¡Buenos días, Victor Norberto (el dispreciau)!
Muchas gracias por abrir este correo electrónico, que hoy evalúa la gestión del Gobierno en relación con la covid-19.
Sí, reconozco que hablar de “gestión” en este caso es un exceso porque el tipo de ineptitud mostrada por el Gobierno nada tiene que ver con la gestión sino con la soberbia, la ignorancia y hasta con torcidas intenciones.
En el análisis de la chapucera gestión del Gobierno que te enlazo abajo en exclusiva solo cabe hablar de agujeros negros.
El director de Actuall examina los nueve agujeros negros del Ejecutivo de Sánchez en la pandemia, empezando por el 8M, que supone bastante más que la autorización indebida de una jornada de manifestaciones feministas:
La celebración a toda costa de este evento esencial en su agenda ideológica, permitiendo durante más de un mes otros multitudinarios como conciertos, partidos de fútbol o mítines políticos. sólo una excepción: obligaron a cancelar un encuentro internacional evangélico.
Entre los agujeros negros del Gobierno aparecen asimismo la inaudita cuenta de unos fallecidos que aparecen y desaparecen en función de las necesidades partidistas de Sánchez e Iglesias.
Se analiza asimismo el inaudito abandono de los profesionales de la sanidad, después de décadas de protestas y mareas progres en favor de la sanidad pública.
Se aborda la discriminación de la desescalada, estableciendo diferencias entre los ciudadanos por comunidades autónomas, algo habitual en el PSOE y sus acompañantes.
Se habla también de otro de los grandes misterios de la gestión gubernamental: los integrantes de la comisión de asesores “científicos”, misteriosa nube de innombrables que nadie ve, nadie oye, nadie conoce… excepto aquel a quien sirven de manera tan oscura como sectaria.
La quiebra de las libertades, los agujeros negros de carácter represivo, son bien significativos. Y tal vez empiezan con la irregular entrada de Pablo Iglesias en el CNI. Desde ese instante hasta el enfrentamiento del Gobierno con la Guardia Civil se diría que hay una sucesión de hechos y decisiones de dudoso carácter democrático.
Y por supuesto el agujero negro de la libertad de culto, nunca prohibida, continuamente obstaculizada, con policías armados entrando en las iglesias al asalto de misas y celebrantes.
Ahora que quizá, solo quizá, se vaya terminando este período de recorte de libertades impuesto por el estado de alarma, te recomiendo que dediques unos minutos a leer Nueve agujeros negros del Gobierno en la gestión de la coronavirus pinchando aquí.
La semana Actuall
(el dispreciau) dice: la clase política está compuesta por gentes cuya única aspiración es vivir de los otros (nunca por los otros)... asimismo está compuesta por gente cuyo único componente es el oportunismo, la desidia, y la ventaja sobre el desprevenido, para luego ejercer un saqueo en nombre del falso estado, e inmediatamente atropellar y despojar al ciudadano de sus derechos legítimos... léase, la clase política parte de la mezquindad y el desprecio... todo lo que viene después es un cataclismo humano fabricado por ellos mismos para sus respectivos provechos... y no hay más... esto es que para ellos los derechos de los otros son una molestia y al mismo tiempo, una garantía del éxito del saqueo... detrás no hay substancia, por ende no hay nada más que un recitado mentiroso que coloca una zanahoria delante de los mortales ya que ellos se asumen que no lo son, y que están capacitados para trascender la inmortalidad gracias a una historia que se escriba con falsedades... la pandemia ha demostrado que la clase política no está capacitada para enfrentar ninguna circunstancia... que los muertos son siempre los otros y nunca los propios... que los enfermos son pobre gente debilitada por sus propias circunstancias... que los curados están marcados para la posteridad... luego, el sistema de salud de cualquier parte está desmantelado, y a su vez, sus componentes no están preparados para enfrentar un estado de catástrofe, porque no se estudia la teoría del imprevisto... y se transita la comodidad de lo previsto... junto con ello, lo propio sucede con el sistema educativo, también desmantelado, y ni qué hablar de las fuentes laborales cada vez más descartables... dicho de otra forma, el mundo no está capacitado para los imprevistos, por ende tampoco lo está para una eventual invasión alienígena... junio 06, 2020.-
cuando no hay consciencia de la voluntad tampoco la hay del esfuerzo...
cuando no hay consciencia de la preparación para lo imprevisto, todo lo que sigue son sorpresas imposibles de asumir...
no prever la catástrofe es carecer de consciencia de la inestabilidad del mundo en que se vive...
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