ADIÓS...

Adiós
Por Maria Eugenia Estenssoro / 31 de Marzo de 2009
Alfonsín, con sus aciertos y equivocaciones, fue un verdadero hombre político. Hasta siempre, Raúl.
Brindémosle un tributo con nuestras propias palabras:

“Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen,
en cumplimiento de pactos preexistentes,

“Con el objeto de constituir la unión nacional,
Afianzar la justicia,

“Consolidar la paz interior,
Proveer a la defensa común,

“Promover el bienestar general,
y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros,
para nuestra posteridad y para todos los hombres
del mundo que quieran habitar en el suelo argentino.”
- . -
“… El pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias, como condición para la existencia de una sociedad libre…”.
Raúl Alfonsín (1927 - 2009)

Mi reflexión es la que sigue:
Mi estimada Señora SENADORA NACIONAL María Eugenia Estenssoro: más allá de los pensamientos o convicciones de cada quién, nadie podrá negar que este hombre cumplió cabalmente con su función pública, dejando además el ejemplo de su "honestidad" que priorizó los derechos ciudadanos por sobre los partidarios y por ende los propios a sabiendas que algunas facciones del peronismo intentaban "libanizar" la ARGENTINA...
Lo que vino después es por todos conocido, ya que la política de la mano de la sociedad BUSH I/Menem se transformó en un negocio a ultranza que diezmó a la ARGENTINA toda, ultrajó a sus ciudadanos, burló los derechos y cimentó el atropello mediático y político como modo de gestión.
Así nos ha ido.
Los que vinieron después se dedicaron a depredar abiertamente, sin miramientos.
La ARGENTINA hoy es un nudo de conflictos que al modo de un madroño ha entrejido el enfretamiento ciudadano para favorecer la subsistencia de grupos de delincuentes de guante blanco y de otros que contribuyen a la corona a efectos de que ésta permanezca incólume más allá de la barbarie.
Se nos va un hombre "ejemplo" con el que uno podrá o no coincidir, pero al que no se le puede endilgar nada que signifique una injuria a la sociedad... y esto no es un tema menor.
Hizo muchas cosas desde el silencio y debió tragarse muchas acciones venenosas generadas desde sus propios costados... pero así son las cosas y esto, antes de mancharlo, lo agiganta... tal ocurrió con el Dr. Arturo Illia a quién todos reconocen como un hito de la democracia nacional. Léase, he aquí otro hito.
Insisto con lo muchas veces expresado en este mismo espacio: "nadie se puede colocar los zapatos del otro" y cada uno de nosotros estamos supeditados a nuestras circunstancias, conocidas sólo por quién las transita...
Ahora que nuestro país enfrenta la diyuntiva de crear un nuevo modelo de gestión política o caer definitivamente bajo las garras de una clase política depredadora por naturaleza, con todo lo que ello implica, este hombre parte dejando un ejemplo que es posible mejorar a la luz de los acontecimientos.
Entonces, un homenaje cierto al hombre: Raúl Alfonsín.
Un reconocimiento a sus esfuerzos por la ciudadanía.
Otro reconocimiento por haber refundado la DEMOCRACIA en nuestro país, soportando los mesianismos de militares caídos en desagracia, mediocres y traidores a la patria.
Otro reconocimiento por haber luchado contra las miserias sindicales organizadas desde el pseudo justicialismo, conducido por un clientelismo político aberrante sustentado por la sociedad Menem/Duhalde.
Un reconocimiento mayor por haber evitado la libanización organizada por sociedades políticas desde su propio partido y las fuerzas sindicales afines al gobierno del ilustre riojano.
Lo que vino después... está a la vista. Se define con una sola palabra: MENTIRA.
Un cordial saludo.
Cerasale