Opinión | Por Rafael José Fano
Las reservas se esfuman
El Banco Central no podría frenar una nueva corrida cambiaria. Las provincias entran en déficit y ya se habla de emitir cuasi monedas. La pobreza y la inseguridad se expanden. La justicia independiente ausente.
Los economistas lo saben, los políticos lo sospechan, se habla en cada reunión de empresarios, pero nadie se atreve a dar cifras concretas, ninguno quiere ser portador de una mala noticia en esta argentina adolescente que cree que ocultando las cosas, estas se resolverán solas y sin sacrificios.
Las reservas del Banco Central se esfuman y ya no podría frenar una corrida cambiaria como las dos que se frenaron este año durante el conflicto del campo y la confiscación de fondos de los jubilados de las AFJP.
En cada una de esas corridas, que es la compra de dólares por temor a una devaluación, el Banco Central sufrió una sangría de reservas de 100 millones de dólares diarios. En 40 días (hábiles) se pierden 4.000 millones de dólares. Recuerde esta cifra.
En un informe reservado para sus clientes, un prestigioso y poco mediático economista, revela las cifras que el gobierno nacional busca ocultar.
Las reservas oficiales del Banco Central se ubican en aproximadamente 46.000 millones de dólares, que si fueran reales no tendríamos ningún problema para pagar la deuda y desparramar efectivo para reactivar la economía.
Pero a esas reservas brutas hay que restarle los pasivos financieros del Banco Central. Lo importante es saber el monto de las reservas reales, que son las disponibles para afrontar una corrida cambiaria por desconfianza.
Los pasivos, según el informe, que hay que restarle a las reservas brutas para saber cuántas reservas reales quedan son (siempre en millones de dólares):
15.200 por títulos (Lebac y Nobac).
9.800 por pago al FMI que el Tesoro nunca le reintegró al Banco Central.
9.000 por operaciones de venta de dólares a futuro en pesos.
5.000 por depósitos de los bancos en el Central.
3.000 por operaciones con el Banco de Basilea.
Total de pasivos: 42.000 millones de dólares que hay que restarle a los 46.000 millones de reservas brutas. Total de reservas reales: 4.000 millones de dólares aproximadamente.
Las reservas se esfuman porque al país le va mal económicamente y porque se ha hecho lo imposible para sembrar la desconfianza en el futuro, con medidas concretas de confiscación de rentas (campo y servicios) o ahorros (jubilados).
¿Por qué le va mal económicamente si en el 2002 la Nación y las provincias recaudaban 70.000 millones de pesos en impuestos y ahora 335.000 millones, es decir un 380% más? ¿Mala administración? ¿Corrupción? ¿Ausencia de independencia judicial? Seguramente las tres cosas. Además, se vino una crisis internacional.
En un país que le va mal, las provincias también la pasan mal y comienzan a mostrar sus déficits, a tal punto que en La Nación del sábado, tres economistas moderados como Orlando Ferreres, Rogelio Frigerio y Nadin Argañaraz, advierten que ya se evalúa el regreso de las cuasi monedas que supimos conseguir como el Lecop, el Patacón, Lecor y otras.
Es que las finanzas provinciales arrojarán en 2008 "un déficit de 2.563 millones de pesos con un incremento del 36% del gasto en personal, respecto de lo ejecutado en 2007".
Además, se espera para el 2009 "una desaceleración del crecimiento de los recursos de coparticipación federal de impuestos, mercados voluntarios de deuda cerrados y menos transferencias de recursos de capital desde el Estado nacional".
En un país que a las provincias le va mal a sus habitantes les va peor. En Perfil del sábado, se publica un informe del Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (Iader) indicando que en 15 provincias el 30% o más de su población está por debajo de la línea de pobreza y en 8, la tasa sube al 40% o más.
Chaco encabeza la triste estadística con el 49,3%; le siguen Corrientes, 46,6%; Misiones, 46,1%; Santiago del Estero, 45,9%; Formosa, 45,5%; Jujuy, 44,3%, Salta, 43,6% y Tucumán, 41,4%.
Perfil del domingo titula que en el conurbano bonaerense roban una casa cada 15 minutos y un auto cada 20, allí el índice de pobreza alcanza al 30,5%.
La injusticia de la pobreza siempre está emparentada con la ausencia de una justicia independiente y este es uno de los grandes problemas del país desde hace años. Mientras los jueces estén más preocupados por lo que manden los políticos de turno que por la república y sus leyes, la pobreza y la injusticia se multiplicarán sin dudas.
La Cámara de Casación Penal Federal resolvió el viernes dar marcha atrás con su decisión del día anterior y mantuvo en prisión preventiva a una veintena de ex militares vinculados a la causa ESMA. Lo hizo luego de que la presidenta de la Nación los retara y que el gobierno amenace a los jueces con destituirlos. Todo un símbolo de lo que vemos a diario.
En fin, esta es una parte de la realidad que nos toca vivir y que debemos afrontar para resolver sin falsos optimismos u ocultamientos.
Ello no quiere decir que no tengamos esperanza, por el contrario es a partir de las crisis que hay que sembrar la esperanza en superarlas para vivir mejor, aprendiendo de los errores.
Coincido con lo escrito por Marcos Agüinis en La Nación, mantengo la esperanza y rezo en esta Navidad para que el país preserve la paz social:
"El año próximo puede significar la bisagra que deje atrás un Congreso doblegable y lo convierta en el soporte más poderoso de una democracia bien parada sobre sus pies, con calidad institucional y seguridad jurídica. Entonces se podrán encarar con éxito los grandes temas de la pobreza, la inseguridad, la decadencia educativa, la falta de confianza por parte de los inversores, la corrupción desenfrenada, el abuso del poder y las políticas erráticas que han hecho decaer nuestro país al actual nivel de burla e irrelevancia".
NOTA DEL BLOG: El PODER EJECUTIVO no se da cuenta (no asume) que la civilidad (ciudadanía no obsecuente) está avanzada sobre su capacidad de gestión y detecta los "hitos de corrupción", las "mentiras", los "indicadores acomodados", las "burlas", las "ventajeadas", etc., al segundo de estos producirse... Cada vez se percibe con más claridad que este gobierno FPV-PJ caducará el viejo modelo de destrucción discrecional que implantó el modelo ejecutivo de PERÓN, que perfeccionó MENEM, expandió DUHALDE, y generalizó Kichner. Por lo tanto, se acabó lo que se daba...
lunes, 22 de diciembre de 2008
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