Soria, sobre Repsol-YPF: "Las cosas parece que se encauzan"

El ministro de Industria asegura que las conversaciones avanzan para evitar la posibilidad de intervención del Gobierno argentino en la petrolera YPF, filial de Repsol

AGENCIAS Madrid14 ABR 2012 - 11:50 CET66

El ministro de Industria, José Manuel Soria. / EFE

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha asegurado hoy que, a lo largo de las últimas 48 horas, "las cosas parece que se encauzan" en relación a la posibilidad de intervención del Gobierno argentino en la petrolera YPF, filial de la española Repsol.

Soria se ha expresado así en declaraciones a los periodistas a su llegada a la sede del PP para asistir a la reunión que mantiene el presidente del Gobierno Mariano Rajoy con los barones autonómicos de su partidos para informarles de las próximas reformas económicas previstas.

El titular de Industria ha asegurado que él no ha tenido contacto en las últimas horas con las autoridades argentinas y ha recalcado que España desea tener las mejores relaciones con todos los países.

El titular de Industria ha asegurado que él no ha tenido contacto en las últimas horas con las autoridades argentinas

Ha destacado la especial relación que España quiere mantener con los países de América Latina y ha señalado que este es un camino "de ida y vuelta". "A lo largo de las últimas 48 horas las cosas parece que se encauzan y esperemos que eso siga siendo así", ha reiterado Soria.

Varios miembros del gobierno español, con el apoyo de la Comisión Europea, lanzaron ayer advertencias al Ejecutivo de Cristina Fernández sobre las posibles consecuencias de una intervención que pudiera vulnerar los intereses de Repsol, mientras que el gobierno argentino guarda silencio al respecto.

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el dispreciau dice: el mundo político de esta época no se precia por su ecuanimidad, de allí que estemos desbordados de "urgencias" que eclipsan las prioridades elementales... curiosamente, nada distinto sucede en el mundo corporativo-empresario donde la transgresión se ha hecho costumbre y los funcionarios ya no entienden de equilibrios... paralelamente, en la Argentina nunca nos hemos preciado por nuestra ecuanimidad, sí por el oportunismo... sucedió en Malvinas, donde el poder no se dio cuenta de la barbaridad que estaba cometiendo, mostrándose incapaz de medir las consecuencias y así fue que la realidad nos atropelló implacable... antes de Malvinas y después de ellas, la historia se repite una y otra vez... siempre caracterizada por la soberbia de turno. ¿Quién tiene razón?... no importa... el mundo empresario ya no sabe dónde está parado y juega a la ruleta rusa con el revólver cargado con los seis tiros... no exhibe "razón", apenas si esgrime "impericia"... y el mundo humano está revuelto en las "locuras" de directorios sin dirección y en funcionarios obsecuentes que sólo saben decir "sí señor", aún cuando entiendan que el camino asumido conduce al abismo de sus hijos (y el propio). En este concierto de estupideces de las que nadie escapa, no en el primer mundo y mucho menos en los siguientes, existen oportunismos políticos que suelen preciarse por carecer de "sentido de oportunidad"... y nuevamente: ¿tiene alguien la razón?... indudablemente no hay razones legítimas, apenas son burlas que se asumen como razones aún cuando en el fondo y en el frente, estén técnicamente vacías de contenidos. YPF supo ser una empresa "señera" para la Argentina y el mundo... hasta que en la década infame (1990-1999) alguien entendió que podía hacer un negociado y arrasarla, en contra de los intereses nacionales, en contra de la sociedad argentina, en contra de la propia empresa, en contra de los colaboradores de la misma, y agréguele los etcéteras que le plazcan, y luego del "negociado" vino el espanto de las gentes libradas a sus suertes y del país quebrado por las conveniencias oportunistas de una clase política perimida y corrupta por excelencia. La perversidad de los noventa derivó en que los "negociados" se transformaran en "inacciones" que favorecían intereses ajenos en contra del fabuloso desempleo folklórico... consecuentemente, al poder político no le importó la sociedad argentina, tal quedó plenamente demostrado... del mismo modo que al poder político español le importan un bledo los españoles, ciudadanos de pura cepa, como Usted o como yo... sólo importa el "negociado" y su oportunismo. Argentina se vació de contenidos ciertos, no sólo por los infames gobernantes, también por sus opositores, socios solidarios de toda impericia y de toda la injusticia reinante en un país empobrecido hasta el hartazgo, para el favor y el beneficio de unos pocos, cada vez más escasos (esos mismos que no tienen reparo en facturar impuestos a troche y moche, para salvar las arcas del estado imperativo)... Argentina no es ecuánime... tampoco (mucho menos) lo es el Reino Unido de la Gran Bretaña... y en cuanto España, no se precia por su razonabilidad, antes bien sí por su oportunismo medieval que sostiene desde la época del colonialismo que la supo caracterizar. Junto con clases políticas perversas, igualmente perversos son los empresarios socios de las negligencias... ambos nichos (políticos y empresarios) avanzan sobre los derechos ciudadanos, derechos sociales, derechos humanos, haciéndolos polvo y manipulándolos a su antojo... el daño se ejerce por igual para el ciudadano español común, tanto como para el ciudadano argentino común... mientras los políticos y los empresarios acomodan sus cuitas, los ciudadanos padecemos al precio que sea. De allí que este mundo humano amerite una nueva Revolución Francesa estilo Siglo XXI... ya que mientras políticos y empresarios se joden y se amigan, se amigan y se molestan, se traicionan y se arreglan, se burlan y se disimulan, se abrazan y se vejan, todo al mismo tiempo, los ciudadanos pobres y mortales debemos pagar los impuestos y encima de ello, sobrevivir como se pueda. Tanta injusticia no aparece justa... Tanto circo harta... Tanta... para qué seguir dándole atención a algo que, más allá de repararse (o no), se verá arreglado tras las bambalinas del poder, asegurando que tanto los políticos como los empresarios persistan en sus conductas corruptibles, endebles, leves de toda razón y toda lógica, en desmedro de las víctimas de siempre (nosotros), claro está. La verdad, Señores, es que vuestra conducta es patética... aunque no creo que les importe... Abril 14, 2012.-