Una lluvia torrencial inunda parte de Buenos Aires y deja ocho muertos
En la madrugada del martes llovió todo lo que se esperaba para abril
El Gobierno municipal recibe una ola de críticas por la falta de previsión
Alejandro Rebossio Buenos Aires 2 ABR 2013 - 21:07 CET134
En un solo día llovió este martes en Buenos Aires todo lo que se preveía para abril. Nunca antes había caído tanta agua en este mes del otoño austral en la capital argentina. Los 155 milímetros que, según los datos oficiales, se derrumbaron entre la medianoche del lunes al martes y las siete de la mañana inundaron diversos barrios de la ciudad y sus suburbios y dejaron ocho muertos.
Trenes y líneas de metro quedaron sin funcionamiento, algunos vehículos fueron arrastrados por la corriente y hubo cortes del servicio eléctrico. El caos también provocó críticas por presunta falta de prevención y falta de asistencia a los damnificados contra el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que anhela suceder en 2015 a la peronista Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia argentina.
Las inundaciones afectaron sobre todo el norte de la capital. En algunas zonas de los barrios porteños de Belgrano y Saavedra había un nivel de más de un metro de agua sobre las calles. Ocho adultos y ancianos perdieron la vida, dos de ellos por paros cardíacos y otros dos electrocutados. Seis casos ocurrieron en la capital y dos en la periferia, en el llamado Gran Buenos Aires.
Dos de los fallecidos eran de Saavedra, donde meses antes vecinos habían protestado por las obras de un centro comercial que, según ellos, había provocado reiteradas inundaciones. Una muerte ocurrió en Colegiales, otra en Villa del Parque y dos en Villa Urquiza, donde un trabajador del metro que falleció electrocutado cuando trabajaba en los rieles de la línea B. Tras el incidente, los operarios de la línea se declararon en huelga para protestar por las condiciones laborales. “Esto fue un asesinato, no un accidente”, dijo el delegado sindical Claudio Dellecarbonara. El dirigente responsabilizó a la compañía privada licenciataria del metro, Metrovías, propiedad del grupo local Roggio, al Gobierno de Macri y al de Fernández, que a principios de 2012 cedió el control del servicio a Buenos Aires. “Es la tercera muerte en un año y medio”, se quejó Dellecarbonara. “El tercer riel (del metro) no debería haber estado electrificado porque estaba inundada la estación. El compañero murió por la negligencia y la falta de interés de la empresa y los gobiernos”, atacó el sindicalista. Antes de la huelga, el anegamiento de las vías había llevado a que cuatro líneas de metro operaran en circuitos reducidos. Lo mismo sucedió en dos ferrocarriles de cercanías.
Por la red social Twitter llovieron los reproches contra el jefe de Gobierno porteño. Allí los kirchneristas se preguntaban dónde estaba Macri. El alcalde había aprovechado la Semana Santa y los festivos de este lunes y martes en Argentina por el homenaje a los combatientes en la Guerra de Malvinas (1982) para tomarse unas vacaciones. También había viajado su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
“No lo busquen a Macri porque está descansando en Trancoso, Brasil. Tampoco a Rodríguez Larreta, está en Europa”, contestó por Twitter el concejal Aníbal Ibarra, exalcalde destituido por su actuación en el incendio de una discoteca en 2004. El portavoz del alcalde dijo que su jefe estaba emprendiendo el viaje de regreso.
Macri, de Propuesta Republicana (PRO), está intentando que su fuerza política se extienda más allá de la capital, para poder proyectarse como candidato presidencial dentro de dos años. Para ello está tejiendo alianzas con peronistas antikirchneristas y radicales para las elecciones legislativas de agosto y octubre próximos.
“Los niveles de precipitaciones de este cambio climático vinieron para quedarse”, se justificó el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli. El funcionario dijo que ningún otro alcalde de Buenos Aires había invertido tanto en obras hidráulicas como Macri, pero admitió que “las grandes obras llevan su tiempo”. En 2012, cuando el líder conservador, miembro de un clan de empresarios y expresidente del Boca Juniors cumplió cinco años al frente de la capital, se inauguró la primera obra hidráulica importante, la del arroyo Maldonado, con lo que se aliviaron las tradicionales inundaciones en el barrio de Palermo. Sin embargo, queda mucho por hacer y los anegamientos se repiten cada vez que se registran tormentas, algo habitual en Buenos Aires. Ahora la ciudad se inundó porque los arroyos Vega y Medrano se desbordaron.
Más de 300 empleados de Buenos Aires trabajaban ayer en las tareas de limpieza. Ante las quejas de los vecinos por la falta de asistencia, el director general de Defensa Civil porteño, Daniel Russo, reconoció que las líneas telefónicas para atenderlos están saturadas: “Hay que insistir para comunicarse”. Russo dijo que “la cantidad de agua fue una cosa extraordinaria” y “se inundaron calles que nunca se habían inundado”. Para evitar otras electrocuciones, el Gobierno de Macri interrumpió el servicio eléctrico de barrios del norte de la ciudad.
Otros municipios del Gran Buenos Aires también se inundaron. Por ejemplo, Moreno, Ituzaingó, Tigre, Avellaneda, Lanús, Ezeiza, Esteban Echeverría, San Martín, San Isidro y Lomas de Zamora. Una muerte ocurrió en San Martín y otra en La Matanza, donde gobiernan alcaldes kirchneristas. Ambos distritos pertenecen a la provincia de Buenos Aires, al mando del gobernador Daniel Scioli, otro peronista fiel a Fernández, pero con aspiraciones de reemplazarla en 2015.
Diversas autopistas de acceso a la capital se inundaron. En algunas de ellas se produjeron choques múltiples, algunos con heridos, mientras que hubo vehículos arrastrados por la corriente, como un autobús en el que los pasajeros debieron subirse al techo para sobrevivir y después fueron rescatados por una cuerda de un vecino. Si bien la mayor cantidad de agua cayó en la madrugada del martes, durante el resto del día continuaron las lluvias intermitentes.
el dispreciau dice: nadie pensó que iba a llover... pero en la Tierra llueve... nadie estimó una tormenta, pero estas se producen, con o sin cambio climático... en medio de esto, los funcionarios políticos viven atrapados en sus frivolidades de la anti-gestióny de sus incapacidades vestidas de momentos de negligencias, frecuentes, tanto que aburren, y en medio de ello, dependiendo de los argumentos partidarios, los repartos de culpas hartan... ¿y las gentes cuando?... ¿y los que les pagan los salarios, cuándo?... la evidencia es una sola, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, está abandonada a su suerte... no es la única, sucede lo propio con La Matanza, Lanús, La Plata, o cualquier ciudad o pueblo en cualquier parte del país, esto se traduce a que la clase polìtica siempre encuentra respuestas para salvar sus almas a costillas de las del pueblo, de las de los ciudadanos librados a sus suertes. Habrá alguien que le querrá echar la culpa a Cristina Fernández, pero el problema, una vez más, no es ella... somos todos que no exigimos a los intendentes el asumir el rol que les compete... y estos, a pesar de los votos, siguen siendo oportunistas de corrupciones fáciles. ARGENTINA está aberrante... y su clase política sigue detenida en la "gran aldea"... a decir verdad las explicaciones de la jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre la tormenta y sus consecuencias, producía vergüenza ajena... nada distinto a las pseudo-explicaciones de otros funcionarios que aparecían para echar leña a cualquier fuego, total a la gente y sus dramas no las atiende nadie. ARGENTINA está abandonada a su suerte, por ende sus ciudadanos lo están... mientras los políticos aparecen en televisión repartiendo responsabilidades que ninguno asumió... hecho que agota las paciencias. Deberían aprender que NO SIRVE... deberían aprender que por sus funciones están obligados a desarrollar e instalar un plan de contigencias según los grados de gravedad de hechos que se repiten hasta volverse costumbre. Dar excusas produce vergüenza aún cuando la clase política no la tenga... porque ello no resuelve el drama de los ciudadanos. Esta clase política (no la Presidente de la Nación) tiene el don de negar lo evidente, siempre... y repite el error insultando la inteligencia pública de ciudadanos que se han quedado con obligaciones pero sin garantías... entonces, ¿para qe sirve el estado ausente?... ¿para qué sirven los intendentes, siempre negligentes?... ¿para qué pagar impuestos si el estado no asume su rol?... ARGENTINA necesita de una clase política que se deje de buscar excusas oportunistas y que salga a dar conferencias de prensa justificando lo que nunca hizo. Lo sucedido es una vergüenza pública... y el jefe de gobierno de Buenos Aires, si tuviese una pizca de dignidad, debería renunciar y dedicarse a lo que mejor sabe, reirse de los demás. Una vez más se repite la historia, enseñando que de Cromañón no se ha aprendido NADA... pero insisto, cada ciudad y cada pueblo de la ARGENTINA... ha sido abandonada por las impericias políticas que entienden que los votantes son idiotas útiles. ABRIL 03, 2013.-
Trenes y líneas de metro quedaron sin funcionamiento, algunos vehículos fueron arrastrados por la corriente y hubo cortes del servicio eléctrico. El caos también provocó críticas por presunta falta de prevención y falta de asistencia a los damnificados contra el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que anhela suceder en 2015 a la peronista Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia argentina.
Las inundaciones afectaron sobre todo el norte de la capital. En algunas zonas de los barrios porteños de Belgrano y Saavedra había un nivel de más de un metro de agua sobre las calles. Ocho adultos y ancianos perdieron la vida, dos de ellos por paros cardíacos y otros dos electrocutados. Seis casos ocurrieron en la capital y dos en la periferia, en el llamado Gran Buenos Aires.
Dos de los fallecidos eran de Saavedra, donde meses antes vecinos habían protestado por las obras de un centro comercial que, según ellos, había provocado reiteradas inundaciones. Una muerte ocurrió en Colegiales, otra en Villa del Parque y dos en Villa Urquiza, donde un trabajador del metro que falleció electrocutado cuando trabajaba en los rieles de la línea B. Tras el incidente, los operarios de la línea se declararon en huelga para protestar por las condiciones laborales. “Esto fue un asesinato, no un accidente”, dijo el delegado sindical Claudio Dellecarbonara. El dirigente responsabilizó a la compañía privada licenciataria del metro, Metrovías, propiedad del grupo local Roggio, al Gobierno de Macri y al de Fernández, que a principios de 2012 cedió el control del servicio a Buenos Aires. “Es la tercera muerte en un año y medio”, se quejó Dellecarbonara. “El tercer riel (del metro) no debería haber estado electrificado porque estaba inundada la estación. El compañero murió por la negligencia y la falta de interés de la empresa y los gobiernos”, atacó el sindicalista. Antes de la huelga, el anegamiento de las vías había llevado a que cuatro líneas de metro operaran en circuitos reducidos. Lo mismo sucedió en dos ferrocarriles de cercanías.
Por la red social Twitter llovieron los reproches contra el jefe de Gobierno porteño. Allí los kirchneristas se preguntaban dónde estaba Macri. El alcalde había aprovechado la Semana Santa y los festivos de este lunes y martes en Argentina por el homenaje a los combatientes en la Guerra de Malvinas (1982) para tomarse unas vacaciones. También había viajado su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
“No lo busquen a Macri porque está descansando en Trancoso, Brasil. Tampoco a Rodríguez Larreta, está en Europa”, contestó por Twitter el concejal Aníbal Ibarra, exalcalde destituido por su actuación en el incendio de una discoteca en 2004. El portavoz del alcalde dijo que su jefe estaba emprendiendo el viaje de regreso.
Macri, de Propuesta Republicana (PRO), está intentando que su fuerza política se extienda más allá de la capital, para poder proyectarse como candidato presidencial dentro de dos años. Para ello está tejiendo alianzas con peronistas antikirchneristas y radicales para las elecciones legislativas de agosto y octubre próximos.
“Los niveles de precipitaciones de este cambio climático vinieron para quedarse”, se justificó el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli. El funcionario dijo que ningún otro alcalde de Buenos Aires había invertido tanto en obras hidráulicas como Macri, pero admitió que “las grandes obras llevan su tiempo”. En 2012, cuando el líder conservador, miembro de un clan de empresarios y expresidente del Boca Juniors cumplió cinco años al frente de la capital, se inauguró la primera obra hidráulica importante, la del arroyo Maldonado, con lo que se aliviaron las tradicionales inundaciones en el barrio de Palermo. Sin embargo, queda mucho por hacer y los anegamientos se repiten cada vez que se registran tormentas, algo habitual en Buenos Aires. Ahora la ciudad se inundó porque los arroyos Vega y Medrano se desbordaron.
Más de 300 empleados de Buenos Aires trabajaban ayer en las tareas de limpieza. Ante las quejas de los vecinos por la falta de asistencia, el director general de Defensa Civil porteño, Daniel Russo, reconoció que las líneas telefónicas para atenderlos están saturadas: “Hay que insistir para comunicarse”. Russo dijo que “la cantidad de agua fue una cosa extraordinaria” y “se inundaron calles que nunca se habían inundado”. Para evitar otras electrocuciones, el Gobierno de Macri interrumpió el servicio eléctrico de barrios del norte de la ciudad.
Otros municipios del Gran Buenos Aires también se inundaron. Por ejemplo, Moreno, Ituzaingó, Tigre, Avellaneda, Lanús, Ezeiza, Esteban Echeverría, San Martín, San Isidro y Lomas de Zamora. Una muerte ocurrió en San Martín y otra en La Matanza, donde gobiernan alcaldes kirchneristas. Ambos distritos pertenecen a la provincia de Buenos Aires, al mando del gobernador Daniel Scioli, otro peronista fiel a Fernández, pero con aspiraciones de reemplazarla en 2015.
Diversas autopistas de acceso a la capital se inundaron. En algunas de ellas se produjeron choques múltiples, algunos con heridos, mientras que hubo vehículos arrastrados por la corriente, como un autobús en el que los pasajeros debieron subirse al techo para sobrevivir y después fueron rescatados por una cuerda de un vecino. Si bien la mayor cantidad de agua cayó en la madrugada del martes, durante el resto del día continuaron las lluvias intermitentes.
el dispreciau dice: nadie pensó que iba a llover... pero en la Tierra llueve... nadie estimó una tormenta, pero estas se producen, con o sin cambio climático... en medio de esto, los funcionarios políticos viven atrapados en sus frivolidades de la anti-gestióny de sus incapacidades vestidas de momentos de negligencias, frecuentes, tanto que aburren, y en medio de ello, dependiendo de los argumentos partidarios, los repartos de culpas hartan... ¿y las gentes cuando?... ¿y los que les pagan los salarios, cuándo?... la evidencia es una sola, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, está abandonada a su suerte... no es la única, sucede lo propio con La Matanza, Lanús, La Plata, o cualquier ciudad o pueblo en cualquier parte del país, esto se traduce a que la clase polìtica siempre encuentra respuestas para salvar sus almas a costillas de las del pueblo, de las de los ciudadanos librados a sus suertes. Habrá alguien que le querrá echar la culpa a Cristina Fernández, pero el problema, una vez más, no es ella... somos todos que no exigimos a los intendentes el asumir el rol que les compete... y estos, a pesar de los votos, siguen siendo oportunistas de corrupciones fáciles. ARGENTINA está aberrante... y su clase política sigue detenida en la "gran aldea"... a decir verdad las explicaciones de la jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre la tormenta y sus consecuencias, producía vergüenza ajena... nada distinto a las pseudo-explicaciones de otros funcionarios que aparecían para echar leña a cualquier fuego, total a la gente y sus dramas no las atiende nadie. ARGENTINA está abandonada a su suerte, por ende sus ciudadanos lo están... mientras los políticos aparecen en televisión repartiendo responsabilidades que ninguno asumió... hecho que agota las paciencias. Deberían aprender que NO SIRVE... deberían aprender que por sus funciones están obligados a desarrollar e instalar un plan de contigencias según los grados de gravedad de hechos que se repiten hasta volverse costumbre. Dar excusas produce vergüenza aún cuando la clase política no la tenga... porque ello no resuelve el drama de los ciudadanos. Esta clase política (no la Presidente de la Nación) tiene el don de negar lo evidente, siempre... y repite el error insultando la inteligencia pública de ciudadanos que se han quedado con obligaciones pero sin garantías... entonces, ¿para qe sirve el estado ausente?... ¿para qué sirven los intendentes, siempre negligentes?... ¿para qué pagar impuestos si el estado no asume su rol?... ARGENTINA necesita de una clase política que se deje de buscar excusas oportunistas y que salga a dar conferencias de prensa justificando lo que nunca hizo. Lo sucedido es una vergüenza pública... y el jefe de gobierno de Buenos Aires, si tuviese una pizca de dignidad, debería renunciar y dedicarse a lo que mejor sabe, reirse de los demás. Una vez más se repite la historia, enseñando que de Cromañón no se ha aprendido NADA... pero insisto, cada ciudad y cada pueblo de la ARGENTINA... ha sido abandonada por las impericias políticas que entienden que los votantes son idiotas útiles. ABRIL 03, 2013.-
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