¡Buenos días, Victor Norberto (el dispreciau)!
Que la ONU es una de las instituciones internacionales con menos prestigio es algo que cada vez más ciudadanos saben y/o intuyen.
Como lo es que la susodicha organización se haya convertido en uno de los más sólidos baluartes de la expansión del aborto y de los antivalores puestos en circulación por el progresismo transnacional.
Te propongo este sábado echar un vistazo a los contenidos del documento de la ONU titulado Borrador sobre población, seguridad alimentaria, nutrición y desarrollo sostenible en el contexto del coronavirus, que la organización se propone aprobar en la 53º sesión de la Comisión de población y desarrollo.
En este documento puedes leer “lindezas” como la siguiente:
“Nosotros, los representante de los gobiernos, con ocasión de la 53 sesión de la Comisión de Población y Desarrollo, en un momento de una crisis sin precedente provocada por el coronavirus (...) nos comprometemos a asegurar para el 2030 el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo planificación familiar, información y educación y la integración de la salud reproductiva dentro de las estrategias y programas nacionales.
Así mismo nos comprometemos a asegurar el acceso a la salud sexual y reproductiva y a los derechos reproductivos en sintonía con lo acordado en el Programa de Acción de la Conferencia de Población y Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing.”
ONU, Beijing y aborto son términos poco menos que equivalentes. El informe del relator especial de Naciones Unidas, Paul Hunt, de febrero del 2004, sitúa de esta manera el aborto en el contexto de la actividad de su organización:
“Las mujeres que han quedado embarazadas involuntariamente deberían recibir información fiable y asesoramiento comprensivo, con indicación de los lugares y plazos en los que pueda ponerse fin legalmente al embarazo.
Aunque los abortos sean legales, también han de ser seguros: los sistemas de salud pública deben capacitar y equipar a los encargados de prestar los servicios sanitarios y tomar otras medidas para garantizar que los abortos no son sólo seguros, sino también accesibles.”
Todas las propuestas de Beijing, incluida la Plataforma de Acción a la que hace referencia el artículo que te enlazo abajo, se fundamentan en la idea de facilitar el aborto, si bien la propuesta se envuelve siempre en consideraciones buenistas: evitar el aborto en manos de no profesionales, garantizar la vida de las mujeres que abortan, aborto seguro, etc.
La autora del informe que te enlazo, Inmaculada Fernández, señala:
“Durante la crisis del coronavirus también la OMS ha considerado al aborto ‘servicio esencial’ y ha permitido que diez millones y medio de mujeres, en todo el mundo, hayan caído en las manos del negocio abortista desde marzo a mayo; poniendo en peligro la salud de estas madres en época de coronavirus.
El aborto ha sido la principal causa de muerte en todo el mundo también durante la pandemia.”
Me permito aconsejarte que leas Aumenta la desconfianza ciudadana en la ONU, creo que te interesará.
La semana Actuall
(el dispreciau)
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