El gran reto para una generación afortunada
A diferencia de nuestros padres y abuelos, no hemos conocido la guerra ni la política como sentimiento de pertenencia a un destino común. Con la crisis del coronavirus ha llegado nuestro momento
LOS MARGINADOS: un sentimiento que cunde entre la población mundial que va quedando despreciada por el poder político y la avaricia y la angurria de los grupos de poder cuyo único interés es sacrificar al prójimo.
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