Somos lo que vemos. Las generaciones amamantadas por la televisión, ya no distinguimos ficción de realidad. Lo explicaba con ironía Neil Postman, discípulo del gran gurú de los medios Marshall McLuhan, en el libro Divertirse hasta morir: “No dudamos de la realidad de lo que vemos en la televisión”.
Si la lectura del periódico era la oración de la mañana del hombre moderno -como decía Hegel refiriéndose al siglo XIX-, lo que dice el telediario es palabra de Dios para buena parte del público.
Y si lo que se predica es un evangelio que ha puesto a la patria nacionalista en el pedestal que antes ocupaba la Moreneta, entonces… ya conoces la historia: procès-referéndum ilegal-golpe de Estado.
Para llegar a ese desafío a la unidad de España (y a la solidaridad y al bien común) ha hecho falta controlar dos resortes: las aulas escolares y los platós.
A menos de un mes de los comicios catalanes, hemos analizado a TV 3, el canal autonómico que ha funcionado como instrumento propagandístico al servicio del nacionalismo.
Ponemos al descubierto sus maniobras intoxicadoras, sus tergiversaciones y falsedades en este reportaje, escrito por Miriam Calderón que te adelanto como suscriptor de Actuall https://www.actuall.com/
Como sabrás han tratado de lavarle el coco a los niños en un programa infantil que explica que los golpistas son presos políticos, que están en prisión por defender sus ideas. Cuando Puigdemont, Forcadell o Junqueras no están entre rejas por sus ideas sino por haber vulnerado la ley.
Es la traca final, en el clímax del desafío golpista. Pero toda la historia de TV 3 está plagada de propaganda goebbelsiana, que les ha llevado a extremos de chiste, como manipular los mapas del tiempo en los telediarios, para incluir dentro de Cataluña a Valencia y Baleares.
De chiste, aunque ellos se lo toman muy en serio, al convertir la Historia en Ficción y la Meteorología en marco de su “lebensraum” o espacio vital.
Lo más sorprendente del caso no es este proceder de los “indepes”, sino la actitud del Gobierno de Rajoy al convocar elecciones en Cataluña dejando a TV 3 en manos del golpismo.
Aplican el artículo 155, pero dejan fuera el bunker mediático de la tele catalana.
Señal de que quizá el Gobierno no está interesado en resolver el endémico problema de fondo, sino en salir del paso, mantener el statu quo de Cataluña con un tripartito con ERC y el PSC, y aplacar la fiera secesionista con una reforma constitucional con más privilegios. Y a otra cosa.
Lo cierto es que la tele ha sido un instrumento decisivo para adoctrinar a una sociedad.
“De tanto escuchar a Wagner me entran ganas de invadir Polonia” decía Woody Allen en una de sus películas. Y eso que hablamos de ópera, afición elitista por antonomasia. Imagínate que será si en vez de las Valquirias en un escenario y de etiqueta hablamos de la reina del hogar, la televisión, y en zapatillas.
Gracias por seguirnos.
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