La verdad incompleta del paramilitarismo en Colombia
La extradición a EE UU de Don Mario y la deportación a territorio colombiano de HH abren el debate sobre lo que falta por saber acerca de uno de los periodos más violentos
El exlíder paramilitar 'Don Mario'. EFE
La página del paramilitarismo en Colombia no se ha pasado. Aunque las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se desmovilizaron entre 2003 y 2006 bajo el Gobierno del Álvaro Uribe en un proceso de verdad, justicia y reparación, todavía falta mucho por saber.
La deportación de José Everth Veloza García, alias HH, de Estados Unidos a Colombia sorprendió al país esta semana. La noticia se conoció unos días después de que se anunciara que Daniel Rendón Herrera (alias Don Mario) quien como HH era uno de los máximos líderes de las AUC, el grupo paramilitar responsable de las mayores masacres durante los noventa en el país, será extraditado a territorio estadounidense. Dos nombres que parecían olvidados vuelven a poner al paramilitarismo en titulares de prensa.
Don Mario, responsable de unas 4.000 víctimas -según sus propios abogados- tendrá que responder ante la justicia norteamericana por varios delitos de narcotráfico. O lo que él mismo denomina: "Cobrar impuestos al narco para que pudieran pasar por mis territorios".
Los líderes de las AUC combatieron ilegalmente a las guerrillas; controlaron las redes de narcotráfico que siguen suministrando droga a Estados Unidos; masacraron poblaciones enteras; y, en muchos casos, lo hicieron con la connivencia de las fuerzas de seguridad y la aprobación de los políticos, en lo que se conoce como la época de la parapolítica en el país.
En aquellos años, Rendón dejó un reguero de miles de víctimas que reconoció ante el denominado proceso de Justicia y Paz, del expresidente Uribe. Don Mario perdió los beneficios penitenciaros contemplados en este mecanismo (penas de un máximo de ochos años) en 2016 porque la Fiscalía estableció que después de dejar las armas, en 2006, siguió delinquiendo y conformó el grupo criminal Águilas Negras Héroes de Castaño, además de las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Clan del Golfo, el mayor grupo de narcotráfico que opera en estos momentos en Colombia.
Una fracasada desmovilización
HH fue otro de los que siguió delinquiendo después del proceso de desmovilización. Aunque aparentemente él y los 452 hombres sobre los que ejercía control dejaron las armas, fue capturado y extraditado a Estados Unidos por seguir en la ilegalidad. Con su salida del país, las víctimas sintieron que la verdad se iba y que sobre sus muertos no habría claridad y mucho menos justicia. Según el portal especializado en paramilitarismo Verdad Abierta su extradición en 2009 dejó muchas casos a medias. Apenas empezaba a contar sobre las alianzas entre paramilitares, la Fuerza Pública, empresarios y políticos, lo montaron a un avión y solo ocho años después vuelve a pisar Colombia.
Juan Diego Restrepo, uno de los periodistas de Verdad Abierta, asegura que ahora, a pesar de que ha pasado tanto tiempo, "es la oportunidad para que el país sepa con nombre y apellido quiénes estuvieron detrás de esas macabras alianzas que tanto desangraron a Colombia". Solo a HH se le responsabiliza de más de 3.000 crímenes. “Él dijo en alguna ocasión que habían sido idiotas útiles, porque detrás de sus incursiones militares que generaban desplazamientos iban los compradores de tierra. Que diga quiénes los utilizaron para hacer la guerra y quedarse con el territorio”, explicó Restrepo al diario local El Colombiano.
HH, que llegó a ser el paramilitar más temido del suroccidente del país, cumplió una condena en Estados Unidos por coordinar el envío de toneladas de cocaína a ese país. Aunque buscó asilo tras salir de la cárcel, fue entregado el martes pasado a las autoridades colombianas en donde lo esperaban varias órdenes de captura por narcotráfico, asesinatos y por ser uno de los creadores de las bacrim, como se llamó a las bandas criminales que nacieron después del proceso de paz entre el gobierno y las AUC. Las organizaciones armadas que todavía, según los líderes sociales, siguen causando terror en las regiones.
Los que sufrieron los años más duros del paramilitarismo siguen esperando toda la verdad de Don Mario, cuya fecha de extradición no ha sido confirmada pero fuentes oficiales aseguran que será en los próximos días. Aunque ha ayudado a esclarecer más de 400 hechos a través de la justicia ordinaria, las autoridades aseguran que aun quedan otros 2.000 por aclarar. El mismo argumento que ha usado su defensa para intentar detener su extradición. La misma razón que han alegado sus víctimas. "Es una lástima que no vaya a responder por sus delitos", ha dicho Odorico Peña, presidente de la Mesa Nacional de Víctimas, en una entrevista en el informativo local CityNoticias.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos confirmó la extradición el pasado 14 de diciembre, un mes después de que la Corte Suprema aprobó la medida. Pero el propio mandatario fue el que la aplazó para que "rindiera las versiones que estén pendientes de tramitarse, con el fin de amparar de este modo los derechos de las víctimas”.
En este tiempo, desde una cárcel en Bogotá donde cumplía condena por más de 40 delitos sentenciados por la Fiscalía, el exparamilitar había intentado acogerse a la Justicia Especial para la Paz (JEP), el mecanismo acordado entre el Gobierno y la ya exguerrilla de las FARC para juzgar a los actores armados involucrados durante más de medio siglo de guerra en Colombia. La Corte Suprema rechazó la petición por considerar que este sistema no está diseñador para los paramilitares. La mañana del jueves, el Ejecutivo anunció que aquellos que hayan cumplido la pena prevista en los procesos de Justicia y Paz y estén en libertad, sí podrán inscribirse en este nuevo sistema judicial.
LA MANO NEGRA Y URIBE
Don Mario en una entrevista a la W Radio de Colombia asegura que desconoce las razones de su extradición. El criminal dice que hay "una mano oscura" detrás de esta decisión.
Él y sus abogados no solo usan los años de colaboración con la Justicia como argumento para detener la extradición, también aseguran que gracias a su mediación las Autodefensas Gaitanistas han iniciado un proceso de acercamiento al Gobierno. Desde el pasado septiembre, el también conocido Clan del Golfo le ha comunicado a Santos que quiere acogerse a la justicia ordinaria. A través de su líder, alias Otoniel, la mayor banda del narco colombiano, ha declarado un alto al fuego unilateral.
Para terminar de sembrar la duda sobre los motivos de su extradición a Estados Unidos, Don Mario explicó en W Radio que el paramilitarismo colaboró directamente con el expresidente Uribe: "Puedo decir que en el país se conformaron unos grupos de seguridad privada, y que los tuvieron al mando varias familias del país, entre esos la familia de los Uribe. Esto es lo que yo le he dicho a la justicia, no es que yo tenga prueba de hechos como tales”.
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