¡Buenos días, Victor Norberto (el dispreciau)!
Estoy horrorizado después de leer la información que te enlazo abajo (la podrás leer en exclusiva durante este fin de semana) sobre la forma en que las instituciones públicas están destrozando la vida de los niños.
El informe se refiere a cómo organismos públicos se dejan llevar por una ideología tóxica que aplicada a los niños tiene unas consecuencias irreversibles sobre los pequeños; cómo la actuación irresponsable de estas instituciones públicas pone en riesgo la salud, el futuro y hasta la vida de muchos niños.
Mutilación de niños de 6 años
El estudio se refiere a Gran Bretaña, pero dado que las leyes sobre transexualidad y cambio de sexo son similares a las españolas y también lo es el clima irresponsable que demuestran ambos Gobiernos en este asunto (ambos promueven la mutilación de los niños, en España a través de las autonomías), me temo que lo descubierto en Londres esté pasando en estos momentos en Sevilla, en Madrid o en Barcelona.
Y el proceso que siguen ambos países es similar: apenas había peticiones de cambio de sexo antes de que el Estado asumiera los gastos de la mutilación (lo llaman cambio de sexo). Pero la cifra se dispara en cuanto se empieza a hacer publicidad masiva de la existencia de una supuesta miríada de sexos, o de las “ventajas” de las leyes de género, y se pasa a la apología mediática de personas mutiladas, convertidas en los protagonistas de supuestos nuevos mundos felices.
¿Y hasta qué punto se dispara? En los últimos ocho años, la cifra de menores que ha pedido mutilarse se ha multiplicado por 45 y de 2010 y 2015 el incremento ha sido del 1000%.
Según las cifras oficiales, los menores empiezan tratamientos de cambio de sexo en aquel país a los 10 años o incluso antes.
Según los registros oficiales británicos, en 2018 ochocientos niños a partir de los 10 años solicitaron el cambio de su sexo.
Y hubo 45 casos de niños que empezaron su proceso de mutilación a los 6 años.
No hay noticia de que ninguno de los padres o tutores de estos niños haya ingresado en prisión. Tampoco los responsables de los Gobiernos que permitieronn estas prácticas.
Quién es el carnicero
En España quien se encarga de las mutilaciones quirúrgicas, de la medicación y la asistencia psiquiátrica es la Seguridad Social en aplicación de las leyes autonómicas de igualdad. Es decir, el Estado, tú y yo. Nuestros impuestos.
En el Reino Unido el carnicero es el Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género. Y el informe que te enlazo abajo señala las irregularidades se multiplican en el seno de este servicio, poniendo en grave riesgo a los niños.
Hace tres meses una chica de 16 años denunció al Gobierno británico. Había iniciado su proceso de cambio de sexo a esa temprana edad, pero se arrepintió y cambió de idea. Acusaba al Gobierno de no haberle advertido con claridad de los riesgos que corría.
Los funcionarios que trabajan en el Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género británico le están dando la razón a la muchacha. Ellos también denuncian la escasa seguridad de los protocolos por los que se inicia un cambio de sexo en los críos.
Es más, desde la propia institución se anima a acelerar los procesos de mutilación y se advierte de los riesgos que corren los funcionarios que denuncien los procedimientos y las irregularidades.
¿Qué está pasando en España?
¿Cuántos casos similares se están produciendo en España? Lo ignoramos, no existe ningún estudio, el Gobierno no facilita datos específicos a través de los ministerios de Sanidad o Igualdad y las empresas privadas dedicadas a estos muy rentables procedimientos de mutilación tampoco facilitan información.
Tan solo pueden registrarse indicios, pistas, a través de informaciones indirectas. Por ejemplo, un cirujano de nombre Iván Mañero declaraba a El Mundo en 2017 que él “había cambiado de sexo a 2.000 personas”, sin indicación de edad.
¿Dos mil? ¿Tantas personas nacen en España con un problema que requiere semejante tratamiento?
Porque no es lo mismo una persona que nace con un problema que requiere intervención y el hombre que "se siente" mujer, o la mujer que dice ser un hombre.
Según el estudio más solvente acerca de este asunto, realizado en 12 países sobre una población total de 95 millones de personas, hay 4,6 personas con un problema de nacimiento por cada 100.000 individuos.
Lo que significa que en España hay alrededor de 500 personas transexuales. ¡Y el tal cirujano declaraba haber mutilado él solito a 2.000!
Las organizaciones trans y LGTB multiplican estas cifras para justificar su existencia, que depende de la financiación pública y de reclamar la continua aprobación de leyes que afiancen su influencia.
Por ello esas organizaciones no hablan de una prevalencia de 4,6 casos por 100.000 sino de 1 por cada 1.000 individuos, con lo que en España habría 7.765 transexuales, en lugar de 500.
Y aun así es difícil entender que proliferen las “clínicas” que ofrecen ofertas y descuentos para quien quiera mutilarse.
Escarbar en el mundo de las leyes de género y de las regulaciones de carácter LGTB y feminista es tropezar enseguida con importantes intereses económicos y políticos. Es un asunto grave y es mucho peor cuando los protagonistas de esta oscura historia son niños.
Te recomiendo que leas Mordaza para quien cuestione los procedimientos para niños trans. Es duro. Es verdad. Está pasando.
La semana Actuall
(el dispreciau)
No hay comentarios:
Publicar un comentario