Mil jóvenes son acusados en Dinamarca de pornografía infantil por difundir un vídeo sexual con menores
Las imágenes sexuales de dos quinceañeros fueron compartidas por el chat de Facebook en 2017. La propia compañía fue la que destapó el caso
Copenhague
Una pareja consulta la red social Facebook. CARLOS ROSILLO
Las fuerzas de seguridad danesas han acusado a 1.004 jóvenes (unos 800 niños y 200 niñas entre 15 y 20 años, según Reuters) por compartir imágenes en vídeo en otoño del año pasado en las que se ve a dos personas de 15 años —edad mínima para consentir sexualmente en el país escandinavo— manteniendo relaciones sexuales, al considerar que puede ser constitutivo de un delito de pornografía infantil tipificado en el artículo 235 del Código Penal danés y castigado con un máximo de seis años de prisión.
"Es un asunto muy grave y complejo que ha llevado mucho tiempo investigar, sobre todo debido a la gran cantidad de cargos. Nos estamos tomando el caso muy en serio porque tiene implicaciones importantes para los involucrados", ha dicho el inspector de policía Lau Thygesen a través de un comunicado. La mayoría de los acusados había compartido los vídeos unas pocas veces, pero hay quien había enviado los documentos incluso en varios cientos de ocasiones, según ha informado la Policía este lunes.
Las autoridades dieron con la grabación a raíz de un chivatazo dado por la compañía Facebook, a través de cuya plataforma de conversaciones (Messenger) se habían distribuido los dos vídeos. La firma avisó a las autoridades de Estados Unidos y la alerta llegó a Dinamarca a través de Interpol. Las autoridades de Copenhague iniciaron en 2017 la investigación del caso denominado Umbrella.
"En nuestra opinión, los jóvenes saben que puede tener importantes consecuencias para la víctima compartir ese tipo de material. Pero pueden no saber que también es punible y que pueden ser condenados a distribuir pornografía infantil", dijo el comisionado de policía Flemming Kjærside, en referencia a las penas por compartir el contenido sexual de los menores de edad: seis años de cárcel.
Las penas, según la policía, no están muy claras en este caso concreto, pero podrían ir desde la imposibilidad de ejercer de maestro en una guardería o convertirse en entrenador de fútbol a pasar seis años en prisión. Además, si las autoridades estadounidenses (donde se destapó el caso) lo consideran oportuno, podrían vetar la entrada al país a los que supuestamente cometieron este delito de pornografía infantil. "Habrá serias consecuencias en el futuro", concluye Kjærside en el mismo comunicado, porque si un menor delinque en estos términos, sus antecedentes se quedan grabados durante al menos una década.
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