Macron avisa de que la decisión de Trump sobre Jerusalén “margina” a EE UU
El presidente galo rechaza ante Abbas el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Francia
París
Emmanuel Macron y Mahmud Abbas este viernes en París. CHARLES PLATIAU (REUTERS)
Emmanuel Macron quiere preservar su independencia ante las crisis de Próximo Oriente, la capacidad para ser un mediador fiable para todas las partes y aprovechar el repliegue de Estados Unidos para incrementar su influencia. Tras reunirse el viernes con el presidente palestino Mahmud Abbas, ambos coincidieron en que el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de EE UU socava el papel de este país como mediador en el conflicto, pero el presidente francés se resistió a dar el paso de reconocer unilateralmente Palestina como Estado.
Macron dijo en una rueda de prensa en el Palacio del Elíseo, junto a Abbas, que la decisión de Donald Trump de reconocer Jerusalén —una ciudad en disputa entre israelíes y palestinos— como capital de Israel “margina” a EE UU en el tablero internacional. Y añadió que él no quiere cometer un error similar reconociendo unilateralmente a Palestina. Abbas usó otro verbo para referirse a la decisión de Trump que, afirmó, “descalifica” a EE UU como “mediador honesto” en la región. Los palestinos, dijo, rechazarán el plan de paz que prepara la Casa Blanca.
El presidente francés, vencedor en las elecciones presidenciales de mayo, busca reforzar a Francia en Próximo Oriente. Para ello, insiste en la voluntad de “hablar con todo el mundo”. Tuvo un papel clave, por ejemplo, en la resolución de la crisis en el Líbano derivada de la confusa dimisión en noviembre de su primer ministro, Saad Hariri. Se ve con capacidad de dialogar tanto con suníes como con chiíes, con Arabia Saudí como con Irán, adonde tiene previsto viajar, con palestinos e israelíes.
Hace dos semanas recibió en el Elíseo al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, a quien pidió “gestos valientes hacia los palestinos”, como la congelación de la construcción de asentamientos en Cisjordania. El reconocimiento de Jerusalén, dijo entonces Macron, es “contrario al derecho internacional” y pone en peligro “la causa de la seguridad, incluida la de Israel y los israelíes”.
La reunión entre Macron y Abbas se celebró al día siguiente de que la mayoría de miembros de la ONU votaran en la Asamblea General en contra de la declaración de Trump sobre Jerusalén. 128 aprobaron la resolución de condena, entre ellos Francia.
“Los americanos están marginados. Yo intento no hacer lo mismo” dijo el presidente francés. “Decidir unilateralmente reconocer Palestina, ¿es eficaz? No lo creo. Pues sería una reacción a otra decisión unilateral”. Y añadió: “Replicaría con un error del mismo tipo”.
En 2014 el Senado y la Asamblea Nacional francesa aprobaron sendas resoluciones invitando al Gobierno francés a reconocer Palestina. El entonces ministro de Exteriores, Laurent Fabius, dijo que “Francia defiende desde hace tiempo la idea de que el reconocimiento del Estado de Palestina debe ocurrir en el marco de una resolución global y definitiva del conflicto, negociada por las dos partes”. Añadió que, en caso de que los esfuerzos internacionales fracasaran “Francia deberá tomar sus responsabilidades reconociendo sin demora el Estado de Palestina”. “Estamos preparados para hacerlo”, prometió. Tres años después, el reconocimiento sigue en el aire.
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