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Desarrollo económico no choca contra acción climática
- El desarrollo económico y la mitigación y adaptación al cambio climático no son uno o el otro, deben ir juntos, subrayó John Holdren, profesor de política ambiental en la Facultad John F Kennedy de Gobierno, de la estadounidense Universidad de Harvard.
“Los ‘divagadores’ son los más peligrosos porque su argumento de posponer las acciones climáticas agresivas a favor del progreso económico puede incidir cada vez más en el debate y en las políticas gubernamentales”, declaró Holdren en conferencia de prensa antes de la 23 Conferencia de las Partes (COP23) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
La COP23 se realiza del 6 al 17 de este mes en la ciudad alemana de Bonn.
Los divagadores apuestan a favorecer la investigación y el desarrollo con mejores tecnologías para que la reducción de emisiones sea más barata en el futuro, y sostienen que la aceleración del progreso económico en los países en desarrollo es la mejor forma de reducir su vulnerabilidad, así como contar con la adaptación a medida que sea necesario.
Pero resulta irónico que el actual gobierno de Estados Unidos con “divagadores y negadores del clima en cargos altos” corten el apoyo para los mismos enfoques que proponen.
Además de los drásticos recortes al presupuesto de los programas nacionales relacionados con el clima, el presidente Trump decidió a principios de este año retirar a su país el Acuerdo de París, lo que instala en la comunidad internacional la duda de qué se vendrá.
Preocupación de África
A pesar de su nimia contribución a las emisiones contaminantes globales, África es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, que ya sufre sequías e inundaciones, que afectan la producción y la productividad agrícolas, dependientes de las precipitaciones.
La presentación de Holdren “Por qué los divagadores están equivocados. Hacer frente al cambio climático es urgente y una ganga”, en la 10 Conferencia Mundial de Periodistas Científicos (CMPC), realizada del 26 al 30 de octubre en la ciudad californiana de San Francisco, dejó contentos a los negociadores africanos que reclaman medidas contra el recalentamiento global.
“El lento progreso de los países ricos para alcanzar el objetivo de reunir juntos 100.000 millones de dólares al año para 2020 no le sirve a África”, según el profesor Seth Osafo, de AGN.
“Estamos en una etapa crítica en la que necesitamos todos los recursos económicos que podamos conseguir para implementar efectivamente nuestras (contribuciones determinadas a nivel nacional), que ahora están vinculadas al lanzamiento del 7 Plan de Desarrollo Nacional, hasta 2021”, dijo a los delegados presentes en una reunión preparatoria de la COP23, señaló Emphraim Mwepya Shitima, jefe de Recursos Naturales y Ambientales, del Ministerio de Tierras y Recursos Naturales de Zambia.
Con la retirada de Estados Unidos que significa la pérdida de un gran contribuyente económico, se teme que el proceso de movilización de recursos se haga aún más lento.
El secretario general de la Alianza Panafricana por la Justicia Climática, Mithika Mwenda, un consorcio de organizaciones africanas de la sociedad civil, también está preocupado y presiona a los países industrializados para que fijen objetivos más ambiciosos en términos de recortes de emisiones.
“Viniendo de la región que más sufre por el cambio climático, hemos visto con total espanto los continuos esfuerzos del presidente Trump de desmantelar el legado de Barack Obama”, señaló Mwenda.
“Deseamos reiterar que es momento de clasificar a la comunidad internacional en dos: los que están con las personas y el planeta y los que están con Trump y el beneficio”, indicó Mwenda.
“Estados Unidos se retiró del Acuerdo de París, pero todavía quiere mostrar que puede negociar el marco de implementación”, se quejó Mwenda.
“Por eso llamamos a los delegados a firmar la petición para sacar a Trump y a su gobierno de las negociaciones”, añadió, preocupado de que sea una mala influencia.
Desde la perspectiva científica, el cambio climático es un asunto complejo, requiere sistemas de investigación bien desarrollados, en especial por cómo impacta en diferentes sectores del desarrollo o por lo menos en el espíritu del tema la CMPC 2017 “Conectando ciencia y sociedades”.
El desarrollo y la investigación científica en África estáN muy rezagados y depende de datos del Norte, expresó la ministra de Ciencia y Tecnología de Sudáfrica, Naledi Pandor, durante la sesión Quién hará Ciencia, en la CMPC 2017.
“Numerosas compañías privadas solo tienen relaciones comerciales, pero no tienen una relación de innovación con el Sur en desarrollo, por lo que la naturaleza de la asociación entre mi continente africano y otras partes del mundo en desarrollo deben cambiar”, señaló.
“Si queremos hacer ciencia en el siglo XXI, la forma que tengamos de percibir a África y a los científicos del continente tiene que cambiar fundamentalmente”, añadió.
También se lamentó la marginación de las mujeres en la ciencia, pues realizan tremendo trabajo, y aboga por qué África abrace y dé espacio a las científicas en el marco del cambio climático en un continente, responsable de menos de cuatro por ciento a las emisiones globales.
“La próxima generación de científicos deben ser mujeres, y las negras tienen que formar parte de eso”, sentenció.
El alto costo de la falta de medidas
El enfoque económico defendido por los divagadores resultará ampliamente inadecuado porque si bien la energía limpia es esencialmente ofrecer opciones para la próxima etapa de profunda reducción de emisiones contaminantes, la comunidad internacional necesita reducirlas ya con las tecnologías disponibles, explicó Holdren, quien fuera asistente de Obama para ciencia y tecnología.
Frente al cambio climático, la comunidad internacional tiene tres opciones: mitigación, adaptación o sufrimiento.
“La mitigación sola no funcionará porque el cambio climático ya está en marcha y no puede detenerse rápido”, puntualizó.
“Y la adaptación sola no funcionará porque porque se hace más costosa y menos efectiva a medida que el cambio climático se agrava. Necesitamos suficiente mitigación para evitar lo inmanejable, y suficiente adaptación para gestionar lo inevitable”, añadió.
Muchas medidas de adaptación tendrán sentido económico aun si el clima no estuviera cambiando porque siempre hubo olas de calor, inundaciones, sequías, incendios forestales, fuertes tormentas, plagas y brotes de enfermedades, y la sociedad siempre padeció la falta de preparación, observó Holdren.
Prácticamente todos los estudios serios indican que los daños económicos por no atender el cambio climático excederán por lejos los costos de atenderlo como corresponde, añadió.
“La idea de que la sociedad no puede pagar el hacer frente al cambio climático es extremadamente errónea”, aseguró, antes de reclamar acciones urgentes.
De hecho, de la COP22 surgió la Asociación de Marrakech para la Acción Climática Global, que insta a acelerar la misma antes de 2020. Y ahora la comunidad internacional está a la expectativa de la declaración de esta COP23 de Bonn.
Traducido por Verónica Firme
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