jueves, 14 de mayo de 2009

URUGUAY: Tecnología, la gran decisión






Tecnología, la gran decisión
Por Maria Eugenia Estenssoro / 14 de May de 2009
Les acerco mi artículo de opinión publicado hoy en La Nación.

Fue suya la decisión de entregarle a cada chico de la escuela pública primaria una computadora portátil propia, diseñada por el vanguardista Media Lab (Laboratorio de Medios) del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de Estados Unidos. Tabaré Vázquez pasará a la historia como el presidente que puso a Uruguay en la autopista del conocimiento con un enfoque centrado en la educación, la democratización de la información y la equidad.

El año pasado entregaron 175.000 máquinas y este año completarán las 350.000. La palabra que todos repiten y parece la clave del Plan Ceibal, de informatización escolar, es “saturación”. Tabaré no quiso hacer pruebas piloto que quedaran en pequeñas experiencias, demostrativas pero sin escalas políticas capaces de transformar la realidad. Con convicción, destinó 80 millones de dólares del presupuesto nacional a una obra muy audaz, cuyos resultados lo trascenderán.

Saturación. La apuesta fue total. Todas las escuelas del país, en dos años, fueron conectadas a Internet con banda ancha, y cada aula provista con Wi-Fi. Los chicos llevan las minicomputadoras en la mochila. Las llaman las XO, por el logo grabado en la parte superior. Las cargan a diario desde sus casas, las usan en clase con la maestra y, al salir del colegio, o los fines de semana, se sientan con sus padres en la vereda para captar la señal, chatear y bajar música, videos y mails . Si la pierden o se la roban, la máquina queda bloqueada por un sistema remoto de seguridad.

El siglo XXI ha llegado a todas las clases sociales de Uruguay. Las maestras sintieron el impacto. “Se nos movió el piso. Está cambiando el modo en que enseñamos. Es lo más importante que pasó en la escuela desde hace un siglo”, asegura una inspectora de un barrio muy pobre de Montevideo. Además de la XO que recibió como docente, ella ya se compró una computadora normal en 40 cuotas, con facilidades que da el Gobierno.

Volví de Uruguay habiendo visto, por primera vez, lo que soñamos hace una década cuando creamos en la Argentina la Fundación Equidad , para acercar las nuevas tecnologías a las escuelas y poblaciones más marginadas del país. Intuíamos que Internet y la computadora podían ser un gran acelerador de la democratización de la información y el conocimiento: la cara visible de la justicia social en el siglo XXI.

Desde entonces, hicimos maravillosas experiencias en escuelas y pueblos, de Jujuy a Santa Cruz. Conectamos las dos primeras escuelas rurales a Internet, capacitamos a miles de maestros y equipamos cientos de escuelas con las 1500 máquinas que acondicionamos anualmente en nuestra Escuela-Taller de Reciclado Solidario de Computadoras de San Telmo. Pero eso no alcanza.

Es necesario que la agenda de integración digital sea una política de Estado. No alcanzan ni las pruebas piloto ni los anuncios que cada año electoral hacen los gobernantes, pero que sólo quedan en promesas. Hace poco, la presidenta Cristina Kirchner cumplió con el ritual: anunció que se hará una “prueba piloto” de 250.000 minicomputadoras, similares a las uruguayas, pero de otra marca, en las escuelas técnicas. Ya su marido había anunciado hace unos años que compraría un millón. Nada de eso ocurrió.

Las estadísticas, escasas por cierto, revelan que nuestro país está muy atrasado. Los estándares internacionales establecen que en la escuela debería haber al menos una computadora cada 30 alumnos: tenemos un promedio de una cada 60. En los centros de formación docente, que preparan a los maestros del futuro, el promedio es de ¡una cada 180!

En el último Informe Global de la Tecnología de la Información, elaborado por el World Economic Forum, con datos de 134 países, que se presentó en marzo último, la Argentina descendió diez puestos respecto de 2008. Mientras que Chile figura en el puesto 36; Brasil, en el 59, y México, en el 67, nosotros bajamos al 87, detrás de El Salvador, Panamá y Filipinas.

El mapa de la conectividad escolar es otro dato imposible de conseguir. Lo cual me sugiere que no se ha avanzado demasiado, porque a los gobiernos que tienen resultados les gusta mostrarlos. Es lo que hace la provincia de San Luis, que hace una década encaró el tema de la “autopista digital”. Ya tiene toda la provincia conectada con Wi-Fi, ha entregado computadoras personales a 2500 alumnos, completará las 8000 para fin de año y aspira a cubrir el universo de 60.000 estudiantes.

Es importante señalar que la agenda digital no puede reducirse, como ocurre habitualmente, a hacer grandes compras de equipamiento por única vez. Es fundamental la continuidad y destinar igual o más dinero a la capacitación constante de los docentes y a la actualización permanente de la tecnología y la conectividad.

En este sentido, Uruguay tiene mucho que enseñar. Antes de que arribaran las computadoras a las casas, también prepararon a los padres. La velocidad y eficiencia en la implementación fueron esenciales para acallar algunas críticas iniciales. El presidente Vázquez comprendió que el Plan Ceibal tenía fines educativos y sociales, pero era, básicamente, un proyecto de infraestructura tecnológica. Por eso decidió que el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), una agencia pública de punta similar al INTI, fuera el que llevara adelante el proyecto.

Su lema fue “ejecución por saturación”. Es decir, avanzar rápidamente, para evitar así tanto el desencanto como las resistencias. Ahora, las escuelas privadas quieren lo mismo. El Gobierno estudia facilitarles la compra sin impuestos y al mismo precio que el Estado: menos de 180 dólares cada una. El costo final por máquina, incluyendo la conectividad Wi-Fi en cada aula, fue de 220 dólares. El bajo costo se consiguió mediante licitaciones públicas abiertas y muy competitivas.

Dentro de pocas semanas, el gobierno uruguayo redoblará la apuesta: lanzará el Plan Cardales, para brindar telefonía fija, Internet y ocho canales de TV por cable a sólo 15 dólares por mes. El objetivo es que todos los hogares de Uruguay se suban a la autopista digital. La democratización de la información y de las oportunidades ya no parece un sueño lejano en este pequeño país. Cada día se convierte en una realidad más palpable y concreta.



Este post fue publicado por Maria Eugenia Estenssoro, el Thursday 14 de May de 2009 a las 15:19, bajo la sección Fundación Equidad, Todas.


MI REFLEXIÓN ES LA QUE SIGUE:
14 de May, 2009 - 17:05
CERASALE VÍCTOR NORBERTO dijo:

Estimada Señora SENADORA NACIONAL María Eugenia Estenssoro: lo que Usted expone me lleva a una reflexión muy sencilla, los argentinos además de haber perdido defintivamente el rumbo, también hemos perdido definitivamente el sentido común… y ello se refleja en la conductas sociales consecuentes con la ausencia total y absoluta de políticas públicas.
Indudablemente, aparece como imprescindible por estas horas, y de cara al pretentido futuro (si es que lo queremos) ya no sólo cambiar el rumbo, sino formar a una clase política coherente con las necesidades de las gentes, acorde a y con la evolución cultural y las demandas genuinas de tecnologías aplicadas en las distintas regiones.
Aparece como paradójico que por un lado se discursea sobre educación, por el otro se adoptan medidas de desmantelamiento de las estructuras edilicias y del propio sistema educativo, despreciando a los recursos humanos, quitándoles instalaciones, restándoles presupuesto, etc.
En este lamentable entretejido político coinciden los gobiernos nacional, provinciales, municipales, e incluso con expresiones concretas desde el propio macrismo, que recita una cosa pero hace exctamente lo contrario, replicando ejemplos lamentables que sólo producen daño a las generaciones futuras.
Prescindir de internet o tecnologías informáticas apropiadas alejan a la sociedad de un acceso equitativo a la información tanto como a la educación, promoviendo el aislamiento y el desconocimiento como ejes de control de las dignidades.
A esta altura de la civilización, cada ciudadano en condición escolar, primaria, secundaria y/o universitaria, debería recibir gratuitamente desde el propio ESTADO NACIONAL, una PC con toda la teconología incorporada, de modo de educar incluso en el respeto hacia la PROPIEDAD INTELECTUAL de aquellos que desarrollan PROGRAMAS.
Argentina es hoy uno de los países con mayor transgresión de la PROPIEDAD INTELECTUAL y la mayoría de las computadoras funcionan con PROGRAMAS robados, promoviendo la conducta como usual y hasta asumiéndola como correcta, lo cual es aberrante para el país, para la sociedad, y para la educación.
Cuando el PODER POLÍTICO entienda que debe retridistribuir los recursos de manera eficiente, dejando de burlar las demandas sociales, recién allí comenzaremos a ser un país… por ahora, estamos lejos, muy lejos siquiera de pensar en ello. Así como estamos llenos de candidatos testimoniales, nuestra vida, la de los ciudadanos en condición de “mortales” que pasamos nuestros días fuera del Olimpo, soportando los fríos y el advenimiento del H1N1, o los calores y los maleficios del dengue, es una entelequia testimonial de las vergüenzas públicas, reiteradas, injustificadas, pero sostenidas desde los dueños del poder.
Es lo que hay… dicen nuestros nietos.
Cordiales saludos.
Cerasale

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