sábado, 1 de noviembre de 2008

IN CRESCENDO

Siguiendo con el tema de la ININPUTABILIDAD DE LOS MENORES
la SENADORA María Eugenia Estenssoro ha recibido el comentario y reflexión que sigue a continuación:
31 de Octubre, 2008 - 19:28
Fay Dorys dijo:


Senadora María Eugenia Estenssoro, cada uno de los temas que ka preocupan y exigen su atención, poseen una importancia fundamental porque constituyen las bases de la convivencia social necesaria para el desarrollo y cultura solidaria de un País.

En artículos desarrollados anteriormente hemos mencioinado el control social, porque consideramos que cierto porcentaje de aquellos a quienes hoy consideramos dentro de conductas disociadas, para los que se reservan acciones represivas de control, parten de cierta cinvicción sobre las causas y el origen del desvío.

Referirnos a la opinión de bajar la edad de imputabilidad de los menores que cometen delitos graves, no se condice con el tratamiento que debiera recibir el autor del hecho ilícito, o de quién se sospecha de conducta delictiva, ya que socialmente está condicionado por una subcultura carente de normas morales o jurídicas, o es psicológicamente poseedor de una conducta desviada como causa de maltratos o violencia.

Debemos tener en cuenta que en la actualidad más del 75% de los menores de 18 años son pobres o indigentes con un impacto en lo social que registra una mortalidad infantil altísima, bajo rendimiento y deserción escolar. repetición de grados, como causa diremos que es dolorosamente cierto que cientos de niños y jóvenes en nuestro país asumen responsabilidades familiares por ausencia de adultos en sus núcleos familiares, chicos abandonados en las calles, o explotados en indignos trabajos o sexualmente; además de la venta o el consumo de drogas a las que se vuelven adictos…

Todo lo mencionado posee consecuencias sociales ya que su organismo no está preparado para resistir consecuencias como fatigas físicas, psíquicas, educacionales y sociales.
Son los Estados los que deben proteger a sus menores de la explotación ocupacional y contra cualquier abuso que ponga en peligro el desarrollo o que entorpezca su educación.

Es preciso considerar la conducta del menor sobre la base de los sentimientos que ese adolescente ha incorporado a su personalidad y que lo llevan a conducirse en forma anormal y con frecuencia ilícitamente. Con seguridad sus sentimientos han sido una consecuencia del ejemplo o las actitrudes de otras personas talvez sus padres, o una incierta situación de desamparo.

Esto ocurre justamente en la edad que se estan afirmando las bases de su personalidad, la falta de afectos, o la presencia de modelos inapropiados dentro de los barrios o asentamientos donde viven constituyen poderosos factores para iniciarse en ilícitos..

Consideramos entonces que bajar la edad de imputabilidad de los menores sin considerar las causas que lo producen no se condice con la protección que los menores deben recibir, en primer lugar por la inseguridad de estos jóvenes sobre su propia vida, y sus intransferibles necesidades existenciales.

La falta de apoyo, afecto y comprensión en el medio en el que viven, carenciados y mal alimentados, donde aparecen comprometidos por el modelo que les muestran adultos delincuentes como aprendizaje cotidiano y no conocen otros estilos de vida..

Por otra parte . la educación es desplazada por el trabajo o la integración de bandas de menores que se inician en el delito.

Existen muchos otros aspectos que conocemos y que sería imposible mencionar en tan limitado espacio de diálogo,
Es preciso por todo lo expresado, que esta problemática deba considerarse prioritaria para nuestra sociedad. si queremos rescatar a nuestros jóvenes del peor daño destructivo que puede tener un país, la perdida de muchísimos jóvenes que no podrán llegar a ser adultos sanos, educados y responsables porque el Estado los ha separado del resto de la sociedad, sin darles la oportunidad de su reinserción social, por razones que él mismo desconoce.

Si el Estado acepta la existencia de factores subculturales opuestos a la sana convivencia, habría que aspirar a una reubicación social con una planificación estratégica que diera cumplimiento a los programas existentes con acciones encaminadas a través de las políticas públicas que reconsideren la formación educativa de los menores, cambiando las motivaciones que los conducen al delito, por las esperanzas de un destino menos injusto y doloroso.

Gracias a todos los que hoy se ocupan de la revalorización y estudio de los desconcertantes daños y muertes que presencia a diario nuestra sociedad. No es la edad de imputabilidad, es la formación adecuada que el Estado debe procurar sin delegar responsabilidades.
Dra. Fay Dorys Calvet
Octubre 31 de 2008

Ello, sumado a otras lecturas que acompañan dicho mensaje me lleva a la siguiente reflexión:
1 de Noviembre, 2008 - 11:29
CERASALE VÍCTOR NORBERTO dijo:


Excelentes apreciaciones las desarrolladas por la Dra. Fay Dorys Calvet. El fenómeno de la marginación sumado a la delincuencia inducida desde los propios mecanismos del estado y agregado y complementado a la imposibilidad de “zafar” de los nodos de exclusión social, funcionan al modo de un caleidoscopio donde la realidad está distorsionada (discrecionalmente) y presenta mil ópticas diferentes para un problema, de por sí, nada sencillo.
Como alguna vez le expresé, en el trabajo de TESIS de la Dra. en Farmacia Elsa Noemí Rodríguez de Rosario, hemos evaluado (soy su padrino de…) que al igual que se observa en Colombia, Brasil, Perú, Centro América, Venezuela, Paraguay o cualquier otro país donde la marginación está por sobre la inclusión social y aún creciendo a un ritmo temerario (dramático diría mi abuela), se observan fenómenos sociales que contienen una carga explosiva cuyo timer es inmanejable en las actuales pautas de gestión del ESTADO NACIONAL o de aquellos otros a los que les cabe la responsabilidad de haber destruido las bases sociales.
La maternidad en la niñez es un fenómeno cierto, tan cierto como aberrante.
La maternidad en la adolescencia es un fenómeno más cierto aún, tan cierto como penoso.
No se da sólo en los nichos de marginación sino en todos los estamentos de una sociedad que ha perdido el rumbo. Quizás es más notorio en las áreas de pobreza porque las consecuencias se tornan más inmanejables, pero el potencial conlleva el mismo nivel de riesgo y peligro en uno u otro lados.
Esas madres, niñas, jóvenes, en muchos casos han sido violadas o por su propio padre, padrastro, o por encuentros sexuales no consentidos pero aceptados para resguardar la propia vida… De eso nadie habla pero es el parámetro bajo el cual deambulan estas tribus de personas devaluadas por y desde el propio ESTADO NACIONAL.
Curiosamente, todas ellas indican un sentimiento común, el hijo es su única “pertenencia”. Percibe Usted, como madre, lo que ello significa?… Si a mí, como padre, me espanta, me imagino cómo impactará en sus sentimientos de madre. En ese punto, se terminan los títulos, los honores, los saberes, las capacidades, etc.
Detrás de lo expuesto, aparecen cuestiones paradojales que nadie contempla o si lo hace es prolijamente ocultado por los medios, intereses económico-políticos por medio, por ejemplo:
1. La importancia que las niñas/adolescentes otorgan a la condición de ser “violada”…
2. La aceptación natural que sus propias madres le dan al hecho…
3. La dependencia que existe de estas niñas/adolescentes hacia y desde sus violadores para que “contribuyan” a conservar la “pertenencia” denominada en este caso “hijo”…
4. En general, muchos de los ocasionales “padres” delinquen para sí y para “ayudar” a la consecuencia de sus actos… pero,
5. En muchos casos, situaciones violentas son el parámetro que les impone la rutina de acceso a la droga, al alcohol o al fracaso en la finalidad delictiva
6. ARGENTINA tiene hoy el raro privilegio (negado por muchos) de poseer estadísticas veladas pero que indican que hay más “abortos” que nacimientos…
Desconozco los términos jurídicos de la imputabilidad temprana. La realidad que observo como ciudadano es que los adolescentes y niños, esconden la intencionalidad y el accionar de mayores de edad, en muchos casos funcionarios del propio ESTADO que salen por televisión rasgándose las vestiduras y hablando de todo aquello que no existe, pero peor aún, en muchos casos retroalimentando un circuito donde suelen aparecer algunos “jueces” o juzgados.
Insisto, en casos de marginación extrema, el delito es asociativo y funciona al modo de una cooperativa donde las cárceles pasan a funcionar como entidades de formación para el delito (cualquiera sea su tipo).
El mensaje que la sociedad recibe es:
1. Menores ininputables por su edad
2. Padres sin compromiso de responsabilidad por los actos de sus hijos
3. Asesinos liberados bajo circunstancias jurídicas “inducidas” que ocultan un trasfondo económico
4. Violadores liberados bajo circunstancias jurídicas “inducidas” que ocultan otro trasfondo económico
5. Menores desaparecidos, utilizados luego por organizaciones que los usan para prostituirlos o para delinquir
6. Menores desaparecidos que van a un desarmadero (del que nadie habla) pero donde se les quitan órganos que luego serán usados para transplantar en “gentes pudientes”, muchas veces también asociadas con el delito
7. Delicuentes que entran por una puerta y salen por la otra porque pertenecen a un circuito donde todo está prolijamente “acomodado”
De esta ensalada nada bueno puede salir.
Se nutre todos los días con la anti-gestión del ESTADO que dice una cosa pero hace todo lo contrario, conveniencias por medio.
Digamos las cosas como son. La disolución social es un problema que para producirse necesita la complicidad del ESTADO NACIONAL en distintos estamentos y curiosamente, el poder circunstancial les otorga nichos de impunidad que permiten que además de anidar la corrupción, la misma construya nuevas células cancerígenas que se geometrizan en un sustrato de marginalidad y pobreza.
Hasta hoy, 01 de Noviembre de 2008, no he visto una sola acción del ESTADO NACIONAL, clara, concreta, definida, precisa, para evitar este holocausto “inducido”… todo es “bla, bla” y consecuentes explicaciones imposibles de ser definidas ni calificadas, pero que sí dan vergüenza ajena en ciudadanos como yo que ya no figuramos en ningún mapa pero somos parte discrecional de las estadísticas según las conveniencias y esencialmente a la hora de votar.
SENADORA, este caldo no es bueno. No puedo ni estoy en condiciones de hablar de cuestiones jurídicas pero he dedicado mi vida a la SALUD PÚBLICA y he comprobado por mí mismo que cuando ella (SALUD) no es PÚBLICA… NO EXISTE y todo se torna una entelequia (ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA es hoy un excelente ejemplo de lo que NO SE DEBE HACER en SALUD ya que tiene la friolera de 52 millones de excluidos del sistema del SEGURO, ni qué hablar de las HMO, etc.). La SALUD PÚBLICA incluye las condiciones infrahumanas en las que viven muchos, muchísimos de nuestros conciudadanos, argentinos despreciados, pero al mismo tiempo usados por las mezquindades del poder político…
Repito, para quien lo quiera oir y/o compartir, ARGENTINA se está diluyendo bajo nuestros pies, MAL QUE NOS PESE…
Un cordial saludo
CERASALE
http://wwweldispreciau.blogspot.com

ADECUADO A LO PREVIO... Y TAMBIÉN A LO QUE SE AVECINA
Evangelio según San Mateo, capítulo 5, versículos del 1 al 12
1 de Noviembre de 2008

Día de todos los santos

EL SERMON DE LA MONTAÑA. LAS OCHO BIENAVENTURANZAS


1. Al ver estas multitudes, subió a la montaña, y habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos.
2. Entonces, abrió su boca, y se puso a enseñarles así:
3. "Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque a ellos pertenece el reino de los cielos.
4. Bienaventurados los afligidos, porque serán consolados.
5. Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra.
6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán hartados.
7. Bienaventurados los que tienen misericordia, porque para ellos habrá misericordia.
8. Bienaventurados los de corazón puro, porque verán a Dios.
9. Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.
10. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque a ellos pertenece el reino de los cielos.
11. Dichosos seréis cuando os insultaren, cuando os persiguieren, cuando dijeren mintiendo todo mal contra vosotros, por causa mía.
12. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros".

COMENTARIO

3. Pobres en el espíritu son, como observa Sto. Tomás, citando a San Agustín, no solamente los que no se apegan a las riquezas (aunque sean materialmente ricos), sino principalmente los humildes y pequeños que no confían en sus propias fuerzas y que están, como dice S. Crisóstomo, en actitud de un mendigo que constantemente implora de Dios la limosna de la gracia. En este sentido dice el Magnificat: "A los hambrientos llenó de bienes y a los ricos dejó vacíos" (Luc. 1, 53).

4. Los mansos tendrán por herencia el reino de los cielos, cuya figura era la tierra prometida. Cf. S. 36, 9; 33, 19 y nota.

8. Verán a Dios: "Los limpios de corazón son los que ven a Dios, conocen su voluntad, oyen su voz, interpretan su palabra. Tengamos por cierto que para leer la Santa Biblia, sondear sus abismos y aclarar la oscuridad de sus misterios poco valen las letras y ciencias profanas, y mucho la caridad y el amor de Dios y del prójimo" (S. Agustín).

10. Cf. S. 16 y sus notas.
FUENTE: www.aciprensa.com

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