Uno de cada seis detenidos palestinos por las protestas sobre Jerusalén es menor
La justicia militar prorroga el arresto de Ahed Tamimi, de 16 años, protagonista de un vídeo viral
Jerusalén
Ahed Tamimi, la chica de 16 años detenida durante la madrugada del día 18 en Nabi Saleh (Cisjordania) permanecerá en prisión preventiva al menos 10 días. La justicia militar israelí ha prorrogado hasta el jueves el arresto de esta pequeña Pasionaria de los territorios ocupados porque considera que puede “representar un peligro” y “obstruir la investigación del caso”. Su imagen en un vídeo que ha surcado las redes sociales con fuerza viral —en el que se encaraba a manotazos con dos soldados que montaban guardia ante su casa—, ha proporcionado inesperada proyección a la movilización tras la declaración de Donald Trump que reconoció a Jerusalén como capital de Israel.
Ahed Tamimi asiste en el penal israelí de Ofer a la audiencia que prorrogó su detención. AHMAD GHARABLIFOTO: AFP / VÍDEO: EPV
En el último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU para los territorios ocupados palestinos que incluye datos comprendidos entre el 5 y 18 de diciembre, se da cuenta de la detención de 364 palestinos en Cisjordania —de los que 63, una sexta parte, eran menores de edad— en las dos primeras semanas de protestas por la declaración de Trump sobre Jerusalén.
La mirada desafiante de Ahed Tamimi a los funcionarios de la prisión y tribunal de Ofer (cerca de Ramala, sede de la Autoridad Palestina) reflejaba en su comparecencia del día de Navidad la determinación de una niña criada en una familia de activistas.
A Ahed la acompañan en la cárcel su prima Nour, de 15 años, con quien aparece en el vídeo del pasado día 15 frente a los soldados, y su madre, Nariman, que grabó las imágenes. Las dos menores están acusadas de “agresión” a los militares. La mujer adulta está entre rejas bajo el cargo de “incitación” a la violencia.
Se trataba de la segunda vez que los jueces del Ejército extendían su detención preventiva. Las fuerzas de seguridad israelíes han aportado, según informa Haaretz, nuevos cargos para que se acumulen en la causa abierta en su contra, por otros incidentes ocurridos el pasado mes de mayo y en abril de 2016. Un editorial del mismo diario israelí ha reclamado abiertamente la liberación de la muchacha y de sus dos familiares por razones de “equidad”, al comparar su protesta con las movilizaciones de los colonos israelíes en Cisjordania en defensa de sus asentamientos, que las tropas no suelen reprimir. “No existe y nunca ha existido una ocupación militar —y ciertamente ninguna que haya durado 50 años— que no haya suscitado resistencia”, argumentaba el rotativo.
Un portavoz de la Fuerzas Armadas ya había replicado a otra publicación anterior de Haaretz que la justicia militar se aplica teniendo en consideración la edad de los detenidos: “Los menores comparecen ante interrogadores cualificados para tratar con jóvenes, su periodo de detención es mas corto que el de los adultos y sus casos son vistos por un tribunal de menores militar”.
La celda es la norma, no la excepción
Un estudio de la Asociación de Derechos Civiles de Israel (ACRI) sostiene que la prolongación de la detención hasta que se concluye el sumario suele ser “la norma y no la excepción a la regla”, en contra de lo establecido en la Convención de los Derechos del Niño de la ONU y en la propia legislación israelí.
Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes se saldaron en el mismo periodo con ocho palestinos muertos y cerca de 2.900 heridos —entre los que se contabilizan 345 menores—, y con siete israelíes heridos, según el recuento de la OCHA.
La rama palestina de Defensa Internacional de los Niños ha detallado ocho casos de menores que han sufrido heridas graves a causa del mal uso de material antidisturbios o por el impacto de balas recubiertas de goma. Cuatro de ellos presentan graves lesiones en la cabeza, y otros dos, la pérdida de un ojo. Entre estos casos extremos figura el de Mohamed Tamimi, de 15 años, primo de la adolescente detenida. Una bala recubierta de goma quedó alojada en su cráneo, y los cirujanos tuvieron que practicarle dos operaciones para extraérsela. El padre de Ahed, Bassem Tamimi, reveló en Facebook que su hija se encaró el día 15 con los soldados poco después de que su primo fuera evacuado con la cabeza ensangrentada.
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