¿Te atreves a romper los muros entre los refugiados y tú?
Unicef lanza la campaña #RompeElMuro con la que anima a 'derribar' los prejuicios contra los niños migrantes y refugiados que llegan a Europa
Madrid
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"Solo quiero decirte que has sido muy valiente al escapar. No querría que te pase nada malo". Esto es lo que una niña madrileña le diría a Obasi, un pequeño de 12 años que huye de la guerra, si le tuviera delante. Como no es así, le escribe una carta y se la envía, pero en realidad, solo un muro les separa, símbolo de tantos otros que dividen a las personas. Algunos son físicos, otros son intangibles, pero muy reales, y Unicef quiere derribar todos. Con su campaña #RompeElMuro la organización recuerda que 28 millones de menores refugiados y migrantes han huido de sus países en busca de un futuro mejor, lejos de la pobreza y la violencia. "Después de un terrible viaje por peligrosos desiertos y mares, llegan a países como el nuestro donde las malas experiencias, lejos de terminar, continúan", subraya la ONG.
"Si queremos que estos niños sean vistos y tratados en la ley y en la práctica en Europa como el resto de los niños, también es necesario que rompamos muros que existen dentro de nosotros mismos y que nos impiden ver antes a una persona que a un migrante, a una niña que a una refugiada”, asegura Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef Comité Español.
Es necesario que rompamos muros que existen dentro de nosotros mismos y que nos impiden ver antes a una persona que a un migrante, a una niña que a una refugiadaMAITE PACHECO, DIRECTORA DE SENSIBILIZACIÓN Y POLÍTICAS DE INFANCIA DE UNICEF COMITÉ ESPAÑOL
El vídeo de la campaña que recoge la escena que se describe es fruto de un experimento callejero en el que se pide a los viandantes que manden un mensaje a un niño refugiado de 12 años, Obasi. Al otro lado de la pared en el que cuelga su fotografía, en el centro de Madrid, está el receptor de las cartas de ánimo y cariño. "Te quiero nada más verte", le dice una señora que, finalmente, puede dar un abrazo al pequeño cuando sale de detrás del muro que les separa.
“Con esta iniciativa hemos querido destacar la importancia de mirar a nuestro alrededor, tomar conciencia de los niños que ya están aquí y preguntarnos si cuando un migrante o refugiado pasa por nuestro lado, somos capaces de demostrar nuestra empatía por lo que han vivido y de verlos como lo que son, niños y niñas, ante todo”, comenta Javier Martos, director ejecutivo del Comité Español de Unicef. La organización ha optado por el experimento social porque quería comprobar "si esas reacciones que tenemos ante lo lejano se repiten también cuando lo tenemos cerca".
Además del corto, la organización ha lanzado una página web en la que comparte las historias reales que les han inspirado para elaborar esta campaña. Como la de Nora, marroquí de 18 años, que "trata de llevar una vida normal como cualquier chica de su edad", se lee en su descripción. "A veces la gente generaliza y eso me molesta. Ser musulmana no es ser terrorista. Yo soy musulmana y no soy terrorista", dice ella. Malick, de 18 años, llegó a España desde Guinea Conakri después de un año y medio de periplo por Malí, Argelia y Marruecos atravesando el desierto a pie y el mar en patera. "En todos los lugares hay buenas y malas personas. pero todos somos seres humanos", destaca el joven. Ambos se han enfrentado a las fronteras interiores de las sociedades que les acogen. Más difíciles de ver que las vallas: la discriminación, el racismo y la xenofobia. La mejor manera de vencerlas, opinan desde Unicef, es mostrando las historias que hay detrás de los niños y los obstáculos a los que se enfrentan.
Como símbolo de esos obstáculos, los muros, las vallas y las paredes, la organización ha enviado un ladrillo a algunos de sus embajadores y amigos del Comité, así como a líderes de opinión y redacciones de los periódicos, la de Planeta Futuro incluida. Las instrucciones son claras, compartir en redes sociales un mensaje: #RompeElMuro. El cantante David Bisbal, los jugadores de baloncesto Pau Gasol y Felipe Reyes, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y hasta un falso Donald Trump, se han unido a la campaña en Twitter, donde ya se acumulan cientos de tuits.
Junto con las historias personales, los tuits y hashtags, los selfies y los ladrillos, la organización tiene una lista de reclamaciones muy concretas: acabar con el racismo y la xenofobia, que se ponga fin a las detenciones de menores, así como a la violencia y la explotación, que se lleven a cabo reunificaciones familiares y que los niños tengan pleno acceso a la educación y la sanidad. ¿Nos atrevemos a romper los muros que nos separan?
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