elegancia es innata. Es tan auténtica como la vida que cuentan los surcos de su cara. También Conchi iba vestida por una toquilla que resulta deslumbrante, pero es de ella. ¡No hay nada artificial en mis retratos!".
REFLEXIÓN DEL BLOG sobre los contenidos y expresiones de la nota de Diario EL PAÍS de ESPAÑA.
Vivimos en un mundo que está al revés. Quizás siempre estuvo al revés. Posiblemente ahora, con las comunicaciones electrónicas, el mediatismo, y el acceso al "todo", está más en evidencia cuán al revés está la civilización humana y todo lo que se vincula a su presencia en el llamado planeta TIERRA que a decir verdad no es otra cosa que un producto de la CREACIÓN para nuestra estancia cíclica.
Todo lo intrascendente se ha vuelto trascendente.
Todo lo importante es permanentemente despreciado.
Los valores se han tergiversado.
La marginación crece amparada en la importancia de la pobreza, como parte esencial de la "nueva" condición humana producto de un modelo económico que en vez de construir cultura... LA DESTRUYE.
No obstante ello, el mundo que aún guarda a los incluidos parece no darse cuenta.
LOS MARGINADOS constituyen hoy un NEGOCIO que además de cultivar el DESPRECIO de los incluidos, sirve para alimentar sus mezquindades, tanto como el oportunismo de aquellos a los que se les brinda la "oportunidad" (valga la reiteración terminológica) para vivir a expensas de los seres humanos que se caen del sistema perverso que impera en el mundo.
VIVIR sin DIGNIDAD produce vergüenza... NO en aquellos que tienen los medios, sino en nosotros, los propios pobres y marginados que no atinamos a saber, a descubrir, los mecanismos adecuados para revertir tanta barbarie, tanta mentira, tanta miseria humana disfrazada de civilización.
Se han gastado miles de millones de euros en un acelerador de partículas que no producirá nada más que soberbia académica de unos cuantos delirados que se cobijan bajo un falso cientificismo... Se gastan otros tantos en aventuras "vacías" que no contribuyen en nada, quizás sí para sostener la ponencia mediática de las falsedades del National Geographic Channel o del Discovery o sus similares.
Mientras esto ocurre, la marginación crece y aquello que alguna vez representó nada más ni nada menos que el 30% de la población humana, luego se acrecentó al 60% durante la locura de los noventa... y hoy, sí hoy, ronda un mentido 70% que se expande al modo de un cáncer que endurece las almas, ahoga los espíritus, nubla los corazones y ciega a los pocos que se creen que el SEÑOR LOS PROTEGE POR CONSERVARLOS EN LA INCLUSIÓN.
EUROPA se está ahogando en sus propios desperdicios, tanto como lo están haciendo el imperio de los ESTADOS UNIDOS de NORTEAMÉRICA o su subsidiaria JAPONESA, CHINA, u otras que enseñan al mundo una cara (minúscula) pero guardan la pobreza en el altillo, para que no se vea.
No queda mucho tiempo para toda esta expresión de la MISERIA HUMANA encaramada en el PODER POLÍTICO y ECONÓMICO de un mundo que está quedando vacío de vidas, pleno de destinos condenados antes de nacer gracias a la estupidez de unas no más de quinientas familias que no saben qué hacer con sus días.
PRODUCIR BIENES no es vivir, apenas puede ser equiparado con una autojustificación que se fundamenta en motivos que sirven para convencer a pocos de que se hallan en el camino correcto.
ERROR. ERROR. ERROR.
La fórmula está MAL.
Sacarle una foto a la marginación y la pobreza no sirve para resolverla sino para alimentar el morbo de los que no tienen nada que hacer y se retroalimentan mirando y comentando qué mal la pasan los "otros"...
Indudablemente queda poco tiempo.
Quizás los DUEÑOS DEL MUNDO no se den cuenta, pero queda MUY POCO TIEMPO.
El DUEÑO DE LA CREACIÓN y por ende de NOSOTROS, vendrá pronto a reclamar lo que le pertenece y ver el qué, cómo, cuándo y dónde de cada quién.
MEDIRÁ los tiempos y enseñará los destinos, seguramente preguntando: ¿qué has hecho por tú prójimo?, mientras tú tenías oportunidades y te alimentabas de sus carencias...
El PODER POLÍTICO está condenado por negligencia, soberbia y disimulo.
Está CONDENADO al abismo de las ALMAS ARDIENTES.
El PODER ECONÓMICO está condenado por haber pretendido adueñarse del DESTINO de las personas que somos patrimonio del SEÑOR y sólo de él. También lo está por pretender adueñarse de una TIERRA que ha existido desde ANTES que la humanidad fuese plantada aquí...
Está CONDENADO al abismo de las INEXISTENCIAS.
La VIDA de las PERSONAS ha sido diseñada para que unos alimenten a otros de distinta forma, en equilibrio, bajo pautas dogmáticas de amor, sabiduría y justicia. Ello da forma a la COMUNIDAD. Sin comunidad, sin cultura de grupo, sin valores, sin afectos, el MUNDO SE TORNA UNA COMPETENCIA para alcanzar la NADA que significa el DESPRECIO. Por ello no hay justicia. Por ello no hay sabiduría. Por ello el amor es escaso o está mal distribuido.
La humanidad está cerrando su QUINTO SOL sin haber podido descubrir aún que el uno, sin el otro, no son otra cosa que algo semejante a la nada respirable.
DICHOSOS los que estamos MARGINADOS.
DICHOSOS los que vivimos en la POBREZA.
DICHOSOS los OLVIDADOS.
DICHOSOS los DESPRECIADOS.
POBRES AQUELLOS QUE HAN TENIDO LA OPORTUNIDAD Y LA HAN DEJADO PASAR.
POBRES AQUELLOS QUE SE LA HAN CREÍDO.
POBRES AQUELLOS QUE SE HAN AUTOJUSTIFICADO.
POBRES AQUELLOS QUE ENTREGARON SU ALMA A CAMBIO DE UN POCO DE PODER...
Ahora sigue la hora del temor, del miedo, del rechinar de dientes.
CERASALE, Víctor Norberto (eldispreciau, bien asumido, por nacimiento)
domingo, 14 de septiembre de 2008
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