domingo, 27 de octubre de 2013

OPUESTOS POR EL VÉRTICE ▼ El auge de las 'barras bravas' en el gobierno de Cristina Fernández | Argentina | elmundo.es

El auge de las 'barras bravas' en el gobierno de Cristina Fernández | Argentina | elmundo.es


ARGENTINA | Violencia en el fútbol

El auge de las 'barras bravas' en el gobierno de Cristina Fernández

Nunca antes en Argentina ha estado tan visible la trama mafiosa entre políticos y 'barras bravas' como durante la década kirchnerista-cristinista (2003-2013). Y pese a que los violentos del fútbol son los campeones de la inseguridad ciudadana, ni el oficialismo ni la oposición proponen remedios concretos a esta enfermedad social durante la campaña electoral para las legislativas de este domingo.

Los energúmenos actúan a cara descubierta de guardias de choque de funcionarios políticos. Y a veces hasta hacen de escoltas armados. Por supuesto que ese 'servicio' no resulta gratuito. A cambio gozan de luz verde para montar negocios sucios que reditúan millones. Reventa de entradas, tráfico de drogas y alcohol en las gradas, montar chiringuitos, cobrar aparcamiento en los estadios, siempre en complicidad con los policías que hacen la vista gorda.

Así, los capos 'barrabravas' han devenido en una casta de 'nuevos ricos', acomodados a la sombra de la clase política y de los dirigentes del fútbol que los apañan. Es posible verlos viviendo como pacíficos padres de familia en chalés de lujo y pilotando BMW y Mercedes Benz de alta gama.

"Además de hacer dinero, el 'barrabrava' busca otras cosas. Quiere el respeto y al reconocimiento de la gente. Como Rafa Di Zeo y Mauro Martín, de 'La Doce', a quienes la gente de Boca les piden autógrafos y sacarse fotos juntos", explicó José Garriga Zucal, antropólogo social que se infiltró entre los hinchas de Huracán, para hacer su tesis doctoral.

La última salvajada, el martes pasado, en plena campaña electoral, ha sido protagonizada por la 'barrabrava' del club Platense que reventó una asamblea en la facultad de Ciencias Exactas. Ingresó a puñetazos y patadas atacando a los estudiantes que expresaban su rechazo a la elección del cristinista Juan Reboreda como nuevo decano.

Otra 'barrabrava', la del club Colegiales, montó el viernes 18 una caravana, a tiros y golpes, en el funeral de su capo, Pocho Morales. A éste lo asesinaron de seis balazos por la espalda cuando acuchillaba a su ex número dos en la hinchada, Martín Cabrera, que también era 'cristinista' pero se pasó al partido PRO, de centroderecha.

El padrino de ceremonias de aquel funeral del tipo narco colombiano era el candidato cristinista a concejal y presidente del club Rodrigo 'Sapito' González. En cambio al acuchillado Cabrera lo respaldaba el secretario municipal César Flores, del partido PRO que lidera el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri.

A Macri, que está vinculado al Partido Popular español, los cristinista siempre lo emparentan con 'La Doce', 'barrabrava' del Boca Juniors, que él presidió durante 12 años hasta ser alcalde porteño. Y la recíproca le cabe a la madre de la presidenta, Ofelia Wilheim, a quien muchos relacionan con la 'barrabrava' del club Gimnasia y Esgrima.

La inseguridad ciudadana

Lo cierto es que casi todos los políticos están vinculados a algún club de fútbol y sus fanáticos por una razón muy sencilla: el balompié es la primera pasión de los argentinos. La presidenta Cristina Fernández tomó buena nota de ello y lanzó el programa populista 'Fútbol para todos', en la televisión los partidos de forma gratuita y diaria.

Hasta financió a 'Hinchadas Unidas Argentinas', auténtico seleccionado, flor y nata de las 'barras bravas', para que viajaran al Mundial de Sudáfrica 2010. Y ha confesado que cuando iba con Néstor Kirchner a los estadios le "maravillaban" esos fanáticos en las gradas "colgados y con la bandera, nunca miran el partido, arengan, arengan y arengan". "La verdad, mi respeto para ellos", sorprendió.

Ante tal confesión, Mónica Nizzardo, ex presidenta del club Atlanta, de la tercera división, y fundadora de la ONG 'Salvemos al Fútbol, que combate a las mafias', dimitió y se marchó a casa. "¡Me cansé!, la presidenta minimizó la violencia del fútbol desligando la responsabilidad de los problemas a los árbitros y confundiendo fanatismo con negocios espurios", disparó.

El balance negro de las 'barrasbravas' ya arrastra al menos 273 asesinados, más miles de heridos, desde que irrumpieron en 1922. La última víctima fue Gabriel Aguirre, un chico de 13 años. Dos hinchas de Rosario Central lo mataron a balazos porque lucía la camiseta del archirrival Newell's Old Boys, club inicial de Leonel Messi. Sin embargo, el pibe era hincha del Boca Juniors.

Cada vez más las peleas se desatan entre hinchas de un mismo equipo en disputas por el liderazgo y el manejo de los negocios. Esa tendencia agrava el creciente problema de la inseguridad ciudadana, que quita el sueño a los argentinos. La única idea que de momento se le ha ocurrido al Gobierno ha sido prohibir a la afición visitante que concurra al estadio del adversario local.


el dispreciau dice: la sociedad argentina está dominada por una histeria insoportable que se debate entre extremos que la enfrentan, consumiéndola en conflictos que devoran su esencia... la sociedad argentina está mexicanizada sin ser afín a dicho pensamiento, así como está colombianizada por inducción de intereses políticos foráneos, que han encontrado huecos jurídicos suficientes como para sembrar el ignorante negocio del "narco" y sus ingentes "lavados", negocio que se sustenta en el imperio de los subsidios y las ignorancias implantadas por impericias políticas. El tema no es menor porque Argentina no merece esta suerte... no la merece su sociedad ni tampoco su gente... este modelo de confrontación nacida en una visión política errada (cuando hablo de política me refiero al conjunto) le ha dado la derecha al imperio de gentes que han aprendido a vivir a expensas del estado ausente, gentes que han tomado todo del lado oscuro de la sociedad, pero que son incapaces de hacer nada por nadie, son incapaces de agregar valor social, porque parten de la miseria humana como premisa de dominación de los prójimos, y de hecho han sumido a la sociedad en miedos crecientes, protegidos por funcionarios que están lejos de representar al "ser argentino", o lejos de formar parte del ADN argentino... aún cuando se crean a sí mismos más importantes o más grandes que el resto de los mortales, también nacidos bajo esta hermosa bandera que nos cobija. Sin embargo, la bandera es lo que es en sí misma, y muchos argentinos no están a la altura de ella, mal que les pese. Cristina ha quedado atrapada entre huestes que están peleadas con sus propias vidas... y enfrentando a una clase política opositora que da pena y produce vergüenza ajena... y ello ha favorecido este avance del lado "ignorante" de la sociedad, una parte que es funcional a los intereses de ideologías trasnochadas que chocan contra cualquier realidad, porque en verdad no saben construir sociedad, ya que se sustentan en el doble mensaje. Las barras fultboleras y/o deportivas no aportan nada a la esencia de la argentidad, antes bien le quitan honores, y le restan futuro a los hijos genuinos del país... indudablemente a alguien le sirve. No le sirve al país. Por estas horas, Argentina está dominada por la inseguridad y los miedos impuestos por las ausencias del poder... y ello, además de consumir destinos de anónimos inocentes, coloca a la sociedad en contra de sus representantes, al sentirse incomprendida, no escuchada, no atendida. Ninguna sociedad que se precie de tal, puede alimentarse de las ignorancias ni tampoco de los retrógados que viven a expensas de las miserias humanas... por ende, la sociedad genera anticuerpos que se incrementan hasta exterminar la fuente de los problemas que la aquejan. Cuando los funcionarios se auto-consideran dueños del poder, y dueños del destino de los ciudadanos, ingresan al camino de los errores, algo que los argentinos conocen bien desde siempre... esos mismos funcionarios no le han hecho honor a las sapiencias de la Presidente, y tampoco han estado a la altura de sus circunstancias, ya que los facilismos nunca conducen a buen puerto. Hoy, la delincuencia y la ignorancia dominan cualquier paisaje en cualquier lugar de la Argentina... pero la sociedad no merece esto... y es esperable que se produzca una reacción en cadena a favor de la recuperación de los valores auténticos que han caracterizado a esta sociedad. El fútbol da pena... también produce vergüenza... no obstante lo cual sus intérpretes ganan millones por hacer el ridículo ante sus propios simpatizantes, todos los días, en cada encuentro... y ello está directamente relacionado con el imperio de los "dueños de las veredas", gentes que restan cada vez que salen a la calle el robar el esfuerzo de sus prójimos, al sólo efecto de nutrir y aportar a la "corona". Este camino no da para más... así de sencillo... pero la clase política existente, tampoco. OCTUBRE 27, 2013.- 


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