domingo, 27 de julio de 2008

DE CLAMORES Y VERGÜENZAS

Alcanzando el día 27 de julio de 2008 y observando detenidamente muchas cosas que ocurren a nuestro alrededor, caben diversas reflexiones que hacen a distintos ámbitos de la vida humana.

Los que tenemos una visión religiosa, casi mística de la vida, y hemos alcanzado una edad que trasciende la experiencia o bien donde ésta se torna trascendente, vemos que la palabra “conflicto” es un común denominador de la conducta humana. De esta forma, se aprecia que el conflicto es de hecho una necesidad que envuelve a la condición humana ya que cuando no lo hay, cuando el mismo no existe ni tiene lugar por sí mismo, entonces se mueven las piezas del tablero lo suficiente como para que el mismo se produzca.

Esta situación, curiosa, propia de la naturaleza humana pero exacerbada en los últimos años, nos enseña por estas horas un mundo plagado, atiborrado de conflictos de toda índole. Hijos contra padres, padres contra hijos, madres contra padres, padres contra madres, esposas contra esposos, esposos contra esposas, mujeres contra varones, varones contra mujeres, mujeres en competencia con ellas mismas, varones despreciativos y abúlicos, humanos contra la naturaleza que los sustenta, humanos contra cualquier criatura de la escala animal o vegetal, empleados sometidos a un nuevo modelo de esclavitud versus jefes y estos últimos obsecuentes con el poder que los sostiene, poder político versus necesidad social, creación de circunstancias sociales que promueven la exclusión y la marginación, desprecio por la condición humana y por ende mayor desprecio por la vida humana, diseminación arbitraria de anti-valores, promoción de todo tipo de sometimientos, descalificación de los esfuerzos, compra de las dignidades, etc.

Traducido a la rutina, transitamos una BABEL donde el problema no son las lenguas sino mucho peor, las almas.

Existe en muchas personas y al decir “muchas” expreso que se trata de un número significativo, la sensación extrema de estar transitando un tiempo límite. Nadie sabe de qué… pero ciertamente límite. Unos dicen que así no se puede vivir (lo cual es verdad), al tiempo que otros expresan una sensación imprecisa que reciben desde un “lugar intangible” pero donde queda claro que el tiempo de la Tierra, del humano en ella, está concluido. Esto significa, sin más, que la vida tal como está ha perdido sentido.

Esto es un sentimiento válido. Real. Definido. Preciso. Individual. Personal. Puede ser expresado como algo que agobia o que “pesa” en el alma, sin embargo dichas sensaciones comunes suelen no ser armónicas, suelen no estar en consonancia con otras parecidas. Cada uno la siente como propia e indivisa.

Al mismo tiempo algunos reclaman la necesidad de ser “positivos” sin atinar a definir qué significa dicho concepto. Esos mismos culpan o endilgan a otros un carácter negativo sin tampoco poder definir si ser negativo es atender el curso de la realidad o expresarla tal cual uno la percibe. Una vez más, traducido, las personas, las gentes, los individuos, los sexos, trasuntan que desde ellos nace, fluye, se exuda una confusión que a veces se puede expresar de una manera y a veces de otra, nunca constante, nunca igual, pero sí con una virulencia creciente.

Es evidente que existe una intolerancia manifiesta que nadie puede explicar pero que ha invadido los espíritus.

Los ojos miran… pero NO VEN.

Los oídos oyen… pero NO ESCUCHAN.

El entendimiento está CERRADO.

También es evidente que se ha instalado un brutal desprecio por el “otro”, por el prójimo, por el próximo. Pareciera que nada tiene importancia más allá del ego y al mismo tiempo, dichos egos están convencidos que ocupan espacios que les son inherentes por un derecho eterno que nadie les dio pero que les permite aislarse al antojo y capricho expulsando a cualquiera que pretenda “pedir” algo que según dichos criterios, les pertenece.

En nuestra vida, esta que transitamos, la misma nos es concedida en forma de gracia divina. Unos lo podrán asumir de una manera y otros de otra, pero la realidad es que este tiempo que se extiende entre el preciso instante en que somos engendrados y se traslada hasta el preciso momento en que dejamos de respirar (tiempo respirable), la gracia está en transformar aquello con que hemos venido al mundo (dones) en hechos (realidades) para los demás. Los hechos pueden estar o no asociados con el verbo y en caso de estarlo, el don de la palabra es lo suficientemente significativo como para comprender que hay algunas de ellas que trasuntan sentimientos que atan y comprometen destinos de “terceros”, así como también producen un efecto contrario: desatan y desprenden otros destinos de “terceros”… que además, pueden ser conocidos o no.

Esto quiere decir que muchas actitudes, así como las palabras, así como los hechos, contribuyen al crecimiento de otros como también pueden perjudicarlos, de manera reconocida o no. Existe una antigua leyenda de origen desconocido que indica que el amor, los afectos, la amistad, los vínculos, se representan en el más deslumbrante jarrón de porcelana. Cuando ésta brilla, indica que la pureza está presente. Cuando esta se opaca, indica el deterioro. Sin embargo, cuando existe una mentira, una traición, una palabra inoportuna, una agresión, dicho jarrón se quebrará y entonces, nada será igual de allí en adelante. Peor aún cuando el jarrón estalla porque el daño es irrecuperable. Este efecto lo perciben las plantas y es un hecho verificable en los hogares. Cuando las hojas se muestran mustias, abatidas, algo está mal en el ambiente.

Más lejos aún, mucho tiene que ver el espíritu contenido en la elaboración de los alimentos. No es lo mismo ingerir algo hecho con amor, que comer algo que contiene odios, desprecios, olvidos, mentiras, disimulos… Si eso entra al cuerpo y éste lo metaboliza, lo que saldrá de allí, además de heces y orinas, no será nada bueno.

El afán de cada día provee sus luces y sus sombras, de modo que si el jarrón al que se ha hecho referencia en un párrafo anterior se ha roto, por más que alguien se empeñe en pegarlo pedacito por pedacito, nunca más volverá a representar lo que fue… NUNCA. Ni siquiera podrá ser reemplazado por otro nuevo ya que los destinos de las cosas son como el de las personas… una vez cumplidos son irreemplazables.

Muchas veces se escucha que todos somos prescindibles… Lo cual es una injustificable mentira oportunista. Ningún destino concedido por Dios a través del árbol de la vida es prescindible. Todo guarda un sentido y conserva un motivo, asumido o no. Por lo tanto, nadie es prescindible. El tiempo que se nos concede debe ser transcurrido según el plan divino. Cuando uno o varios humanos interfieren con dicho plan divino se desatan los conflictos y a medida que estos se superponen, crecen, se multiplican, se geometrizan, se difunden hasta ahogar el nodo de las circunstancias (incluyendo en ello a los involucrados).

La palabra “conflicto” viene acompañada de otra de mayor envergadura denominada “crisis” y ésta última se ve en la sumatoria de estadios transformada en “caos”. Por orden, es difícil resolver un conflicto, mucho más lo es regresar de una crisis, ni que hablar del caos que una vez instalado tiene “vida” propia.

No debe omitirse que el “caos” primordial fue ordenado mediante el “verbo” divino.

La humanidad está por estas horas sumida ya no en un estado de crisis sino dominada por un “caos” cuya fuente es irreconocible. Todos los poderosos se auto titulan propietarios de cualquier tipo de recurso: agua, petróleo, aire, alimentos, bienes materiales, lo que sea acorde a su sentimiento de avaricia/angurria, sensaciones que desplazan el sentido último de las cosas. Parecen no comprender que el agua, el petróleo, el aire, las plantas, los animales, las piedras, son patrimonio de “alguien” o de “algo” que los excede. Así como la vida no puede ser comprada, del mismo modo… nada puede ser poseído por nadie humano, aún cuando en el convencimiento individual esto sea posible.

Todo estaba aquí antes de los humanos, consecuentemente nada nos pertenece.

Esta distorsión del pensamiento inhabilita al ser humano a comprender que sus capacidades son limitadas, tanto que no es capaz de crear agua, como tampoco aire, como tampoco petróleo, como tampoco espacio, como tampoco un lugar como la Tierra, es decir, tampoco puede crear vida y aún cuando pueda disponer la muerte (acortar el tiempo del destino del próximo) de otro, desconoce el precio que se le demandará por ello, un precio que seguramente no podrá ser compensado en moneda de índole alguna.

Lo sabían los antiguos… se perdió desde la civilización griega en adelante, sencillamente porque sentaron las bases para que se pierda el sentido último, filosófico, de la vida. A partir de allí se invadieron los roles, se transgredió la ética, se sometieron las ciencias y tras ellas se despreció el conocimiento primordial, esencial, de todo lo que existe. Un ser humano por fuera de la “comunidad” no es nada. Un ser humano por sobre la “comunidad” no es nada. Un ser humano dentro de la “comunidad” es una célula, un motor que la impulsa hacia una finalidad externa, suprema, que está más allá de la comprensión individual y/o colectiva.

Hoy, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, nos alejamos vertiginosamente de aquello a lo que nos debemos (primero Dios como nuestra fuente creadora, luego el prójimo con el cuál constituimos una red invisible, intangible, de vínculos que contienen una finalidad que nos supera, sencillamente porque no existe capacidad humana para comprender la importancia meridiana del LIBRO DE LA VIDA junto al ÁRBOL DE LA VIDA).

Existe un solo camino hacia las fuentes: la oración. Mancomunada. En cadena. Eterna. No obstante ello, al día de hoy, este mundo ganado por las tinieblas expone a sus almas, a sus contenidos, a la expresión de la ira de DIOS sin dimensionar que ésta, cuando se desata, no tiene retorno…

Esta TIERRA y todo lo que hay en ella, incluyéndome, le pertenecemos a DIOS, al igual que la CREACIÓN como un todo UNIVERSAL, que no sabemos dónde comienza y mucho menos dónde termina. Cuánto más nos aferramos a lo material más nos alejamos de nuestra esencia… el problema de este afán es que desconocemos el límite máximo. Por ello, cuando la cuerda se corta, sencillamente no hay más vínculo, no hay retorno, porque las corrientes (eléctricas, magnéticas, de cualquier tipo de energía, forma, color, expresión) cuando se interrumpe no permite que se establezcan nudos.

Al día 27 el DESPRECIO MANIFIESTO es de tal envergadura que LOS MARGINADOS claman sin ser escuchados… sencillamente están siendo ignorados. La pirámide del PODER humano se construye en base a la usurpación pero se licua (siempre) en la IRA de DIOS.
EAE119

Evangelio según San Mateo, capítulo 13, versículos del 44 al 52
27 de Julio de 2008

Semana XVII del Tiempo Ordinario
PARABOLAS DEL TESORO ESCONDIDO DE LA PERLA Y DE LA RED

44. "El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; un hombre, habiéndolo descubierto, lo volvió a esconder, y en su gozo fue y vendió todo lo que tenía, y compró aquel campo.

45. También, el reino de los cielos es semejante a un mercader en busca de perlas finas.
46. Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

47. También es semejante el reino de los cielos a una red que se echó en el mar y que recogió peces de toda clase.
48. Una vez llena, la tiraron a la orilla, y sentándose juntaron los buenos en canastos, y tiraron los malos.
49. Así será en la consumación del siglo. Saldrán los ángeles y separarán a los malos de en medio de los justos,
50. y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

51. ¿Habéis entendido todo esto?" Le dijeron: "Sí".
52. Entonces, les dijo: "Así todo escriba que ha llegado a ser discípulo del reino de los cielos, es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo".

COMENTARIO

44. El tesoro es la fe y la gracia que vienen del Evangelio, como lo dice Benedicto XV. El mismo Pontífice aplica esta parábola a los que se dedican al estudio de la Sagrada Escritura y alega como ejemplos a los dos grandes Doctores Agustín y Jerónimo, que en su dicha de haber encontrado el tesoro de la divina Palabra se despidieron de los placeres del mundo (Encicl. "Spiritus Paraclitus"). Véase 6, 21 y nota.

45. Perla fina es llamado el reino de los cielos para indicar que quien lo descubre en el Evangelio, lo prefiere a cuanto pueda ofrecer el mundo. Otra interpretación de gran enseñanza espiritual es que Jesús dio todo lo que tenía por la Iglesia y por cada alma (Gál. 2, 20) que para Él es una perla de gran valor (Juan 10, 39; Cant. 4, 1; 7, 11 y notas). Así se ha dado también a estas parábolas un sentido profético, aplicando la perla preciosa a la Iglesia y el tesoro escondido a Israel, por cuya caída Él extendió su obra redentora a toda la gentilidad. Cf. Rom. 11, 11 y 15.

47. La red es la Iglesia visible con sus apóstoles encargados de reunir en uno a los hijos de Dios (Juan 11, 52), pescando en el mar que es el mundo. En esta parábola nos muestra Cristo, como en la del banquete (22, 8 - 14), la existencia de buenos y malos dentro de esa Iglesia, hasta el día en que los ángeles hagan la separación y Jesús, celebrando sus Bodas con el Cuerpo místico, arroje del festín a los que no tenían el traje nupcial.

49. Santo Tomás dice que es de notar que Jesús expone la parábola sólo en cuanto a los malos, y luego observa que esos malos están entre los buenos como está la cizaña en medio del trigo (y la levadura en medio de la masa), tratándose por tanto aquí de los que no están separados de la Iglesia por diversidad de dogmas sino de los que hacen profesión de pertenecer a ella. Vemos así que no es ésta una repetición de la parábola de la cizaña, pues allí el campo no es la Iglesia sino todo el mundo (v. 38), mientras que aquí la red de pescar se refiere a la Iglesia apostólica formada por aquellos que "echaban la red en el mar, pues eran pescadores" (4, 18), y a quienes Jesús hizo "pescadores de hombres" (ibid. 19).

51 s. ¿Habéis entendido todo esto? Santo Tomás muestra cómo, según Jesús, la inteligencia de todas esas parábolas - más misteriosas de lo que parecen - es necesaria para "todo escriba que ha llegado a ser discípulo del Reino" (v. 52; cf. vv. 19 y 23 y notas; Marc. 4, 13). De esa manera será semejante al Dueño de casa, que es el mismo Jesús, a quien deben parecerse sus discípulos (10, 23) y el cual saca de su tesoro (v. 52) eternas verdades del Antiguo Testamento y misterios nuevos que Él vino a revelar, tanto sobre su venida a predicar el "año de la reconciliación", cuanto sobre su retorno en el "día de la venganza" (Luc. 4, 17 - 21; Is. 61, 1 s.). El mismo Jesús confirma esto en Luc. 24, 44. Por donde, dice San Agustín, debéis entender de modo que las cosas que se leen en el A. T. sepáis exponerlas a la luz del Nuevo. Vemos, pues, aquí el conocimiento que el cristiano y principalmente el apóstol han de tener de todos los misterios revelados por Cristo y que se refieren tanto a sus padecimientos cuanto a su futuro triunfo (I Pedr. 1, 11).
FUENTE: www.aciprensa.com

¿quién fue el PAPA 119?
119.- Sergio III (904-911)

Nació en Roma. Elegido el 29.I.904, murió el 14.IV.911. Hizo reconstruir la Basílica de San Juan en Laterano destruida por un incendio. Reivindicó y defendió los derechos de la Iglesia contra los feudatarios. En las medallas de este pontífice está esculpida por primera vez la "tiara".

No hay comentarios: