Buenos días, Victor Norberto (el dispensador):
Ya te han comentado que el fin de semana pasado falté a mi cita por un problema técnico, así es que hoy tengo un doble compromiso contigo.
1. Por una parte, si aún no has leído el Desayuno del pasado sábado, puedes acceder a nuestra cita AQUÍ.
2. Y por otro lado, hoy te traigo un segundo compromiso, un compromiso católico.
Quizás sabes que este fin de semana se está celebrando en Madrid el XXI Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación San Pablo CEU, bajo el lema 'Libertad para educar, libertad para elegir'. Mesas redondas, conferencias sobre la libertad de educación, talleres, comunicaciones… un punto de referencia y reunión de los católicos en un foro público, “de forma que la fe no quede relegada sólo al ámbito privado”, según definen los organizadores.
El cardenal Robert Sarah durante el XXI Congreso Católicos y Vida Pública.
Mis compañeros Miguel Vidal y Teresa García-Noblejas, director del Think tank y directora de Comunicación de HazteOir.org, respectivamente, a la par que colaboradores de este diario, presentan este año en el marco del congreso una comunicación bajo el título ‘Católicos en la vida pública: hacer ruido para influir sin miedo a combatir’ a la que, como no puede ser de otra manera, he tenido acceso y de la que hoy quiero compartir determinadas reflexiones
Vidal y García-Noblejas creen que es también misión de los católicos en la vida pública el “desafiar a los poderes políticos, económicos y mediáticos cuando están en juego la libertad, la dignidad y los derechos fundamentales de la persona humana”.
Puedes leer la comunicación completa hoy AQUÍ.
La reflexión es magnífica y yo sólo quiero hoy añadir algunas ideas sobre la misión de los periodistas católicos en la vida pública. Como profesional de la comunicación y editora de este medio, nuestro punto de encuentro de los sábados, Actuall, me gustaría ofrecerte hoy unas ideas básicas sobre los retos de los profesionales de la comunicación ante la Información Periodística Especializada en Religión.
Hace diez años tuve el honor de debatir, siendo subdirectora de Sociedad de la agencia de noticias Europa Press, con el profesor de periodismo de la Universidad Columbia Ari Goldman y el periodista radiofónico de la BBC británica Dan Damon sobre Información del Hecho Religioso, en un seminario organizado por el Foro Abrahám para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, moderado por la periodista Victoria Martín de la Torre.
Entonces expuse un decálogo de buenas prácticas para el informador de religión, que comienza por una buena formación y un profundo respeto por todas las religiones, entre los que destacan: demandar más códigos de buenas prácticas; elegir un periodista documentado; valorar el espacio que se dedica a la información religiosa y a qué confesión religiosa; evitar el uso de un lenguaje discriminador; no potenciar informaciones sensacionalistas; y recurrir a todas las fuentes, incluso a las minoritarias.
Ángel Herrera Oria, nos recuerdan en su comunicación Vidal y García-Noblejas, afirmaba que el periodista católico lo primero que tiene que ser es buen periodista.
Lo dije entonces y lo repito ahora:
¡Se necesita un periodismo especializado en información religiosa, en temas religiosos!
Y no estoy hablando de dar cobertura a la información de la Iglesia, católica en el caso que hoy nos ocupa, sino en proporcionar una perspectiva católica a los eventos que son noticia en general.
El Congreso que se celebra desde ayer y hasta mañana en la Universidad San Pablo CEU es “un marco de encuentro y reflexión para personas comprometidas en la tarea de llevar la luz del Evangelio y la propuesta cristiana a una sociedad necesitada de Dios”.
Miguel Vidal y Teresa García-Noblejas quieren ofrecer algunas claves sobre cómo influir en la sociedad del siglo XXI “sin miedo a combatir”. Mientras, yo quiero recordar que la información católica tiene un lugar en la nueva evangelización. Hay que adaptarse a las nuevas formas de comunicación, a las nuevas herramientas, a las nuevas formas de contar las cosas, pero sobre todo hay que formar profesionales y ahí la Universidad San Pâblo CEU, mi universidad, debería jugar un papel importante.
Permíteme que concluya este Desayuno del sábado como cerré la intervención en el Foro Abraham:
¿Qué es ser un buen periodista católico?
“Simplemente significa ser una persona íntegra, un individuo cuya vida personal y profesional refleje las enseñanzas de Jesús y del Evangelio. Significa luchar por los ideales más altos de la excelencia profesional, y ser una persona de oración que busca siempre dar lo mejor. Significa tener el coraje de decir la verdad, aún cuando la verdad no convenga o sea políticamente incorrecta”. (Juan Pablo II).
¡Vamos a desayunar!
Feliz sábado
(el dispensador) dice: las Américas pobres se están fragmentando y a alguien le sirve... África se está desintegrando a alguien le sirve... Asia se está consumiendo y a alguien le sirve... curiosamente, están sucediendo miles de cosas que los medios hegemónicos no muestran, de lo que no se dice nada, de lo que no se comenta nada, censurado por Facebook y por Twitter en las redes sociales, a efectos de sostener viva la ignorancia y el desconocimiento mediante una prolija manipulación... el alguien se representa en una sola familia y en sus lacayos... ése mismo que controla el poder supremo de las deudas, las hipotecas y los despojos... ¿hasta cuándo?... ¿hasta dónde?... la codicia les nubla la mente, la avaricia les alienta la angurria, y luego, se la creen... desplegando las velas del renovado nazi-sionismo donde el holocausto es global... donde la Tierra es un gigantesco campo de concentración... donde los derechos se consumen y donde los despojos cunden... NOVIEMBRE 16, 2019.-
el terrorismo de estado se ejerce desde las falsas democracias...
los atropellos se gestan uno a uno en el propio seno del imperio...
las libertades se han extinguido... la Tierra está repleta de esclavos condenados por el simple hecho de nacer...
no hay ética en los estados políticos, mucho menos en las corporaciones...
los ricos lacayos del "dueño del mundo" son apenas 62 familias... debajo, el mundo se reparte entre pobres, marginados y miserables... donde el hambre se apodera de un tercio de la población mundial...
este planeta humano carece de sentido... y cuando las cosas carecen de sentido se vuelven inviables...
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