miércoles, 11 de junio de 2008
SIN VALORES CIERTOS... EL FUTURO ES INCIERTO
Señor DIRECTOR de LA NACIÓN: El país está detenido. Alcanza con recorrer la ARGENTINA, sus rutas, para ver el estado deplorable que transitan muchos de nuestros conciudadanos. Mientras ello sucede, y esto desde hace mucho, pero mucho, mucho tiempo, la clase política permanece inmersa en un mundo virtual que no condice con realidad alguna (al menos no relativa a las necesidades sociales que ellos mismos supieron imponer). Existe pobreza e indigencia, vaya si las hay. Alcanza con recorrer la ARGENTINA, sus rutas y ver las grietas en las pieles de rostros marcados por un destino de antojos y caprichos. El país está inmovilizado desde hace bastante más que 90 días. Existe un conflicto con los núcleos productivos del campo, pero es apenas una excusa. Existe un conflicto sumado con los transportistas no Moyanistas que dependen del campo, pero esto es apenas otra excusa. La sociedad ARGENTINA toda está invadida por excusas esgrimidas desde la clase política tratando de explicar lo inexplicable, intentando disimular que el rey está desnudo, completamente desnudo, pero convencido que sus ropajes lujosos esconden sus vergüenzas... Los que tenemos vergüenza no atinamos a comprender a qué se debe, en qué se fundan tantos desatinos juntos. Los que tenemos vergüenza vemos que ARGENTINA se hunde irremisiblemente, apabullada por la inconsciencia de caprichos, antojos, desidias, incapacidades, olvidos, omisiones, y acciones que exponen una negligencia que no tiene punto de comparación. Lo que está ocurriendo en estos momentos puede definirse con una sola palabra: "atropello". Sí, atropello a los derechos humanos de los ciudadanos que trabajan, atropello a los derechos civiles de personas que se ven invadidas en sus vidas sin que exista un ESTADO NACIONAL que garantice sus derechos, atropello al esfuerzo genuino e individual, atropello a la propiedad privada, atropello a la inteligencia, atropello a las tradiciones más caras, atropello a los valores, atropello a la dignidad... Cabría preguntarnos: ¿qué nos pasa?. Sí, ¿qué nos pasa como sociedad?... ¿Qué pasa en las mentes de la clase política?. ¿Cómo puede insultarse la inteligencia de las personas, de los ciudadanos, de esta forma tan dramática y con consecuencias que nadie puede medir?. No tenemos garantías constitucionales porque el propio ESTADO NACIONAL no respeta la constitución nacional amparado en poderes extraordinarios. Todos los ciudadanos estamos a merced de segundas intenciones que esconden peores terceras intenciones. Se habla de re-distribución de la pobreza a costilla del aporte (confiscado discrecionalmente) de otros pobres... No se habla de crear fuentes de producción genuina. Se habla de confiscar y promover el uso y costumbre del acto confiscatorio como derecho cierto de un ESTADO NACIONAL que parece haber perdido el horizonte de la DEMOCRACIA. Tenemos un CONGRESO NACIONAL que está a merced de los intereses de un grupo limitado, pequeño, pero que manipula el poder a su antojo. Tenemos una JUSTICIA NACIONAL invadida en sus roles y por ende sometida desde distintos ángulos que distan de ser el eje académico de la sociedad. La IGLESIA CATÓLICA, al igual que otros cultos que componen el nudo cultural de nuestra nación, se esmera en sostener valores que son vapuleados y desmerecidos a afectos de encaramar en la sociedad la importancia del "anti-valor". Se descalifica permanentemente a la VÍCTIMA colocando a la misma como un sacrifico propiciatorio que se justifica en daños colaterales que favorecen la estrategia política del ESTADO NACIONAL... La ARGENTINA del 2008 es un modelo de horror. La ARGENTINA del 2008 es un modelo de mentiras que tapan otras mentiras. La ARGENTINA del 2008 es un modelo de división social de consecuencias intangibles. La ARGENTINA del 2008 es un modelo de indigencia y exclusión crecientes, geométricamente. La ARGENTINA del 2008 es un modelo que intenta establecer la ausencia de valores como eje social. Los discursos están vacíos de contenido. La realidad está ahogando la dignidad de las personas y está atropellando las vidas de cada uno de nosotros. Cabe preguntarse: ¿Hasta cuándo?. Sí, ¿hasta cuándo?. Los DERECHOS HUMANOS, rigen únicamente para los obsecuentes del poder? Entiendo que la SOCIEDAD ARGENTINA no quiere esto. Tenemos una historia llena de desaciertos y de salvadores que nos hundieron en sus negligencias. Si la ARGENTINA del 2008 se fundamenta en las divisiones y en la confrontación, seguirán horas tristes donde el conflicto instalado como método nos llevará a una senda que sabemos tiene un precio altísimo del que se regresa más lastimados de lo que estamos ahora. La clase política debe asumir que en este mundo se terminaron las fronteras y la soberanía la constituyen los valores culturales de una sociedad funcionando como tal. Ya no hay espacio para invasiones apasionadas del pensamiento colectivo. Donde no prima el "sentido común" y la capacidad para escuchar, ver y entender al otro en sus circunstancias, sólo queda espacio para acumular más mentiras, más desprecio, más olvido, más exclusión. ARGENTINA hoy está pobre. Pobre de valores y con la dignidad destruida, comprada. Nuestros hijos, nuestros nietos, no disponen de un futuro cierto, acorde al esfuerzo de sus antecesores. ARGENTINA no dispone de un mañana necesario y adecuado al deseo y la esperanza de los muchos. Quizás esta reflexión aparezca como "naif"... No obstante ello, cuando la necedad se encarama por sobre los valores sociales, el final nunca es bueno. La historia de la humanidad está plena de ejemplos. ¿Seremos nosotros, sufridos argentinos, uno más de esos tristes ejemplos?... DIOS ilumine a la clase política y nos guie en estas horas de tanta tribulación y oscuridad. Un cordial saludo CERASALE, Víctor Norberto 10119347
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