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LA DEUDA POLÍTICA
el dispreciau dice: la clase política argentina sigue siendo "imprensentable"... sus funcionarios también. La sociedad se expresa, esa misma sociedad es burlada... la sociedad reclama, esa misma sociedad es atendida pero no escuchada... la sociedad se queja, pero esa misma sociedad es expulsada porque no es tiempo de votos... tanto es así que el abismo entre la sociedad y el estado ausente es algo tan dramáticamente gigante que su profundidad es insondable. Aquí es donde sucumben todos los gobiernos para devolvernos el estado de "colonia" del que luego renegamos para salir a discursear sobre Malvinas, todo ello mientras miles de familias son subsidiadas para no hacer "nada", con construir "nada", para no educarse, para no formarse, para no ser parte de una sociedad que sigue reclamando por una justicia que no existe a manos de jueces que se han dedicado a extinguir el estado de derecho de los "otros", los ciudadanos anónimos y desconocidos que no tienen acceso al clientelismo político que nos caracteriza y que coloca a genocidas de la historia argentina como héroes de "billetes"... Argentina revitaliza el holocausto de las campañas al desierto... siempre mueren indios indefensos a manos de las avaricias de una clase política que, además de carecer de capacidad de lectura, está envuelta por la niebla de las avaricias... esas mismas que embadurnan sus palabras en los discursos para luego hacer siempre... todo lo contrario. Famatina no es el único acto genocida que cursa por estas horas, sólo es uno más de los tantos. Se suma al imperio del criterio carcelario que está atropellando a la sociedad íntegra, proponiendo la vigencia plena de los modelos de la delincuencia como patrón de la vereda y dueña de las calles protegidas por funcionarios que no ven y jueces que no escuchan y pierden expedientes a manos de extrañas evaporaciones de papeles... Argentina está dominada por el narcotráfico y el narcolavado, dos factores que le convienen a "alguien" o a "algunos"... y ellos mueven el oscuro trabajo de la producción, el transporte, la venta mayorista, la minorista, la distribución puerta a puerta y más, porque los robos, los asaltos y los hurtos se nutren del mismo esquema, propio de cegueras y sorderas que aportan a la "caja" del estado ausente... pero curiosamente, la corrupción instalada en nuestro país no es patrimonio de este gobierno, tal se lo quiere hacer aparecer, antes bien hasta los propios medios periodísticos, corporativos, han sido socios solidarios de atropellos y mentiras urdidas durante la década infame (90-99), justamente por los infames de entonces... y las infamias han crecido, se han perfeccionado y hoy guardan más entidad que la del propio estado ausente e impotente, repleto de gentes que con función pública, sólo se dedican a impedir y a contrariar la vida de los anónimos y desconocidos. Insisto, a alguien le sirve la barbarie como modelo de gestión y vida... y así lo hace saber, en forma de soja indiscriminada, en forma de rutas arrasadas, en forma de hospitales atropellados, en forma de barras bravas protegidos en la tribuna tanto como en las calles (delincuentes que operan siempre protegidos desde las carencias del estado de derecho consumido por las ausencias), en forma de escuelas derruidas, en forma de sistemas diluídos (por caso el jubilatorio), y todo lo demás, que es mucho, que no es poco. La minería es apenas un ejemplo de los tantos que conforman la deuda política de una clase perimida que no aprende, porque nunca antes lo hizo y porque en verdad, la Argentina no es de su importancia, tampoco de su prioridad, mucho menos de su incumbencia, mal que nos pese, mal que le pese a quien sea... nuestra clase política, al igual que la del resto del mundo, sólo ha aprendido a depredar, y eso es lo que hacen... nada por nadie... todo por su propio bolsillo. Enero 22/23, 2012.-
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