Victor Norberto (el dispreciau):
Esta semana escuché a Monseñor Reig Pla hablar de la patología de la razón y la patología de la religión. (Las homilías del obispo de Alcalá, además de iluminar tu fe, alimentan tu inteligencia.)
Cuando escuché lo de la patología de la religión recordé inmediatamente a la izquierda y a los partidos gobernantes en España (y también a los “apoyantes” de los gobernantes).
Y me di cuenta de que las muchas personas de izquierda, y especialmente de extrema izquierda, a quienes conocí en el pasado, padecían una patología de la religión.
Lo suyo no era ideología, marxismo puro y duro, como ellos pretendían. Era pura religión. Vuelta del revés, trastornada, pero religión al fin. Una forma de religión que se había extraviado por el camino y había devenido patológica.
La familia Corleone
Luego me tropecé con este artículo, casi un pequeño ensayo:
Más allá del marxismo, la visión progresista de la historia comparte, en alguna medida, esa idea secularizada del Reino de Dios.
Un Reino de Dios en este mundo, convertido en Paraíso futuro de la civilización. Como diría Chesterton, estamos ante una de esas ideas cristianas “que se han vuelto locas” y que infestan nuestra modernidad tardía.
Pero el mundo ya no salmodia la letanía del viejo marxismo. Entonces, para la nueva izquierda, ¿sigue teniendo la historia una consumación aquí abajo? (Vicente de la Quintana: Momentum catastrophicum)
Me gustó esa pregunta final y traté de hallar la respuesta.
La izquierda de nuestros días no tiene absolutamente nada que ver con la izquierda radical de aquellos comunistas que, durante los años de esplendor del franquismo, militaban en la clandestinidad y hacían proselitismo y organizaban huelgas y se manifestaban como podían jugándose vida y hacienda para defender sus ideas, su patológica religión.
Hoy la izquierda española se parece más a la familia Corleone que al militante comunista que se juega el cuello por su causa.
Por eso ya no se llaman “comunistas”, ni siquiera “izquierda”, sino “progresistas”.
Y también por eso su comportamiento encaja más en la psicología del matón de una banda de malhechores que en la del miembro de una religión patológica.
¿La policía puede acatar órdenes ilegales?
Hay otra consecuencia de la izquierda Corleone: cuando esa izquierda deteriorada, disfrazada de “progresismo”, llega al poder, se diría que aspira a utilizarlo como lo utilizaron los camisas pardas de los Sturmabteilung nacionalsociali stas.
Es fácil detectar esos ramalazos autoritarios, esas señales contra la democracia, en los actuales dirigentes de la izquierda española.
Y nosotros, españoles obedientes, tal vez algo aborregados, tal vez demasiado dispuestos a acatar órdenes del que manda sin cuestionarlas demasiado (sobre todo si el que manda es de izquierdas), nos prestamos al juego del aquí mando yo y tú te callas.
Por ejemplo la policía. Alguna Policía Nacional.
También ha habido incidentes con algunos policías municipales, con algunos guardias civiles, con algunos militares.
Porque los policías y los militares, como el resto de ciudadanos, también son obedientes, tal vez algo aborregados, tal vez demasiado dispuestos a acatar órdenes del que manda sin cuestionarlas demasiado. Aun cuando sean órdenes manifiestamente ilegales.
Pero sucede que Nuremberg ya fue. Y quedó allí establecido que si obedeces órdenes ilegales estás cometiendo una ilegalidad. Y aferrarte a la obligación de cumplir lo ordenado, no exime de nada.
Nos esperan meses muy duros en los que es previsible una enorme oleada de protestas ciudadanas porque el Gobierno de Sánchez&Iglesias nos ha conducido a la muerte y al empobrecimiento y no se merecen más que el desprecio y su desaparición de la historia de España.
Ellos, los progresistas, utilizarán todos sus recursos para aferrarse al poder y para acallar a la ciudadanía. Utilizarán también la represión y el recorte de libertades y derechos civiles.
Ya lo están haciendo.
La Dirección General de la Policía Nacional ha exigido que se refuerce el rastreo de las redes sociales, perfiles y páginas web susceptibles de promover movilizaciones como estas [de Madrid] para tratar de impedir que este desafío puntual se convierta en un verdadero problema de seguridad pública.
El pasado 19 de abril el general Santiago llegó a decir en una rueda de prensa en Moncloa que la Guardia Civil estaba trabajando para “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis del Gobierno”.
Aunque el ministro y el general insistieron en que se trató de un simple lapsus, terminó filtrándose un correo enviado a las comandancias de toda España en el que se pedía la elaboración de un informe sobre “bulos y 'fake news' susceptibles de desafección a instituciones del Gobierno”.
El pasado 2 de mayo, la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid, dirigida por el socialista José Manuel Franco, ya utilizó a la Policía Nacional para evitar que se celebrara una manifestación que pretendía recorrer en coche el paseo de la Castellana para protestar contra el Ejecutivo. (Interior aumenta el control de las redes por temor a la 'rebelión' de la derecha en las calles)
La estupenda imagen de policías, guardias civiles y militares, que gozan del respeto, el apoyo y la simpatía de la aplastante mayoría de los españoles, podría ensombrecerse si se repiten sucesos de este tipo.
El progresismo global
El objetivo de esta nueva izquierda progresista profundamente reaccionaria, hiperpopulista y encantada con el capitalismo, no es en absoluto cambiar el mundo, como enunciaba la izquierda europea del pasado siglo.
Esa es tarea que requiere demasiado esfuerzo y sacrificio y una moral personal en las antípodas de sus líderes actuales. Piensa en Sánchez, en Iglesias, en los dos Garzón, el exjuez y el ministrito, en Lastra, en los representantes de la izquierda mediática, en García Ferreras, en Jorge Javier Vázquez.
De aquella idea pseudoreligiosa de instaurar la justicia proletaria en la Tierra, la izquierda progresista ha tomado tan solo la retórica, los lemas, pero el cambio ha dejado de interesarle.
Su objetivo hoy es la conquista y el disfrute del poder. Y allí donde ya lo ostenta, como en España, su ocupación permanente por el procedimiento de eliminar cualquier tipo de oposición.
Atrinchérate en Moncloa y caza al disidente, es su único programa "político".
Eso y hablar mucho de la redención social de los oprimidos. Pero por Twitter. O como mucho, por la tele.
Por eso la izquierda progresista trata de aprovechar la crisis de la Covid-19, ve en el virus y en nuestro miedo la oportunidad para imponerse.
La izquierda progresista quiere acelerar la Historia, su historia, para salir definitivamente victoriosa. De la mano de una enfermedad. No es detalle menor que haya sido el director general de la Organización Mundial de la Salud quien haya señalado el camino por el que progresistas y virus pueden transitar de la mano:
Esta pandemia se puede contener, pero solo con un enfoque colectivo, coordinado e integral que involucre a toda la maquinaria del Gobierno. (Vicente de la Quintana: Momentum catastrophicum)
La izquierda progresista toma al pie de la letra las palabras del responsable de la OMS, esa organización tan vinculada al Partido Comunista chino, y propone de inmediato una suerte de mando único universal (en su jerga: global).
Lo hace de la mano de su nuevo referente intelectual, el filósofo Slavoj Zizek, quien afirma que es preciso aprovechar la epidemia para acabar con el “orden mundial liberal-capitalista" e imponer una especie de comunismo tuneado, simpático, ecologista, aunque eso sí, requerirá de ese mando único universal.
Al PC chino le encanta Zizek.
Zizek abunda en el sentido de que se “debería ir mucho más allá de la maquinaria de los gobiernos” para abarcar “la movilización local de personas fuera del control estatal, así como una coordinación y colaboración internacional fuerte y eficiente”.
La necesaria movilización de ingentes recursos públicos es vista por analogía a la economía de guerra como evidencia de una necesidad planificadora y síntoma de las limitaciones tanto de la “globalización del mercado” como del “populismo nacionalista que insiste en la soberanía estatal plena”. Solo habrá salvación en la “coordinación y colaboración global”.
[Zizek] lo formula así: “El coronavirus es un golpe al capitalismo a lo ‘Kill Bill’ que podría reinventar el comunismo”.
Zizek estrecha toda elección a esta opción binaria: la reinvención del comunismo o el triaje. (Vicente de la Quintana: Momentum catastrophicum)
Como ves, al creador intelectual de “la pandemia será la tumba del capitalismo” le gusta que se compare la Covid-19 con la guerra y también lo de la “nueva normalidad”.
Zizek, Sánchez, Iglesias, los cócteles molotov de la nueva ola comunista.
Las ideas tienen consecuencias
Todo esto nos conduce a muchos sitios, casi ninguno agradable. Y uno de esos sitios es la pugna entre democracia y totalitarismo que algunos están detectando en la gestión de la pandemia.
La forma en que esto se expresa podría ser “China versus Estados Unidos”, aunque quizá es una forma un tanto burda de analizar los tiempos que hemos empezado a vivir.
En los últimos 500 años hubo 16 casos en que un poder emergente intentó desplazar a uno dominante y 12 de esos casos terminaron en guerra.
Estremecedora cita. Hablaremos de ello el viernes, si tienes la amabilidad y la infinita paciencia de seguir leyendo este Brief.
Despidámonos hoy, Victor Norberto (el dispreciau), con el lado fascinante que, para quienes amamos la Historia, tiene todo esto: estamos viviendo el fin del siglo XX, esa era de horrores sin límite.
Y aunque no percibimos todavía cómo es lo que está naciendo, y en consecuencia cómo será la vida y la sociedad del siglo XXI, resulta emocionante asistir a su parto.
¡Hasta el viernes!
TU DÍA ACTUALL
‘Pandemonium’, la vacuna argumental ante la deriva totalitaria por la pandemia, por Nicolás de Cárdenas
'Pandemonium' constituye una reflexión alternativa al relato oficial sobre la pandemia por coronavirus y sus implicaciones políticas y culturales. Sus autores alertan contra la propagación de un nuevo virus político y económico que "podría ser tanto o más mortal que el biológico".
Derecho a vivir anuncia una gran campaña de movilización ciudadana contra la ley de eutanasia que se tramita en el Congreso a instancias del PSOE. "El Gobierno Sánchez-Iglesias se inventa el ‘derecho a morir’" y lo dulcifica llamándolo ‘muerte digna’, denuncia la portavoz de DAV Rosana Ribera.
Miles de ancianos han muerto en las residencias y el gobierno se retrata: mientras les pedían medicinas para curar, les enviaban morfina para sedar. El panorama es muy trágico pues el Gobierno se niega a facilitar las actuales cifras de fallecidos en las residencias de ancianos.
Cruda realidad / ¿Qué es un experto para ti?, por Candela Sande
Los 'expertos' se han convertido en las personas que deciden su vida hasta límites que nunca hubiera podido soñar en sus peores pesadillas. El problema de los expertos reconocidos es que su oficio debería ser predecir con precisión y, sin embargo, no dan una.
Phil Harvey, dueño de una cadena de artículos eróticos y venta de películas pornográficas, lleva 25 años financiando a la industria del aborto. Desde 1995, Phil Harvey entregó a Marie Stopes más de ocho millones y medio de euros para la realización de abortos.
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(el dispreciau) dice: el Covid-19 es una guerra que recién comienza... aunque parezca estar amainando, no es prudente equivocarse, esto recién empieza e irá adquiriendo nuevas formas, más y más letales, hasta alcanzar dimensiones bíblicas... cuando digo bíblicas me refiero a catastróficas... ya que se trata de un virus que se enciende y se apaga a sí mismo, adquiriendo mutaciones que proporcionan exterminio, o simplemente pasando de largo y dejando su semilla para tiempos futuros... indudablemente, quien creo este virus, sabía lo que hacía, esto es que sabía que era algo semejante a un virus informático que arrasa con todo, en especial cuando de cuerpos se trata... ya que desata una cadena inmunológica que oxida y carcome el propio cuerpo, no necesariamente en el primer paso, sino con el tiempo, produciendo una debilidad autoinmune singular que destruye de un golpe o silenciosamente... más aún, es un virus para el cual NO hay vacuna, ya que no puedes desarrollar una vacuna para una mutación que contiene 7367 variables... esto es que el virus de China no es el de Estados Unidos y el virus de España no es el de Italia... peor aún el virus de Bélgica no es el de Rusia, y el de Francia no es el de Alemania... desde luego, habrá defensores de las ciencias de conveniencias que vendrán a recitar soluciones mágicas, pues ve sabiendo que no sólo no las hay, sino que no las habrá, nunca... mayo 13, 2020.-
los que creen que la cuarentena es una pesadilla, deben aguardar a lo que viene...
ah!, Nürnberg fue una farsa aliada, no más que eso...
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