29 de mayo de 2019, Santos Voto y Félix, Santa Úrsula Ledóchowska, San Maximino de Tréveris.
Victor Norberto (el dispreciau): sus caras lo dicen todo.
Ignoraban que la realidad tiene un precio. Y ese precio tiene un nombre: es la maldición del sistema.
Un precio que para la historia de la Humanidad significa el progreso. Y para el ser humano, caminar hacia la madurez.
Consiste en pasar de la adolescencia a la edad adulta. Lo que traducido a política significa pasar del fogoso antisistema a integrarse en el único sistema que te permite cambiar las cosas.
Para quienes presumen de denunciar y combatir el sistema y pretenden vivir permanentemente en modo incendiario, ese precio significa un fracaso. De ahí sus caras.
En cambio no hay precio a pagar para quienes pensamos que el sistema es la herramienta menos mala y más democrática para mejorar la vida de todos y empezar a construir.
El drama de esta pandilla de adolescentes, algunos de edad tan avanzada como la última exalcaldesa de Madrid, es que llegaron en modo incendiario, estuvieron cuatro años quemando en su particular hoguera la convivencia y los derechos de quienes no son ellos, y ahora descubren que cambiar las cosas no era prender fuego.
Descubren que servir a tus conciudadanos es conseguir que tus sueños encajen las urnas.
Han perdido la oportunidad de construir. Y por eso les hemos mandado de vuelta a casa. Y no es la maldición del sistema sino la maldición de todos los antisistema que en el mundo han sido, la prueba que no todos superan, la de abandonar la pira y empezar a levantar ladrillo tras ladrillo.
Ojalá todos ellos, los de las fotos de la tristeza antisistema, descubran pronto que se les pasó la edad del fuego. Solo así tendrán una oportunidad para aportar algo positivo a la vida de todos.
La izquierda reaccionaria
Hubo una vez una izquierda salida de calles y plazas, de acampadas y asambleas.
Una izquierda que propuso a las personas más humildes mejorar su vida a cambio de su voto. Y las acabó perjudicando.
“Sígueme, este es mi camino al trabajo. Una, dos, tres y antes de llegar al metro, cuatro casas de apuestas. En mi calle hay varios narcopisos, uno de ellos en mi edificio, son mis vecinos de abajo. Tengo que cuidar que mis hijos no se enganchen a la droga y al juego, porque lo tienen más a mano que nunca. Y todo eso ha sucedido con Carmena en la alcaldía.
Los carteles de San Isidro, Madrid Central, las fiestas con los Javis y las magdalenas están muy bien, pero solo representan a un madrileño muy concreto, el moderno de Lavapiés y Malasaña. Se olvidó la alcaldesa de las clases obreras de los barrios, que no solo somos más que los modernos sino que estamos mucho más jodidos.” (Carmena se dejó la alcaldía en los barrios pobres)
Cabe preguntarse si se trataba de una izquierda nueva, distinta a la izquierda que conocíamos antes del 15-M.
En absoluto. Es la izquierda de siempre, la de toda la vida. Solo cambiaron las caras, los nombres, las coletas y los lemas al estilo mayo del 68. Pero la playa nunca estuvo bajo los adoquines. Y cuando desaparece la resaca, el velo de la izquierda pos15M, como el de la izquierda de toda la vida, se rasga de parte a parte, desvelando lo que siempre oculta: que solo es capaz de representarse a sí misma. Y para conseguirlo, pasa por encima de todos.
Dios nos libre de la pereza ante el combate, que de los adolescentes de todas las edades con cargo público ya nos libramos nosotros con las urnas.
TU DÍA ACTUALL
El peligro se llama Carlos Elordi. El columnista de El Diario dice en su columna que Marchena “con su sentencia, puede decidir el devenir político del país”. Lo cual es falso. Le acusa de prevaricación sin pruebas . La opinión de José Carlos Rodríguez, aquí.
Apoyo a Reig Pla / “Estoy en todo mi derecho de hacer este camino que me ha devuelto la alegría”. “Durante muchos años viví buscando respuesta a la confusión que existía en mí interior. Yo deseaba casarme y formar una familia, pero mi cuerpo actuaba diferente”. Son las palabras de un hombre que recibió asesoramiento en COF de Alcalá de Henares, gracias al cual ha encontrado “la alegría y las ganas de vivir”. Su testimonio completo, aquí.
Irlanda retrocede en la protección del matrimonio tras un referéndum. Tras equiparar el mal-llamado matrimonio gay en 2015, también por referendum, ahora el Primer Ministro Leo Vadakar propone una relajación de las condiciones del proceso de ruptura matrimonial tras el respaldo mayoritario recibido en referéndum por el 82% de los votantes. La noticia, aquí.
“Historia, religión y familia”, tres valores a recuperar en Polonia. Un informe presentado en Varsovia refleja que el 28% de los polacos se muestra de acuerdo con la afirmación “no estamos unidos, como sociedad y nación, por valores comunes”. Paweł Woliński, portavoz y director de campañas de CitizenGO en Polonia denuncia que estos valores son los más atacados en la actualidad. Más información aquí.
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Que pases un buen día actuando por las buenas causas. ¡Hasta mañana!
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