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Más embajadoras ante ONU que nunca, pero paridad de género sigue lejos
- Al comenzar octubre, la comunidad diplomática de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York contaba con un número récord de mujeres como representantes permanentes (PRUN), 50 en total, frente a solo entre 15 y 20 en los años 80 y comienzos de los 90. Pero aunque sea un récord, es una cifra muy distante a los 140 varones en similar cargo.
En total, son 193 los países miembros representados en la Asamblea General, el máximo órgano en la formulación de políticas de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), pero los tres restantes si bien son mujeres están como encargadas interinas en sus misiones, por lo que no tienen rango de PRUN, la sigla en inglés para los representantes permanentes.
El medio centenar de PRUN femeninas son integrantes también de una asociación exclusiva: el Círculo de Embajadoras de Mujeres, un colectivo en ampliación permanente.
Solo una vez dentro de la ONU se rompió el techo de cristal que obstaculiza la paridad de género. Fue el septiembre de 2014, cuando seis de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU estaban encabezados por mujeres, en un órgano monopolizado secularmente por varones.
“Es un poco extraño que nos haya tomado tanto tiempo”, dijo entonces la embajadora Sylvie Lucas de Luxemburgo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, criticó a comienzos de octubre ante delegados en el organismo que “ningún país del mundo está en camino de alcanzar la igualdad de género para 2030, y las mujeres continúan siendo obstaculizadas por leyes discriminatorias, acceso desigual a oportunidades y protecciones, altos niveles de violencia y normas y actitudes perjudiciales”.
Por lo tanto, el logro de la paridad de género entre los embajadores hombres y mujeres puede estar muy lejos, al ser un reflejo de las políticas nacionales a favor de esta meta incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que componen la Agenda de Desarrollo 2030.
Anwarul K. Chowdhury, ex representante permanente de Bangladesh y ex secretario general adjunto de la ONU, dijo a IPS que cualquier progreso hacia la igualdad “es bienvenido” y así debe verse el histórico número de embajadoras ante el organismo en Nueva York.
“Sin embargo, tenemos un largo camino por recorrer incluso para alcanzar la igualdad numérica entre 193 Estados miembros”, dijo quien impulsase la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad, cuando era su presidente en 2000. Esa resolución subraya el determinante papel de la mujer en la prevención y solución de conflictos, así como en las negociaciones de paz y en la construcción de la paz.
El diplomático también recordó “el llamado a la acción de la sociedad civil” en que se instó a los gobernantes que concurrieron el 25 de septiembre de 2013 a la Asamblea General de ese año y a reuniones de alto nivel, “a tomar medidas para la igualdad de la participación de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones en cuatro áreas”.
Esas áreas eran:
- Nombramiento de una mujer como la próxima Secretaria General de la ONU. La realidad es que los nueve secretarios generales del organismo en sus 74 años han sido todos hombres.
- Nombramiento de mujeres como futuras presidentas de la Asamblea General por los Grupos Regionales. La realidad es que solo cuatro de sus 74 presidentes han sido mujeres.
- Elección de más mujeres como jefas de varios órganos de gobierno de la ONU. La realidad es que las mujeres están abrumadoramente subrrepresentadas en esas instancias.
- Nombramiento por parte de los Estados miembros de más mujeres como embajadoras ante la ONU en Nueva York y Ginebra. La realidad es que hay una enorme subrrepresentación de mujeres, pese a los avances.
En los cuatro puntos, la comunidad de la ONU necesita hacer mucho más “para poder llamarlo hacer historia”, dijo Chowdhury.
Kshenuka Senewiratne, la primera PRUN mujer de Sri Lanka en más de 63 años, dijo a IPS que el empoderamiento de género ha seguido avanzando en su país y que actualmente las mujeres superan en número a los hombres en varios ámbitos de la vida, y particularmente en la educación superior.
A su juicio, esto también se refleja en la diplomacia esrilanquesa, donde las mujeres han vencido a los hombres en los exámenes para el servicio exterior.
“Y es posible que las mismas tendencias continúen en muchos países en desarrollo, incluso cuando la ONU intenta avanzar en su Agenda de Desarrollo 2030, donde el empoderamiento de género sigue siendo una de las prioridades”.
Pero aun así, “todavía tengo que escuchar a mis colegas aquí decir que fue una decisión concertada a favor del equilibrio de género” la que ha impulsado a más mujeres embajadoras ante la ONU en Nueva York, disminuyendo el factor de su valía profesional, criticó.
La veterana periodista Barbara Crossette, ex jefa de la Oficina de la ONU de The New York Times, dijo a IPS que “este fenómeno de más mujeres poderosas en la diplomacia no es diferente a las mujeres que se elevan por su cuenta en la política y no solo por heredar el liderazgo como viudas, hijas u otros parentescos con hombres, como Indira Gandhi, Sirimavo Bandaranaike, Benazir Bhutto, Chandrika Kumaratunga o Cristina Fernández de Kirchner”.
En ese sentido, subrayó que ahora “hay más Angelas Merkel, Michelles Bachelet o Elizabeths Warren”, por nombrar solo algunas mujeres con reconocidos liderazgos políticos y diplomáticos.
“Las mujeres también están aumentando en agencias internacionales y organizaciones de la sociedad civil, ganando experiencia en asuntos mundiales, geopolítica y conflictos armados, a menudo en uniforme y usando una boina de mantenimiento de la paz”, dijo Crossette, editora jefe de PassBlue y corresponsal en la ONU de The Nation.
La periodista puntualizó que “no necesariamente” más mujeres al frente de las representaciones ante la ONU ayudarán a la causa de una mayor y mejor igualdad de género. A su juicio, eso dependerá de que la Secretaría General y las misiones en el terreno se enfrenten contra los denigradores y abusadores de mujeres dentro del sistema.
Parafraseando a una antigua subsecretaria general, Crossette dijo que “solo si los Estados miembros eligen a las mujeres más competentes y destacadas al hacer sus designaciones para cargos en el sistema de la ONU”, se contribuirá a impulsar la paridad de género.
“Deben ser modelos” las mujeres que ocupen cargos destacados dentro de la ONU, sentenció.
El bangladesí Chowdhury, por su parte, consideró que la importancia política de contar con más mujeres como embajadoras ante la ONU se reforzaría si ellas llamaran la atención con sus acciones conjuntas, más allá de que cada representante actúa en general con base en instrucciones de sus gobiernos.
“Su coalición puede unir esfuerzos para enfocarse particularmente en aquellos temas directamente relacionados con el empoderamiento y la igualdad de las mujeres, como el Objetivo 5 de los ODS”, el de la igualdad de género, dijo.
También pueden solicitar mayor participación de liderazgo en la implementación de la Resolución sobre la mujer y la paz y la seguridad o adoptar iniciativas conjuntas a favor de la paridad de género en los altos cargos de la ONU, tanto en sus sedes como en el terreno.
“Las mujeres embajadoras podrían crear estrategias para convertir esta mejora numérica recién obtenida en una coalición efectiva para alcanzar los objetivos globales de igualdad y empoderamiento de las mujeres”, argumentó.
Además del aumento en el número de embajadoras, otro acontecimiento alentador fue que tres embajadoras consecutivas fueron elegidas como presidentas del Consejo Económico y Social (Ecosoc). En 2017 lo fue una representante de la República Checa, en 2018, de San Vicente y las Granadinas, y 2019 desde Noruega.
Esto ha mejorado un poco el triste historial de Ecosoc, quien desde 1946 tuvo solo hombres al frente, hasta que en 2003 fue elegida como su presidenta la embajadora finlandesa Marjatta Rassi. En total, hasta ahora ese trascendente Consejo ha tenido cinco presidentas.
Mientras tanto, en un almuerzo de trabajo en abril del Círculo de Mujeres Embajadoras, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, quien fue presidenta de la Asamblea General en 2018 instó a que la ONU actúe con el ejemplo, al recordar que solo una cuarta parte de representantes permanentes eran mujeres en ese momento y que solo una de las comisiones principales de la Asamblea General tiene presidencia femenina.
En su informe anual sobre “El mundo de la organización”, publicado a comienzos de este mes, Guterres aseguró, no obstante, que la ONU continúa progresando significativamente hacia la paridad de género.
Por primera vez en la historia de las Naciones Unidas, “hemos logrado la paridad de género en el Grupo de Alta Dirección y entre los coordinadores Residentes, y estamos casi a la paridad entre los altos cargos de liderazgo en toda la Organización, mucho antes de mi fecha objetivo de 2021 “, aseguró.
T: MF
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