Victor Norberto (el dispreciau):
Seguro que has leído sobre el suicidio demográfico que padecemos en casi todos los países occidentales, de modo especial en España.
Tal vez tengas presente algunas de sus aterradoras cifras o recuerdes que nuestra baja tasa de natalidad ya no permite el relevo generacional en España.
En nuestro país necesitaríamos cada año 250.000 nacimientos más de los que se producen. Y como no los tenemos, no podemos asegurar la sostenibilidad de la población española. En otras palabras, asistimos a nuestro propio suicidio demográfico ante la pasividad de todas las instituciones y de los propios ciudadanos.
Resolver este invierno demográfico debería ser sencillo. En realidad es sencillo. Consiste en que haya más vida que muerte. Más nacimientos que defunciones. Más niños que abortos. Más facilidades para que las familias puedan crecer.
Matizo lo de sencillo. Partimos del abismo demográfico y empezar a remontar supondría modificar muchas cosas, empezando por las leyes. Pero sí es sencillo el procedimiento. Y algún país está demostrándolo.
Te traigo hoy en exclusiva un interesante informe del director de Actuall, Nicolás de Cárdenas, sobre el “milagro” demográfico de Hungría.
Los húngaros empezaron por proporcionar estabilidad a la institución de la familia y al matrimonio y el resultado en muy pocos años ha sido una sorprendente reducción de los divorcios y del aborto y un incremento de la natalidad.
Las medidas puestas en marcha por el Gobierno de Viktor Orban, tan condenadas y denostadas por la UE y por los “progresistas” de todos los países europeos, han logrado que, en apenas diez años, Hungría esté enfilando con éxito el camino de salida del invierno demográfico.
El secreto de esta revolucionaria transformación lo explica con claridad la ministra de Familia húngara:
“El gobierno húngaro se ha centrado en fortalecer a las familias con hijos y a ayudar a las parejas jóvenes que tienen hijos a alcanzar sus objetivos familiares”.
El informe, cuyo enlace te dejo abajo, facilita información precisa sobre las medidas concretas que han aplicado las autoridades húngaras para empezar a superar el suicidio demográfico y muestra los resultados estadísticos de las políticas emprendidas por Orban. Vale la pena echarle un vistazo.
Porque no estamos condenados a la desaparición.
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(el dispreciau)
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