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Cumbre de Nairobi sobre población busca revivir promesas de El Cairo
- Al menos 830 mujeres mueren cada día por causas evitables, 33 000 niñas se ven obligadas a contraer matrimonio infantil y otras 11 000 niñas son sometidas a mutilación genital femenina. Estas son algunas de las crueles realidades que enfrentan las mujeres jóvenes a diario.
Y esas realidades y otras igualmente negativas para las mujeres serán a las que tendrán que afrontar los delegados que asistirán en la 25 Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD25), que acoge la capital de Kenia entre el martes 12 y el jueves 14, donde se espera que se revitalicen las promesas incumplidas de la conferencia de El Cairo, 25 años atrás.
“La Cumbre es un llamado a la acción para acelerar el progreso hacia el mundo que imaginamos en 1994”, dijo Arthur Erken, uno de los tres copresidentes del Comité Directivo Internacional de la Cumbre de Nairobi, en diálogo con IPS.
Erken enfatizó que la magia de la primera Conferencia de la CIPD, en septiembre de 1994, estuvo en el cambio de paradigma de “un enfoque de desarrollo basado en números para colocar a las personas, sus necesidades y aspiraciones, en el corazón del desarrollo sostenible”.
Para el copresidente la cumbre de Nairobi es, por lo tanto, un llamado a la acción para que los países y organización cumplan con la Promesa de El Cairo al hacer compromisos concretos para lograr los objetivos de la CIPD.
Coorganizada por los gobiernos de Kenia y Dinamarca y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la cumbre tiene como herencia un cuarto de siglo de incumplimientos con los compromisos asumidos a favor de millones de mujeres y de niñas en todo el mundo, reconoció Erken.
“El mundo que imaginamos en El Cairo no es una realidad”, dijo Erken, quien es el director de Comunicaciones y Asociaciones Estratégicas de UNFPA.
La Promesa de El Cairo planteaba como plan de acción el garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos servicios seguros de embarazo, parto y planificación familiar, y que estén libres de toda forma de violencia y prácticas negativas para su desarrollo.
Otros expertos, como Beatrice Okundi, subdirectora del keniano Consejo Nacional de Población y Desarrollo, afirman que en el centro de la promesa se encuentra la igualdad de género y el énfasis puesto en la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Okundi dijo a IPS que acelerar la Promesa de El Cairo requerirá crear conciencia sobre la relación entre el crecimiento de la población y el desarrollo sostenible.
“Para que Kenia absorba un millón adicional de personas cada año, como lo ha hecho en los últimos 10 años, nuestra economía debe crecer a una cifra de dos dígitos desde el actual 5,7 por ciento”, planteó, en una realidad extrapolable a otros muchos países del Sur en desarrollo.
Cinco temas para la acción
Erken explicó que la cumbre se centra en cinco temas: el acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, financiamiento de la agenda de la CIPD, aprovechamiento de los dividendos demográficos, fin a la violencia de género y las prácticas nocivas contra la mujer, y defensa del derecho a la salud sexual y reproductiva, incluso en contextos humanitarios vulnerables.
Además, subrayó, la cumbre se va a concentrar en la adopción de medidas para alcanzar los llamados tres ceros críticos: cero necesidad insatisfecha de planificación familiar, cero muertes maternas y cero violencia y prácticas dañinas contra mujeres y niñas, incluidos los matrimonios infantiles y la mutilación genital femenina.
“CIPD25 también se trata de evaluar cuánto costarán estos tres ceros a los gobiernos y a los aliados, y enfatiza la necesidad de modelos financieros innovadores”, agregó Okundi.
La funcionaria keniana es que el objetivo es que “la CIPD establezca un plan con visión de futuro que promueva el bienestar humano y sus derechos, mucho antes que los números”.
Erken señaló que la Declaración de Nairobi “no se trata de un documento negociado” por los gobiernos partes. Pero sí es un marco global que representa el resultado de amplias consultas con las diferentes partes interesadas, comenzando por los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan el tema de la población.
“Esta declaración es una encarnación de áreas que necesitan priorización. Es un reflejo del estado de implementación del Programa de Acción de la CIPD y las áreas donde se requieren compromisos concretos para avanzar la agenda de la CIPD”, detalló.
Terminar lo empezado
Pero no todos los expertos o delegados son tan optimistas, como lo expresó Angela Nguku, directora ejecutiva de la internacional Alianza de la Cinta Blanca para una Maternidad Segura (WRA, en inglés), quien considera que no hay necesidad de más promesas y compromisos.
“Necesitamos terminar lo que comenzamos en El Cairo eliminando obstáculos, especialmente la corrupción de nuestro camino”, dijo a IPS.
Nguku planteó que la apropiación indebida de fondos públicos sigue siendo una brecha entre la población y la Promesa de El Cairo.
“La agenda de la CIPD sigue sin cumplirse, no debido a una brecha de recursos, sino a una brecha de liderazgo y gobernanza. Necesitamos poner los recursos que tenemos donde se necesitan”, remarcó.
No esperar otros 25 años
No obstante, los delegados esperan que los nuevos compromisos asumidos en los próximos tres días conduzcan a terminar de ejecutar los compromisos incumplidos en la histórica conferencia de El Cairo.
La CIPD25 reúne a más de 6 000 delegados de todo el mundo, con al menos 164 países y delegados provenientes de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones de base, jóvenes, líderes empresariales y comunitarios, organizaciones religiosas, pueblos indígenas.
También participan representantes de instituciones financieras internacionales, personas con discapacidad, académicos y muchos otros que trabajan por la búsqueda de la salud y los derechos sexuales y reproductivos.
“La cumbre no es una plataforma para prescribir soluciones para convocar a los países y delegar a sus representantes. Es una oportunidad para que los gobiernos y otros socios asuman compromisos y se apropien del proceso”, dijo Erken.
Los expertos reconocen que se han logrado enormes progresos en los últimos 25 años, pero enfatizan que será necesario lograr mucho más en un período de tiempo más corto, para cumplir las metas de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“No podemos tener otros 25 años de CIPD. Esperemos que esta sea la última”, observó Erken, un día antes de comenzar tres días de deliberaciones en la capital keniana.
T: MF
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