Los líderes más dañinos para el periodismo
El Comité para la Protección de los Periodistas otorga el primer premio a Trump por "socavar el papel de los medios de comunicación"
El presidente de EE UU, Donald Trump. CARLOS BARRIA REUTERS
A principios de año, el presidente de EE UU, Donald Trump, lanzó uno de esos tuits escalofriantes a los que nos tiene acostumbrados. Anunciaba la concesión de unos inquietantes premios a los medios de comunicación “más deshonestos y corruptos”. Los finalistas, fruto de un concurso convocado por él mismo en Twitter, son las cadenas CNN y ABC y la revista Time. Trump ha decidido mantener viva la incógnita del ganador hasta el próximo miércoles. Mientras tanto, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), organización no gubernamental que lucha contra los abusos sobre la prensa y fomenta la libertad de expresión en todo el mundo, ha dado a conocer sus propios premios a aquellos mandatarios que más desprecio han mostrado hacia el oficio.
Como no podía ser de otra manera, la victoria se la apunta Trump, considerado el líder mundial que más daño ha causado a la libertad de prensa. “Ha socavado el papel de los medios de comunicación del país, atacando a periodistas y a sus informaciones”, expone el CPJ. Durante mucho tiempo, EE UU ha abanderado la independencia de la prensa frente al poder y ha defendido el periodismo libre como baluarte de la democracia, pero Trump ha venido a pulverizar esta herencia. Desde que declaró su candidatura presidencial, en 2015, ha publicado unos 1.000 tuits contra la prensa.
En la categoría de líder “más susceptible” ante las noticias publicadas por los medios, el ganador es el turco Recep Tayyip Erdogan por propiciar que los tribunales cursaran 46.193 casos por insultos al presidente, a la República, al Parlamento o a otras instituciones. Turquía encabeza también la lista de países que han aprovechado la lucha contra el terrorismo para vapulear la libertad de prensa, como demuestran los (al menos) 73 profesionales presos acusados de pertenecer o de apoyar a supuestas organizaciones terroristas. El subcampeón en esta modalidad es el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, que con la nueva ley antiterrorista tiene campo libre para restringir los derechos de los periodistas.
En la lista del CPJ no pueden faltar otros dos dirigentes especialmente nocivos: Vladímir Putin y Xi Jinping. El presidente ruso ha fulminado diarios, radios y televisiones neutrales y los periodistas no se libran del acoso de las autoridades, que se han esforzado por emular el exitoso modelo chino de censura en Internet. Aung San Suu Kyi se lleva el premio al mayor retroceso de la libertad de prensa. El régimen de Myanmar ha entrado en el club de los 10 países más censores del mundo y el acoso a la prensa es continuo. La que fuera Nobel de la Paz en 1991 se ha hecho ahora acreedora de un galardón vergonzoso.
Igualmente deshonroso es que entre los grandes enemigos de la libertad de información aparezca un miembro de la UE. A la zaga de la musa de los derechos humanos birmana aparece el presidente polaco, Andrzej Duda, cuyo Gobierno ha tomado el control directo de los medios públicos, una política incompatible con los principios de la Unión.
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