Banerjee, Duflo y Kremer ganan el premio Nobel de Economía por sus estudios sobre la reducción de la pobreza
El Banco de Suecia les galardona porque han contribuido a desarrollar políticas e incentivos para ayudar a los hogares más pobres
Banerjee, Duflo y Kremer ganan el premio Nobel de Economía por sus estudios sobre la reducción de la pobreza
El Banco de Suecia les galardona porque han contribuido a desarrollar políticas e incentivos para ayudar a los hogares más pobres
Madrid
El Banco Nacional de Suecia ha concedido el Premio Nobel de Economía a Abhijit Banerjee (1961, Bombay), Esther Duflo (1972, París) y Michael Kremer (1964, estadounidense), "por su aproximación experimental a la reducción de la pobreza". Cómo aliviar la carestía de recursos es hoy uno de los mayores retos, y estos académicos han hecho contribuciones decisivas a las políticas y los incentivos que hay que aplicar, dice el comité que brinda el galardón. Los dos primeros son profesores en el Massachusetts Institute of Technology, en Estados Unidos, y tienen un hijo juntos. Kremer mantiene su plaza en la Universidad de Harvard.
"A pesar de la mejora en los estándares de vida, más de 700 millones de personas todavía subsisten con ingresos extremadamente bajos. Cada año, unos cinco millones de niños de menos de cinco años fallecen por enfermedades que podrían a menudo ser prevenidas o curadas con tratamientos que no son caros. La mitad los niños del mundo todavía abandonan la escuela con unas capacidades básicas de lectura y aritmética", recalca la Academia Sueca. Y señala que los premiados de este año han introducido una nueva forma de dar respuestas de manera fiable a estos problemas. Básicamente, los galardonados se hacen preguntas sobre cuestiones concretas que pueden responder con experimentos de campo. Y de esta manera hallan conclusiones que sirven, por ejemplo, para mejorar los resultados educativos o la salud de los niños. Por ejemplo, Kremer ha concluido que las familias pobres son muy sensibles a precio y solo administran medicina preventiva a sus hijos si es gratis.
Kremer es el pionero en esta materia. Y los estudios de los tres dominan la llamada economía del desarrollo. Durante los últimos 20 años, "sus hallazgos han mejorado dramáticamente nuestra capacidad práctica para combatir la pobreza", concluye el jurado del Nobel. Por ejemplo, mediante unos experimentos en Kenia realizados con la colaboración de una ONG, Kremer comprobó que ni regalar los libros de texto ni las comidas gratis ayudaba a mejorar los resultados. En cambio, años más tarde Banerjee y Duflo concluyeron que lo más efectivo eran los programas de apoyo, ayudantes para los profesores y centrarse en los niños con más necesidades. Gracias a un trabajo de Banerjee y Duflo, los programas de apoyo a estudiantes se han extendido a 100.000 escuelas en la India. Y este tipo de investigaciones se han prodigado en áreas como la sanidad, el acceso al crédito o la adopción de ciertas tecnologías que mejoran la productividad.
Según las conclusiones de los nuevos galardonados, poner más recursos o recortar el número de estudiantes por profesor tiene un impacto limitado. Por el contrario, funciona mucho mejor si se establecen los incentivos adecuados para que los profesores mejoren su rendimiento. Un caso: descubrieron que se podía reducir mucho el absentismo escolar si se daban contratos temporales a los maestros que se renovaban según sus resultados.
Estos economistas usan los métodos tradicionales de la pruebas clínicas de farmacéuticas. Pero lo hacen con decisiones que toman personas en su día a día. Y estudian los incentivos, las restricciones y la información que las motivó, construyendo patrones de comportamiento que pueden generalizarse a todo el mundo. Parte de su trabajo se basa en la Teoría de los Contratos y la economía del comportamiento, que recibieron premios Nobel en 2016 y 2017, respectivamente.
El Nobel de Economía es el último de los premios que se entrega cada año, y el único que no falla directamente la Academia sueca de Ciencias. Fue creado en 1968, oficialmente como "premio del Banco de Suecia en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel", para celebrar los 300 años de historia de la institución. El galardón tiene una dotación económica de nueve millones de coronas suecas (831.000 euros).
En los últimos 20 años, tres cuartas partes de los galardonados han sido estadounidenses. Y el año pasado también lo fueron: William D. Nordhaus y Paul M. Romer. El primero, por integrar el cambio climático en el análisis económico determinando los costes y beneficios de reducir las emisiones contaminantes. Y el segundo, por hacer lo mismo pero con las innovaciones tecnológicas, explicando qué hace que una economía innove y, por tanto, crezca más que otras. "Sus hallazgos han ampliado significativamente el alcance de análisis económico mediante la construcción de modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento", dijo entonces el comité de los premios.
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