sábado, 12 de agosto de 2017

La Historia de la semana: Trece famosos demuestran que el amor puede ser para siempre

Actuall - actuall.com
¿Compensa casarse? Esa es la pregunta que empiezan a hacerse nuestros hijos, al comprobar que la epidemia de rupturas se extiende como un plaga y la unión conyugal se está convirtiendo en quimérica.
Hay un clima pesimista respecto a la indisolubilidad, de suerte que los jóvenes van a casarse, con ganas de hacerlo bien, pero sabiendo que la unión conyugal es rompible y que la suya podrá también romperse. Hace medio siglo a nadie se le pasaba por la imaginación que el matrimonio no fuera para toda la vida. Ahora se dan con un canto en los dientes si llegan al quinto aniversario. Y si la ruptura no es excesivamente traumática.
Además de diversos factores (el miedo al compromiso, la confusión de amor y enamoramiento… etc.) influyen unas leyes anti-familia que parecen diseñadas por nuestro peor enemigo. Los gobiernos occidentales han puesto las máximas facilidades para que el matrimonio se rompa a la velocidad del rayo y sin posibilidad de recomponerlo.
Así, la Ley de Divorcio Exprés de Zapatero, eliminó el trámite previo de las separaciones con lo que propició más rupturas y más deprisa:  la prueba es que los divorcios se han incrementado España en 49.772 anuales (2004-2014), desde que entró en vigor aquella ley.
Es decir, un aumento del 98%, pasando de 50.000 divorcios en el 2004 a más de 100.000 divorcios en el 2014, según el Instituto de Política Familiar.
Y la Ley contra la Violencia de Género -otro mina anti-personas dejada por Zapatero y que el Gobierno de Rajoy no ha desactivado- impide la reconciliación en caso de conflicto… Alguien puede alegar “pero es que la reconciliación en casos de violencia es remota”, y, en efecto, es remota pero no imposible, y el Estado se está encargado de cerrar ese portillo, por minúsculo que sea.
Todo eso es cierto. Pero si lo vemos con perspectiva, comprobaremos que esa crisis no es de la institución sino un problema coyuntural de un tiempo -final del siglo XX y comienzos del XXI- y de una parte del mundo -Occidente-. Porque la institución del matrimonio está presente en la Historia de la Humanidad desde el minuto 1, desde Adán y Eva, y llega hasta nuestros días.
Ha habido matrimonio -unión natural, monógama y estable- en todos los momentos de la Historia, en todas las latitudes geográficas, en todas las culturas… por la sencilla razón de que la unión del hombre y de la mujer para perpetuar la especie es algo natural, no un invento artificial, ni una exigencia cultural, ni una imposición religiosa. Al principio… era el matrimonio, antes que el Estado.
Los que están en crisis son algunos matrimonios de Occidente; y sólo desde hace cuatro o cinco décadas. ¿Qué es eso comparado con los milenios que nos preceden? Y la crisis no puede durar porque el río termina volviendo siempre a su cauce: es pretender luchar contra la naturaleza. 
Eso explica que, incluso en ambientes a priori hostiles, siga habiendo parejas que prometen quererse en la salud y la enfermedad, cumplen esa promesa, tienen y crian  a sus hijos, y envejecen juntos. Me refiero no sólo a matrimonios por la Iglesia, pero también a uniones civiles.
En Actuall hemos recopilado trece parejas famosas del mundo de la farándula, los toros o el deporte que, en un entorno y una época difíciles para la estabilidad conyugal, han desmentido el tópico de que el amor es temporal. Te adelanto como suscriptor del periódico el reportaje que ha preparado Tamara García Yuste.  https://www.actuall.com/familia/trece-parejas-de-famosos-desmienten-que-el-matrimonio-para-siempre-sea-imposible/
Desde el seleccionador Vicente del Bosque hasta el actor Matt Damon, pasando por el protagonista de la famosa serie de televisión ‘Doctor House’, el campeón de rallyes Carlos Sainz y sus respectivas mujeres, o el torero Enrique Ponce y su esposa Paloma Cuevas, entre otros.
No todos son creyentes, ni todos están casados por la Iglesia. Alguno es abiertamente ateo como Hugh Laurie, o tienen una sensibilidad de izquierdas -como la pareja formada por Víctor Manuel y Ana Belén-. Y es que la del matrimonio es una causa transversal, por enecima de razas, credos y culturas, porque nada hay más natural en el mundo que ese instinto -la atracción entre hombre y mujer- que da origen a una institución -la familia-, por decirlo con palabras de Chesterton. 
Y ésa es la buena noticia.
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