5 de julio de 2019, Santa Marta, San Antonio María Zaccaría, San Atanasio el Atonita.
Me pregunto, Victor Norberto (el dispreciau), a propósito de los usos que algunos quieren imponer, si la histeria, que tradicionalmente se ha relacionado con el sexo femenino, tiene todavía género.
Yo no conozco mujeres histéricas. Al contrario, todos los histéricos que conozco son hombres. Y la mayor parte de ellos, homo y transexuales.
Casi todos mis amigos homo y transexuales encajan en la definición de histeria bastante más allá del 100 por cien. Lo cual no quiere decir que todos los homo y transexuales sean histéricos, por supuesto. En lo que a mi concierne y de entre los que conozco, solo el 75 por ciento.
Ciudadanos al borde del precipicio
Tampoco los dirigentes de Ciudadanos son todos histéricos. Pero todas las noticias con las que, de un tiempo a esta parte, nos regala Ciudadanos, todas tienen un tinte histérico de tomo y lomo.
Desde la histriónica exhibición de histeria protagonizada por el partido Rivera en Navarra, negándose a firmar una declaración contra Bildu si en la misma página aparecía también la firma de alguien del PP, hasta lo sucedido en Murcia y en Madrid con Vox, Ciudadanos deja un rastro de chapapote histérico. Y además hipócrita:
“Los naranjas viven sumidos en una ficción: la de que no pactan con una organización de extrema derecha, aunque los conservadores lo hagan por ellos. Tanto en Andalucía como en el Ayuntamiento de Madrid, los de Rivera han logrado el trampantojo de suscribir acuerdos con los populares pero no con los 'voxistas', aunque el resultado haya sido el apetecido: tocar poder gracias a los votos ultras. La estratagema no puede ser ni más hipócrita ni menos creíble.
La política tiene una grave e inevitable exigencia: la de elegir. No se puede estar al plato y a las tajadas y eso es, justamente, lo que ha pretendido Ciudadanos. Vox, aunque con tardanza, le enfrenta a la realidad y le sitúa al borde del precipicio.” (La razón de Vox y la ficción de Ciudadanos)
El ridículo de Pequeño Napoleón Rivera empieza a ser crónico, en especial cuando se tiene que enfrentar a un papel para firmar o tiene que reunirse para hablar con alguien. Seguro que eso tiene un nombre clínico, una definición patológica y una prescripción. ¿Sociópatas de la política?
Yo lo llamaría simplemente gilhisteria compulsiva.
La novia en el entierro y el muerto en la boda
Ya, ya, pero es así, no al revés, porque así entiende la política Ignacio Aguado, el señor de Rivera en la Asamblea de Madrid: quiere ser la novia en la boda y el muerto en el entierro, pero anda tan necesitado de entendederas políticas que termina haciéndolo al revés. Le convendría mirar un poco al Sur.
En Andalucía Ciudadanos va aprendiendo poco a poco madurez política y ya firma acuerdos con PP y con Vox:
“[El acuerdo en Andalucía supone que] el PSOE se queda con la Cámara de Cuentas; el PP, con Canal Sur; Ciudadanos, con el Consejo Audiovisual, y Adelante Andalucía, que es la suma de Podemos e Izquierda Unida, con el Defensor del Pueblo andaluz. Vox, que es el quinto actor de ese acuerdo global, lo que consigue es representación en cada uno de esos órganos, a pesar de ser la fuerza minoritaria del Parlamento andaluz.
¿Quién le iba a decir a la expresidenta Susana Díaz que aceptaría entrar en un acuerdo legislativo en el que también estaría Vox? ¿Dónde se quedan aquí las incompatibilidades ideológicas irreconciliables que todos ellos proclaman desde las tribunas de sus mítines?
Por ese motivo, este pacto a cinco bandas debería considerarse el verdadero pacto andaluz, porque demuestra que es posible llegar a acuerdos entre todos los grupos parlamentarios, incluyendo los extremos hacia la derecha y hacia la izquierda, que favorecen la gobernabilidad de las instituciones.
Esta debería ser la auténtica ‘vía andaluza’ que se exportase al resto de España, no el ‘pacto del trifachito’, como llaman en la izquierda, de forma despectiva, al primer acuerdo de gobierno entre Partido Popular, Ciudadanos y Vox.” (El nuevo y oculto 'pacto andaluz')
Llegan los pesaos
Mientras tanto dispongámonos a padecer la lata gay. Según casi todos los grupos de presión genital (ya sabes, los lobbies de color rosa), agrupados en torno a la “federación estatal” (¡no iban a llamarlo “nacional”!), decía que según la “federación estatal de lesbianas, gais” y su correspondiente etcétera de variantes sexuales, este es el mapa donde ya han ganado y donde piensan ganar en cuantico que Pedro, hijo, a ver si terminas con la murga esa del Congreso y la investidura y nos haces unos cuantos regalitos más.
Y esta que viene a continuación es la máxima expresión del pensamiento (un decir) progre-genital procedente de las filas del heroico Partido Socialista Obrero Español. Aquí tienes a la diputada antaño Carlos Delgado Gómez, luego Carla Delgado Gómez y finalmente Carla Antoneli:
¡Te juro por Afrodito, señoría, que esto sí es progreso! Me congratulo muy sinceramente. Cuanto menos tengamos de lo uno y más de lo otro, igual hasta conseguimos comunicarnos.
No sé por quién jurará José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, pero sigue mareando la perdiz de la banderita rosa. ¿La pone, no la pone? Más de 20 mil personas ya le han pedido que se olvide de la bandera del supuesto “orgullo”, que solo representa a la histeria autoritaria de los grupos de presión gay. Esta es la petición, por si te quieres sumar:
Recordando a la ausente Manuela Carmena, tan partidaria ella de Afrodito y de sus banderitas de colores (y por fin desaparecida del Ayuntamiento madrileño), escribe David Gistau:
“La fachada del ayuntamiento se ha convertido en el dazibao donde el nuevo alcalde de Madrid expone sus miedos y su incapacidad de combatir la fotogenia hueca de la Ausente.” (La Ausente)
Qué manera de sufrir
Hay que entenderlo, los homosexuales en España suponen el grupo social que padece más las injusticias en nuestro país. Ni los padres de familia (¡y madres!) mileuristas que hacen milagros para criar a sus hijos (¡e hijas!). Ni los jóvenes sobradamente formados con empleos y nóminas próximos al esclavismo, y eso con mucha suerte. Ni los ancianos que con pensiones de m... tratan de vivir dignamente ayudando además a sus hijos.
¡No! ¡NOOO! Los que son tratados injustamente en España son los homosexuales y los transexuales.
Todo el día, a todas horas. Es poner el pie en la calle un homosexual y empezar una marginación super atroz. Mega grande. De ahí que no haya ningún homosexual en sectores clave y relevantes del país, esos sectores que influyen y crean opinión pública, sitios como las televisiones, los partidos políticos, la industria cultural y del ocio o el Gobierno de la nación.
Te comentaba hace un rato (¡¡¡gracias por haber leído hasta aquí, Victor Norberto!!!) que no todos mis amigos homo y transexuales son histéricos. Y quienes no lo son, a diferencia de los histéricos con balcones a la calle, casi ni se atreven a salir de casa estos días de pura vergüenza.
Vergüenza de que los chillones histéricos que recorren las calles de nuestras ciudades estos días se presenten como sus representantes.
Vergüenza de ver cómo sus reivindicaciones todavía pendientes se disuelven en unas horas de mal gusto exhibicionista que ni reivindica, ni representa a la mayoría de los homosexuales, ni tiene nada que ver con sus derechos civiles.
Tomar nota y dejar en paz al resto
Estaría bien que los grupos de presión gay dejaran en paz a los que se empeñan en seguir siendo heterosexuales, que al fin y al cabo y por increíble que les parezca, son mayoría. Pero no. Ahora la emprenden contra la firma Nivea porque uno de sus directivos, en una conversación telefónica privada, dijo esto:
“En Nivea no hacemos cosas para gays”. (Así rechaza una campaña publicitaria la marca)
En una conversación telefónica privada. Horrible delito según las digamos “leyes” gay, esas que aparecen en el mapa de arriba y cuya finalidad primordial es mantener los privilegios de los grupos de presión rosa que las promueven y recortar las libertades de todos.
Ley de reacción demográfica
Coincidiendo con los días de exaltación del orgullo genital, cuyos promotores contribuyen con entusiasmo al suicidio demográfico a base de destruir la familia, el PP de Galicia ha decidido hacer algo positivo. El Gobierno regional ha presentado un anteproyecto de ley de impulso demográfico.
Galicia es la región de España más castigada por el declive demográfico y el presidente regional, Núñez Feijóo, ha puesto en marcha un “proyecto normativo de dinamización demográfica”, asunto por cierto del que llevaba años hablando:
“El texto ata el compromiso de elevar año a año la inversión del Gobierno gallego en políticas familiares (actualmente en el entorno de 100 millones al año) y reúne acciones en ocho áreas de trabajo que, según las estimaciones de la Xunta, implicarán un impacto anual no menor a 700 millones de euros.
Entre las actuaciones, también se incluye la priorización de empresas con planes de conciliación en las contrataciones públicas, autobús gratuito hasta los 19 años (ya en marcha), la inclusión de la demografía en el currículo educativo y como objeto de campañas de sensibilización general (el propio Diario Oficial de Galicia publicará periódicamente la evolución del saldo de nacimientos y defunciones), el refuerzo de las ayudas para compensar excedencias o reducciones de jornada para el cuidado, la exigencia a establecimientos de nueva apertura de incluir cambiadores en aseos femeninos y masculinos, el impulso a la racionalización de horarios (adelanta el prime time del canal autonómico) o la vinculación de parte del reparto de fondos a los municipios al desarrollo de apoyos a la demografía.” (Galicia blinda la inversión en familia con una ley de «reacción» demográfica)
Se trata de medidas absolutamente insuficientes, pero al menos el Gobierno regional gallego pone sobre la mesa el asunto, despierta un debate urgente en España y echa a andar.
La izquierda y los nacionalistas gallegos, PSdeG y del BNG, tachan el plan demográfico del PP de "poco ambicioso”, "propagandístico" e “ineficaz”. Y esa es toda su contribución al suicidio demográfico gallego desde que ambas formaciones llegaron al mundo.
¿A tal patología la podríamos calificar de “vacua histeria opositora”?
La cita
“Soplando no caen los dictadores”.
Y la imagen
Pasa un gran día, Victor Norberto, a pesar del ruido que llega de la calle, ese sonido que no contribuye precisamente a hacer España mejor. Pero en cuanto terminen de pasar los vociferantes, ponemos manos a la obra de nuevo.
¡Si Dios quiere!
TU DÍA ACTUALL
Ciudadanos apuesta por los vientres de alquiler entre familiares. La propuesta legal sobre vientres de alquiler registrada admite “la consanguineidad salvo que haya informes psicológicos previos que lo desaconsejen”. La norma planteada por Ciudadanos sigue los pasos de la aprobada en Canadá. La noticia, aquí.
Una agencia de publicidad rompe con Nivea por no aceptar campaña LGTBI. La negativa de Nivea a la campaña LGTBI, que cabe en la libertad de empresa, ha sido difundida como actitud homófoba. Laje: “La ‘tolerancia a la diversidad’ que se le reclama a Nivea no obedece a lo que esta marca hace, sino a lo que no hace”. La noticia, aquí.
Sánchez mantiene congelada la ayuda de Patrimonio al Valle de los Caídos. La Abadía remitió en junio a Patrimonio "todo lo que se debe facilitar conforme a la normativa" y esperan respuesta "en breve". La subvención asciende a 340.000 euros y está prevista en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. La noticia, aquí.
La narrativa política de las “transnacionales de la fe”. “Cuando un abortista o un activista LGTBI se quedan sin argumentos, acusa a sus adversarios de ser religiosos. Un “salvavidas dialéctico” para tapar su pobreza intelectual o profesional. También es una invocación a las leyendas negras contra la Iglesia Católica, de esas que los socialistas ateos llevan más de un siglo inventando. Es un “úsese en caso de emergencia” que funciona más o menos así: “cuando el argumento no alcanza, tira la piedra y sal corriendo”. La opinión de Carlos Polo en el siguiente enlace.
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Que pases un buen día actuando por las buenas causas. ¡Hasta mañana!
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