Alemania y Francia defienden la política de defensa europea frente al escepticismo de EE UU
El secretario general de la OTAN alerta del riesgo de que la política militar de la UE duplique las capacidades aliadas
Múnich
Dos agentes hacen guardia ante el Bayerischer Hof, el hotel donde se celebra la Conferencia de Seguridad de Múnich. SVEN HOPPE AP
París y Berlín desplegaron este viernes en Múnich una firme defensa de la recién nacida política de defensa europea, frente a las reticencias suscitadas en Estados Unidos. “Debemos tener autonomía estratégica”, estimó la ministra de Defensa francesa, Florence Parly. “Tenemos que ser más autosuficientes”, dijo la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen. Durante la conferencia de seguridad que se celebra anualmente en la capital bávara, Berlín fue un paso más allá y propuso extender el modelo de cooperación militar a la política Exterior de la Unión.
“Necesitamos una Europa que se proteja. Necesitamos una Pesco [acuerdo de cooperación estructurada] para la política exterior. La autosuficiencia no puede ser solo en términos militares”, dijo la ministra de Defensa alemana. “Ha llegado el momento de despertar. Hay que revivir Europa”, defendió su homóloga francesa.
LA AMENAZA NUCLEAR VUELVE A LA AGENDA
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas alertó en Múnich del peligro de un conflicto nuclear por primera vez desde el fin de la guerra fría. Guterres se refirió a los planes nucleares norcoreanos y estimó que una solución militar a ese conflicto podría tener “consecuencias catastróficas”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se refirió a las ambiciones nucleares rusas y declaró que “la amenaza nuclear vuelve a estar en la agenda. La proliferación está sucediendo ahora mismo”.
Von der Leyen y Parly fueron las encargadas de inaugurar la cita de seguridad en Múnich que tiene lugar en un momento de creciente inestabilidad global y renovada tensión transatlántica. Con el conflicto sirio, que lejos de remitir amenaza contagio, Estados Unidos abdicando de su papel de potencia global y Rusia como motor de desestabilización occidental a caballo de fuerzas populistas y nacionalistas y Oriente Próximo en plena ebullición, el mundo se encuentra “al borde de un conflicto significativo”, según el informe presentado este año en Múnich.
Washington pide a los europeos una mayor implicación militar, pero a la vez teme perder influencia, sobre todo comercial, con la integración de la defensa de los países europeos. En Múnich, Von der Leyen reiteró el compromiso alemán de incrementar el presupuesto militar, aunque no habló de alcanzar la contribución a la OTAN del 2% del PIB como pide Washington. Pero sobre todo, la ministra alemana insistió en que la seguridad global no se alcanza solo con las armas y que la inversión en desarrollo es igual de importante.
“Necesitamos un plan de seguridad global”, dijo la ministra, en una intervención en la que destacó la necesidad de financiar a Naciones Unidas y promover el multilateralismo frente al aislacionismo estadounidense. “Nosotros los europeos tenemos que hacer grandes esfuerzos, pero Estados Unidos tiene obligaciones que van más allá de las militares […] Hay que reforzar a Naciones Unidas”. Y puso como ejemplo el Plan Marshall con el que EE UU contribuyó a la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial para demostrar que sin desarrollo no hay paz posible.
Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, felicitó a los países aliados por haber incrementado su presupuesto en Defensa durante tres años consecutivos. En 2024, al menos 15 países habrán alcanzado el compromiso de contribuir con un 2% de su PIB a la Alianza Atlántica. Pero también echó un jarro de agua fría a las ambiciones de autosuficiencia europeas. “La realidad es que Europa no puede protegerse por sí misma. Los países de la OTAN que no pertenecen a la UE juegan un papel fundamental”, afirmó Stoltenberg. El secretario general dio la bienvenida a la nueva integración europea de Defensa, pero también destacó los potenciales riesgos que plantea. “Con las oportunidades viene el peligro de debilitar a la OTAN, de duplicar el trabajo de la Alianza y de discriminar a los países que no son miembros de la UE”. Por si no había quedado claro, remachó: “No se trata de crear una alternativa a la OTAN”.
Henning Hoff, director de la Sociedad alemana para la Política Exterior (DGAP) explicó en los márgenes de la conferencia que la intervención de Von der Leyen apunta a una clara intención de Berlín de avanzar en la integración europea, pero que para que se produzca cualquier avance, primero debe formarse un Gobierno en Berlín. “El acuerdo de coalición es muy ambicioso en política Europea, pero hasta que no haya Ejecutivo no sabremos cómo de dinámica será esta nueva etapa”, interpreta Hoff.
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