El frío es la nueva amenaza para migrantes de Venezuela
- La llegada del invierno a Sudamérica representa para miles de desplazados venezolanos una amenaza que se suma a la covid-19, la pérdida de empleos y el deterioro de sus condiciones de vida, alertó este viernes 29 la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Las medidas de confinamiento y cuarentena dispuestas en los países de acogida “comportan la pérdida de los medios de subsistencia de los migrantes y refugiados venezolanos, empujándolos a la pobreza, la miseria, los desalojos, el hambre y la inseguridad alimentaria”, señaló un informe de Acnur.
Ese cuadro se suma a la amenaza que acarrea el avance de la pandemia y que ya coloca a los sistemas nacionales de salud sobre sus límites, con riesgo para que los migrantes, sobre todo si están en situación irregular, puedan acceder a los servicios médicos que necesiten.
La situación puede agravarse con el inicio del invierno y el avance del frío, entre junio y septiembre, en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, que acogen a más de 1,5 millones de venezolanos, según el informe.
Acnur presentó el caso de Eileen y José Domingo Díaz, pareja que viajó 7000 kilómetros por tierra desde Venezuela hasta Chile, donde ella dio a luz un bebé y él finalmente consiguió un trabajo el año pasado.
Pero en 2020 llegó el coronavirus, hubo cese de actividades, José Domingo perdió su trabajo y la familia se encontró sin recursos para cubrir sus necesidades básicas, como comprar la comida y pagar el alquiler. Ahora, por añadidura, las temperaturas comenzaron a descender, en un clima muy distinto al de su país de origen.
En Caracas “rara vez las temperaturas bajan de 17 grados centígrados, es la primera vez que experimentamos un clima frío, no estamos preparados, no teníamos abrigos pesados ni calefacción, ni siquiera mantas”, narró Eileen.
José Ignacio Peralta, de la organización benéfica World Vision International en Santiago, dijo que en los meses de invierno “además de covid-19 vamos a ver un montón de otras enfermedades respiratorias, lo que aumentará la necesidad de atención médica, vivienda, comida caliente y equipo para clima frío”.
Acnur informó que ha atendido en Chile a 800 familias, los Díaz entre ellas, con cupones para que compren calentadores, mantas y ropa de abrigo, distribuyó alimentos y kits de higiene entre migrantes en peligro de quedar en la calle, y aumentó algunos aportes en forma de subsidios para alquileres.
En Perú, donde se esperan lluvias torrenciales y nieve durante el invierno, la agencia de la ONU priorizó las regiones de acogida de refugiados, como Cusco, que está a 3400 metros sobre el nivel del mar y donde se registran temperaturas bajo cero.
La agencia dijo que en esa zona del sureste peruano distribuyó más de 2000 bolsas para cubrir necesidades básicas y 4700 mantas a venezolanos vulnerables y a sus comunidades de acogida, y que continúan las transferencias de dinero para aquellas personas que se encuentran en situación de mayor riesgo.
Acnur está en campaña para que se apoye el trabajo de las agencias de las Naciones Unidas “ante el desafío dual de la pandemia y el inminente invierno”, pues el plan regional de respuesta en favor de los migrantes y refugiados venezolanos solo ha recibido 12 por ciento de los 1400 millones de dólares que ha solicitado.
A-E/HM
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