La energía nuclear asoma la cabeza
El Gobierno británico anuncia la construcción de dos nuevos reactores
Bruselas tiene que validar las condiciones pactadas con la empresa
La industria nuclear empieza a asomar la cabeza tras el duro golpe de la catástrofe de Fukushima, ocurrida en marzo de 2011. El Gobierno británico y la eléctrica pública francesa EDF anunciaron ayer en Londres un acuerdo para construir dos reactores nucleares en Hinkley Point (Somerset), sudoeste de Inglaterra, capaces de suministrar electricidad a cinco millones de hogares. El anuncio es muy significativo por varias razones. Primero, porque se trata del primer proyecto de construcción de una nuclear en Europa después de Fukushima. Segundo, porque pone fin a la moratoria nuclear que Reino Unido aprobó en 1986 y que convirtió la central de Sizewell B, que empezó a construirse en 1988 y se inauguró en 1995, en la última erigida en territorio británico.
Por encima de todo, el proyecto de Hinkley Point tiene el potencial de dar un vuelco a la industria nuclear porque propone un nuevo modelo. Se acabó el viejo sistema por el que las costosas centrales se construían con dinero público. En el programa británico se construirán los reactores con dinero privado y a cambio el Estado le garantiza su rentabilidad. ¿Cómo? Asegurando a los inversores un precio mínimo por la energía que produzcan.
Hinkley Point confirma las tendencias marcadas por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que hablaba en 2012 de un crecimiento nuclear a un ritmo más lento que el previsto antes de Fukushima. El trasfondo económico subyace en todos los proyectos, primero por el descenso de la demanda energética que ha derivado de la crisis; segundo, por la escasez financiera que compromete la viabilidad económica de centrales nucleares.
En la Unión Europea hay 132 reactores que en 2012 produjeron aproximadamente un tercio de la energía eléctrica consumida en ese año. Además, hay otros cuatro reactores en construcción: dos en Eslovaquia, uno en Finlandia, en el que el retraso en los plazos han generado un sustancial incremento de costes, y otro en Francia.
“Todas las empresas que quieran construir una central pueden hacerlo, pero no lo hacen, y entonces comienzan a pedir garantías al Gobierno. Están acostumbradas a que sean los Gobiernos quienes paguen las indemnizaciones en caso de accidente nuclear. Es lo de siempre (...) las eléctricas solo las quieren producir si el Gobierno lo garantiza todo”, contempla el economista Martín Gallego Málaga, que fue secretario general de la Energía con el PSOE.
En este caso, Londres se ha comprometido a pagar 92,5 libras (109,35 euros) por cada megavatio/hora de electricidad que produzca Hinkley Point C desde que se ponga en marcha en 2023 (si se cumple el calendario previsto) y durante los siguientes 35 años. Es el doble del precio de mercado en estos momentos y se actualizará con la inflación. Ese precio garantizado caerá a 89,5 libras si EDF decide finalmente construir otros dos reactores en una segunda planta, Sizewell C, en Suffolk, costa Este de Inglaterra, debido a las economías de escala de construir cuatro reactores.
Otra gran novedad del plan británico es que ha necesitado la entrada de dos compañías chinas en el proyecto. Se trata de China General Nuclear Power y de Group and China National Nuclear Power, que mantendrán entre el 30% y el 35% de la compañía que construya y explote los reactores. El resto del capital estará en manos de dos grupos públicos franceses, Areva (10%) y EDF. Se dará así la paradoja de que lo que el Gobierno británico describe como capital privado es en realidad capital público extranjero.
A juicio de Antony Froggatt, especialista en Energía y Medio Ambiente del centro de estudios Chatham House, el acuerdo tiene “consecuencias económicas y geopolíticas”. Económicas porque el precio garantizado finalmente pactado está muy por encima de las 23,5 libras por megavatio/hora que en 2006 el Gobierno estimaba que costaría la energía producida por un reactor de ese tipo, equivalente a 28,8 en valores de 2013. “Ese incremento de más de tres veces en ocho años sitúa el coste de la energía nuclear al doble de los actuales precios de mercado y por encima del precio de producción, tanto en plantas que funcionan con gas, como con carbón y es también más costoso que muchas opciones de renovables”.
Froggatt subraya también que el acuerdo revela “el carácter global del sector nuclear” porque la construcción depende de dos compañías públicas francesas y de la financiación china. “Eso demuestra que los costes de construcción de las nucleares son ahora tan altos que están por encima de la capacidad financiera de una de las mayores compañías de servicios públicos de Europa. Los futuros proyectos en Reino Unido y en muchos países seguramente exigirán grandes acuerdos a nivel internacional para la construcción, explotación o financiación. Aún más, el compromiso internacional de esos proyectos requerirá apoyo financiero y político de varios Gobiernos”, sostiene el experto de Chatham House.
Foro Nuclear, la asociación de las empresas de energía nuclear en España, incide en la necesidad de contar con mecanismos normativos y regulatorios que favorezcan las inversiones nucleares. “Ofrecen estabilidad y seguridad a los inversores, a la vez que proporcionan un horizonte dilatado en el tiempo para desarrollar su actividad”, asegura un portavoz. España, con seis centrales, ocupa el puesto 10º en producción nuclear de la Unión Europea.
Hinkley Point C costará 16.000 millones de libras (casi 19.000 millones de euros), 2.000 millones más de lo estimado inicialmente. El encarecimiento se debe a las medidas adicionales de seguridad impuestas por el Gobierno tras estudiar el impacto que podía tener la catástrofe de Fukushima en el programa nuclear británico.
EDF, sin embargo, no se comprometerá en firme a realizar la inversión hasta saber si la Comisión Europea da su visto bueno al precio garantizado pactado con el Gobierno británico, que podría ser considerado una ayuda de Estado incompatible con la legislación europea. Bruselas paralizó hace unos días un proyecto de equiparar las nuevas nucleares con las renovables, que están exentas de la legislación que restringe las ayudas de Estado.
“Proyectos con inversiones tan importantes no merecen la pena porque las energías renovables van a terminar por cubrir estas necesidades con menos recursos”, opina Jorge Fabra, de Economistas Frente a la Crisis. “Desde una perspectiva económica y regulatoria me parece muy difícil que se hagan nuevas centrales en Europa y España”, añade.
Otro experto en energía, que pide que no se publique su nombre, cree que Fukushima ha reforzado las opiniones de los contrarios a la nuclear. “El caso de Alemania es muy claro. Ya habían decidido dejar la energía nuclear, y les sirvió para poner fecha firme”, comenta. Los más proclives han descubierto que la energía nuclear sale ahora más cara y en esos casos la toma de decisiones se ralentiza, o se abandona. “La empresa que se lance tiene que tener buenas garantías, si el Gobierno no da apoyos claros, como hace Reino Unido o China, es difícil que prospere”, añade.
Reino Unido tiene en estos momentos 16 reactores en funcionamiento en nueve centrales, ocho de ellas controladas por EDF que generan el 19% de la electricidad que consumen los británicos, lejos del pico del 26% alcanzado en 1997. Todas menos una tendrán que haberse cerrado en 2023 o antes. Una, en 2014; dos en 2018; dos en 2019; cuatro en 2023 y una en 2035.
El fin de la moratoria empezó a plantearlo el Gobierno del laborista Tony Blair en 2003 debido al cierre cada vez más próximo de las plantas actuales y el objetivo político de reducir las emisiones. Su sucesor, Gordon Brown, lanzó en 2008 un libro blanco proponiendo el fin de la moratoria al tiempo que impulsando las energías renovables. La coalición de conservadores y liberal-demócratas que lidera David Cameron aprobó en 2010 un programa para construir ocho nuevas centrales antes de 2025.
“Los países que renuncien a la energía nuclear lo que harán será entrar en una nueva dependencia, sobre todo de conocimiento. Perder físicos, ingenieros y técnicos nucleares hará que tengan que comprar energía a terceros o a centrales nucleares llave en mano controladas por técnicos foráneos”, describe Manuel Lozano, catedrático de Física Atómica de la Universidad de Sevilla.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica concentra el crecimiento de la energía nuclear en los planes de los países del este asiático (China, Corea del Sur y Japón, si finalmente reactivan sus centrales), Oriente Próximo, Asia del Sur, Rusia y países del este europeo. En la actualidad hay unos 200 reactores planificados en el mundo, según datos de Foro Nuclear.
“Tras Fukushima, el panorama se ha estabilizado en casi todos los países y la opinión pública vuelve a confiar en la energía nuclear”, subrayan desde el lobby nuclear español. Las pruebas de estrés realizadas a los reactores de la UE confirmaron que podían continuar operando con todas las garantías. La Comisión Europea hizo una serie de recomendaciones para incrementar aún más la seguridad. En junio de 2014 debe informar sobre estas mejoras. Si no son suficientes, el sector puede encontrar un nuevo escollo.
Por encima de todo, el proyecto de Hinkley Point tiene el potencial de dar un vuelco a la industria nuclear porque propone un nuevo modelo. Se acabó el viejo sistema por el que las costosas centrales se construían con dinero público. En el programa británico se construirán los reactores con dinero privado y a cambio el Estado le garantiza su rentabilidad. ¿Cómo? Asegurando a los inversores un precio mínimo por la energía que produzcan.
Hinkley Point confirma las tendencias marcadas por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que hablaba en 2012 de un crecimiento nuclear a un ritmo más lento que el previsto antes de Fukushima. El trasfondo económico subyace en todos los proyectos, primero por el descenso de la demanda energética que ha derivado de la crisis; segundo, por la escasez financiera que compromete la viabilidad económica de centrales nucleares.
En la Unión Europea hay 132 reactores que en 2012 produjeron aproximadamente un tercio de la energía eléctrica consumida en ese año. Además, hay otros cuatro reactores en construcción: dos en Eslovaquia, uno en Finlandia, en el que el retraso en los plazos han generado un sustancial incremento de costes, y otro en Francia.
“Todas las empresas que quieran construir una central pueden hacerlo, pero no lo hacen, y entonces comienzan a pedir garantías al Gobierno. Están acostumbradas a que sean los Gobiernos quienes paguen las indemnizaciones en caso de accidente nuclear. Es lo de siempre (...) las eléctricas solo las quieren producir si el Gobierno lo garantiza todo”, contempla el economista Martín Gallego Málaga, que fue secretario general de la Energía con el PSOE.
En este caso, Londres se ha comprometido a pagar 92,5 libras (109,35 euros) por cada megavatio/hora de electricidad que produzca Hinkley Point C desde que se ponga en marcha en 2023 (si se cumple el calendario previsto) y durante los siguientes 35 años. Es el doble del precio de mercado en estos momentos y se actualizará con la inflación. Ese precio garantizado caerá a 89,5 libras si EDF decide finalmente construir otros dos reactores en una segunda planta, Sizewell C, en Suffolk, costa Este de Inglaterra, debido a las economías de escala de construir cuatro reactores.
Otra gran novedad del plan británico es que ha necesitado la entrada de dos compañías chinas en el proyecto. Se trata de China General Nuclear Power y de Group and China National Nuclear Power, que mantendrán entre el 30% y el 35% de la compañía que construya y explote los reactores. El resto del capital estará en manos de dos grupos públicos franceses, Areva (10%) y EDF. Se dará así la paradoja de que lo que el Gobierno británico describe como capital privado es en realidad capital público extranjero.
A juicio de Antony Froggatt, especialista en Energía y Medio Ambiente del centro de estudios Chatham House, el acuerdo tiene “consecuencias económicas y geopolíticas”. Económicas porque el precio garantizado finalmente pactado está muy por encima de las 23,5 libras por megavatio/hora que en 2006 el Gobierno estimaba que costaría la energía producida por un reactor de ese tipo, equivalente a 28,8 en valores de 2013. “Ese incremento de más de tres veces en ocho años sitúa el coste de la energía nuclear al doble de los actuales precios de mercado y por encima del precio de producción, tanto en plantas que funcionan con gas, como con carbón y es también más costoso que muchas opciones de renovables”.
Froggatt subraya también que el acuerdo revela “el carácter global del sector nuclear” porque la construcción depende de dos compañías públicas francesas y de la financiación china. “Eso demuestra que los costes de construcción de las nucleares son ahora tan altos que están por encima de la capacidad financiera de una de las mayores compañías de servicios públicos de Europa. Los futuros proyectos en Reino Unido y en muchos países seguramente exigirán grandes acuerdos a nivel internacional para la construcción, explotación o financiación. Aún más, el compromiso internacional de esos proyectos requerirá apoyo financiero y político de varios Gobiernos”, sostiene el experto de Chatham House.
Foro Nuclear, la asociación de las empresas de energía nuclear en España, incide en la necesidad de contar con mecanismos normativos y regulatorios que favorezcan las inversiones nucleares. “Ofrecen estabilidad y seguridad a los inversores, a la vez que proporcionan un horizonte dilatado en el tiempo para desarrollar su actividad”, asegura un portavoz. España, con seis centrales, ocupa el puesto 10º en producción nuclear de la Unión Europea.
Hinkley Point C costará 16.000 millones de libras (casi 19.000 millones de euros), 2.000 millones más de lo estimado inicialmente. El encarecimiento se debe a las medidas adicionales de seguridad impuestas por el Gobierno tras estudiar el impacto que podía tener la catástrofe de Fukushima en el programa nuclear británico.
EDF, sin embargo, no se comprometerá en firme a realizar la inversión hasta saber si la Comisión Europea da su visto bueno al precio garantizado pactado con el Gobierno británico, que podría ser considerado una ayuda de Estado incompatible con la legislación europea. Bruselas paralizó hace unos días un proyecto de equiparar las nuevas nucleares con las renovables, que están exentas de la legislación que restringe las ayudas de Estado.
“Proyectos con inversiones tan importantes no merecen la pena porque las energías renovables van a terminar por cubrir estas necesidades con menos recursos”, opina Jorge Fabra, de Economistas Frente a la Crisis. “Desde una perspectiva económica y regulatoria me parece muy difícil que se hagan nuevas centrales en Europa y España”, añade.
Otro experto en energía, que pide que no se publique su nombre, cree que Fukushima ha reforzado las opiniones de los contrarios a la nuclear. “El caso de Alemania es muy claro. Ya habían decidido dejar la energía nuclear, y les sirvió para poner fecha firme”, comenta. Los más proclives han descubierto que la energía nuclear sale ahora más cara y en esos casos la toma de decisiones se ralentiza, o se abandona. “La empresa que se lance tiene que tener buenas garantías, si el Gobierno no da apoyos claros, como hace Reino Unido o China, es difícil que prospere”, añade.
Reino Unido tiene en estos momentos 16 reactores en funcionamiento en nueve centrales, ocho de ellas controladas por EDF que generan el 19% de la electricidad que consumen los británicos, lejos del pico del 26% alcanzado en 1997. Todas menos una tendrán que haberse cerrado en 2023 o antes. Una, en 2014; dos en 2018; dos en 2019; cuatro en 2023 y una en 2035.
El fin de la moratoria empezó a plantearlo el Gobierno del laborista Tony Blair en 2003 debido al cierre cada vez más próximo de las plantas actuales y el objetivo político de reducir las emisiones. Su sucesor, Gordon Brown, lanzó en 2008 un libro blanco proponiendo el fin de la moratoria al tiempo que impulsando las energías renovables. La coalición de conservadores y liberal-demócratas que lidera David Cameron aprobó en 2010 un programa para construir ocho nuevas centrales antes de 2025.
“Los países que renuncien a la energía nuclear lo que harán será entrar en una nueva dependencia, sobre todo de conocimiento. Perder físicos, ingenieros y técnicos nucleares hará que tengan que comprar energía a terceros o a centrales nucleares llave en mano controladas por técnicos foráneos”, describe Manuel Lozano, catedrático de Física Atómica de la Universidad de Sevilla.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica concentra el crecimiento de la energía nuclear en los planes de los países del este asiático (China, Corea del Sur y Japón, si finalmente reactivan sus centrales), Oriente Próximo, Asia del Sur, Rusia y países del este europeo. En la actualidad hay unos 200 reactores planificados en el mundo, según datos de Foro Nuclear.
“Tras Fukushima, el panorama se ha estabilizado en casi todos los países y la opinión pública vuelve a confiar en la energía nuclear”, subrayan desde el lobby nuclear español. Las pruebas de estrés realizadas a los reactores de la UE confirmaron que podían continuar operando con todas las garantías. La Comisión Europea hizo una serie de recomendaciones para incrementar aún más la seguridad. En junio de 2014 debe informar sobre estas mejoras. Si no son suficientes, el sector puede encontrar un nuevo escollo.
Otro modelo nuclear
Los dos nuevos reactores británicos resuelven la financiación de energías con gran coste inicial
El accidente de Fukushima, en marzo de 2011, tuvo notables
consecuencias sobre lo que entonces se consideraba un inminente
“renacimiento” nuclear: produjo el apagón del parque nuclear japonés,
uno de los más potentes del mundo, sin saberse cuál será su destino
final; precipitó la decisión de cierre del alemán a principios de la
próxima década y aumentó los costes potenciales de los proyectos futuros
al exigir los reguladores europeos más medidas de seguridad. En ese
momento había en Europa Occidental dos reactores en construcción, en
Finlandia y Francia, ambos de tecnología francesa, aunque en el resto
del mundo se están construyendo una cincuentena más.
Revisión nuclear (30/12/2012)
Seguridad nuclear (08/10/2012)
Ahora, dos años después, se acaba de anunciar la próxima construcción
de dos reactores en Hinkley Point (Somerset), en Reino Unido. Este
nuevo proyecto tiene particularidades dignas de ser resaltadas. El
liderazgo lo tendrá Electricité de France (EDF), la compañía pública de
electricidad de Francia, pero participarán con una parte significativa
del capital dos compañías públicas chinas, China General Nuclear Corp y
China National Nuclear Corp, con un tercio del proyecto. Areva, la
compañía pública francesa propietaria de la tecnología de los reactores,
tendrá un 10% de participación y el resto corresponderá a EDF y a
algunos inversores minoritarios no especificados. Es decir, la idea
defendida en Reino Unido de dejar a la iniciativa privada (y al capital
privado) la tarea de invertir y operar las nuevas instalaciones
nucleares, se ha concretado en la constitución de un consorcio cuyo
capital es casi totalmente público y extranjero.
Para recuperar y rentabilizar la inversión a realizar, unos 19.000 millones de euros, el Gobierno británico pagará la electricidad generada, durante los 35 años a partir de la fecha de puesta en funcionamiento, a unos 109 euros por megavatio hora, es decir entre el doble y el triple del precio medio de la electricidad europea. Este último punto requerirá de la autorización de la Comisión Europea, que deberá asegurarse de que estos precios no entran en contradicción con las normas que regulan las ayudas de Estado a la industria. El proyecto contiene ya algunos elementos de gran relieve político y estratégico, en particular la presencia de compañías chinas. Estamos ante el inicio de un nuevo modelo que podría generalizarse en el modo de afrontar infraestructuras que requieren una considerable inversión inicial.
Otro modelo nuclear | Opinión | EL PAÍS
En las últimas semanas el mundo ha estado pendiente del
enfrentamiento entre el gobierno federal de los EEUU y su poder
legislativo por el llamado "techo de deuda". El gobierno había alcanzado
el límite de gasto que le permitía su presupuesto. No podía endeudarse
más, salvo que lograse una autorización del Congreso. Muchas voces,
dentro y fuera del país, han advertido de las enormes consecuencias que
tendría la falta de un acuerdo entre ambos, no sólo para su economía,
sino también para la del resto del mundo. Si la primera potencia del
planeta dejase de pagar su deuda, se desencadenaría una espiral que
probablemente paralizaría el crédito y el comercio internacional.
En EEUU el "techo de deuda" no se puede aumentar sin que los legisladores y el gobierno federal se pongan de acuerdo. Sin embargo, desde 2010 los republicanos dominan la Cámara de Representantes, mientras que la presidencia la ocupa el demócrata Barack Obama, decidido a reformar el sistema de salud norteamericano (Affordable Care Act). Los republicanos se niegan a incrementar el "techo de deuda", si el presidente no renuncia a su propuesta. Una pugna muy similar a la que ocurrió hace casi cinco siglos en España, cuando Felipe II gobernaba un extenso imperio y ejercía una influencia internacional que también le exigía endeudarse.
La Corona española conseguía crédito a corto plazo firmando anualmente contratos con los grandes banqueros alemanes y genoveses; y también a largo plazo, emitiendo títulos de deuda pública (juros). Mientras en los asientos, Felipe II abonaba intereses en torno al 12%, la mayoría de los juros rendían un 7%. Los niveles de inflación —la famosa revolución de los precios— se situaban entonces en torno al 1% anual. Estas cifras permiten entender por qué la mayor parte de la deuda del rey era doméstica. Un 9% del stock total de la deuda en 1575 estaba en juros. El nombre de este instrumento financiero significaba que el rey empeñaba su palabra en el pago de intereses, algo que durante su reinado se cumplió escrupulosamente, contribuyendo a ampliar su demanda, incluso a nivel internacional. La Corona española fue la primera en el mundo en alcanzar, ya en el siglo XVI, niveles de deuda doméstica similares a los que presentan hoy en día muchas economías modernas (en torno al 60% de su PIB).
La principal característica de la deuda pública castellana en el siglo XVI —como en la de Inglaterra del siglo XVIII— era su vinculación directa con los impuestos más estables (impuestos al consumo, monopolios y aduanas). El más destacado fue el equivalente a nuestro IVA actual (la alcabala), cuyo cobro y gestión estaba en manos de las ciudades. El mismo tesorero que cobraba el impuesto, pagaba los juros. Así se creó un vínculo entre quienes pagaban impuestos e invertían en deuda pública, algunos de los cuales eran los propios gobernantes de las ciudades y los primeros interesados en que todos los años se abonaran sus intereses.
La Corona logró en 1536 que las ciudades cobrasen la alcabala en su nombre, a cambio de entregarle a la Corona una cantidad fija todos los años (encabezamiento). Convertir en cupo el ingreso indirecto más importante del rey, en una economía en plena expansión, obviamente suponía limitar sus ingresos, pero tenía como ventaja que la ciudad se comprometía a pagar los intereses de la deuda, reforzando aún más la confianza de los inversores en los juros. La ventaja para las ciudades era obvia: se establecía una contribución fija y en dinero en un momento de expansión económica. La inflación supondría, a la larga, pagar menos impuestos. Las Cortes de Castilla fueron las encargadas de negociar con el rey la suma total de este cupo o encabezamiento, que básicamente permaneció invariable durante casi 40 años, salvo un pequeño incremento en 1562. En 1575 Felipe II alcanzó su "techo de deuda" y quedó imposibilitado para emitir más deuda pública. A diferencia de lo que ha ocurrido en EEUU esta semana, el rey y las Cortes no llegaron a un acuerdo.
Adelantándose al problema, a principios de la década de 1570 Felipe II solicitó un aumento de impuestos. Las Cortes recibieron su solicitud con enorme frialdad y concentraron sus críticas en los banqueros del rey. Si la Corona tenía problemas financieros, la solución no era subir impuestos, sino actuar contra ellos. A finales de 1574, Felipe II tomó la iniciativa y multiplicó por tres el encabezamiento. Las ciudades se sintieron traicionadas y trataron de impedirlo, desentendiéndose de la recaudación del impuesto. ¡El rey no estaba de parte suya, sino de los banqueros extranjeros! Felipe II accedió entonces a sus demandas y el 1 de Septiembre de 1575 suspendió el pago de sus obligaciones en los contratos con sus principales financieros. Por supuesto, los juros no se vieron afectados. Aquel otoño, muchos pensaron que le habían ganado el pulso a la Corona, pero la realidad demostró ser muy diferente.
Los banqueros del rey no eran más que intermediarios financieros. Captaban crédito en los mercados y en las ferias antes de prestárselo al monarca. A través de sus redes y correspondientes aceptaban depósitos (herencias, dotes, ahorros), o vendían letras de cambio entre los mercaderes, canalizando así dinero hacia la Corona. Cuando el rey dejó de pagarles, ellos tampoco lo hicieron a sus acreedores. Su dinero quedó atrapado. Por primera vez, las ferias de Medina del Campo, las más importantes del reino, dejaron de celebrarse. En 1576 quebraron los dos grandes bancos de Sevilla, la ciudad que monopolizaba el comercio con América. En Madrid y otras ciudades, muchos comerciantes fueron encarcelados por no pagar sus deudas. Otros se vieron enzarzados en costosos pleitos. Su ruina fue también la de las ciudades donde residían y hacían negocios. El daño causado se extendió a otros mercados internacionales a través de Génova y Flandes, afectando incluso a la propia Roma.
Paradójicamente, los únicos que no acabaron en la cárcel fueron los grandes banqueros del rey, a quienes Felipe II, poco después de publicar el decreto de suspensión, les concedió inmunidad ante cualquier tribunal de justicia, evitando así que les embargasen sus bienes. El rey no quería arruinarlos porque en breve los necesitaría de nuevo. En marzo de 1577 llegó a un acuerdo con ellos para abonarles todo lo que les debía, pero en lugar de firmarlo y restablecer los pagos, lo dejó aparcado. El rey siguió esperando.
La situación no se desbloqueó hasta noviembre de 1577, cuando las principales ciudades de Castilla aceptaron el nuevo encabezamiento, logrando que el incremento de las alcabalas se multiplicase sólo por dos. El acuerdo permitió que Felipe II incrementase su "techo de deuda". Un acuerdo duradero porque logró 20 años adicionales para poder seguir emitiendo deuda a largo plazo. Nada más firmar el acuerdo con las ciudades, Felipe II lo hizo con sus banqueros: abolió el decreto de suspensión y les abonó sus deudas. Los ahorradores accedieron de nuevo a sus depósitos, el crédito volvió a fluir entre los mercaderes y las ferias de Medina del Campo se reabrieron en 1578.
La vuelta a la normalidad no impidió que Castilla sufriera serias consecuencias por esta pugna entre los poderes ejecutivos y legislativos. Muchas ciudades comenzaron su decadencia, en la que arrastraron al resto de la economía castellana y, con el tiempo, a la propia Corona. La suspensión de pagos de Felipe II en 1575 no fue una quiebra, sólo formó parte de un plan para permitirle elevar su "techo de deuda". El rey no tenía problemas para pagar sus deudas, sino para seguir endeudándose.
No podemos adivinar el futuro, pero analizar el pasado con rigor nos debería ayudar a no cometer los mismos errores. La semana pasada los EEUU consiguieron aplazar el problema una vez más después de varias semanas de incertidumbre, pero el enfrentamiento sigue sin resolverse, prolongando así los temores que tendría una falta de acuerdo sobre la economía mundial.
el dispreciau dice:
- el mundo se ha vuelto facilista, y sus líderes políticos, empresarios, militares, eclesiásticos, sociales, o de cualquier otra índole y/o factor, están tan atropellados por las urgencias del cúmulo de los temas no atendidos, que han aprendido a abordar cualquier solución, empleando la "teoría de los atajos", una teoría que suele conducir a ninguna parte, y peor aún, que suele demorar las verdaderas soluciones, esas que son en esencia inevitables... en lo personal, a esta conducta le llamaría estupidez humana, pero en realidad encaja mejor con la miseria humana... esto es actuar pensando que el que se va a "joder" será siempre el que viene por detrás... un "argentinismo" peligrosísimo, del que el mundo se ha nutrido sin medir sus terribles consecuencias.
- este mismo mundo "facilista" está orientado a partir de las "ciencias de las conveniencias", esto es ciencias que no son tales, pero que compran y venden conocimientos oportunistas que sirven para facturar para salir de cualquier coyuntura... patentando soluciones que no son tales... abusando de mentidas propiedades intelectuales... pero, peor aún, denigrando e insultando a las verdaderas ciencias, que están cayendo en el olvido, para dejarle lugar a todo inútil e inconsciente que viste a la raza humana por estas horas.
- Fukushima no se ha resuelto, más aún, se agrava minuto a minuto... pero nadie dice nada... los medios periodísticos corporativos no tienen periodistas capaces para dimensionar la gravedad de lo que está sucediendo, por ende, mira hacia el costado buscando alguna señorita que ande ligera de ropas y eleve el morbo social... al tiempo que la injusticia reinante destruye la esencia de los derechos humanos pulverizando decisiones jurídicas fundamentadas y fundamentales, cambiándolas por otras que habilitan a la libertad de asesinos, violadores, traficantes, y otros bárbaros que andan sueltos haciendo de las suyas con las vidas de los demás... ¿mal?, pésimo... evaporar la "doctrina Parot" es una nueva señal de la EUROPA MEDIEVAL en contra de la sociedad humana, augurándole los términos de un "remozado" nazismo... ¿grave?, peor...
- Chernobyl no se ha resuelto, más aún, está agravándose día tras días... pero otra vez, nadie dice nada... dado que el mundo está muy ocupado asistiendo a como todos se mienten a todos, como todos se traicionan a todos, como todos se espían a todos, y como esos mismo todos no hacen nada por nadie... que sirve...
- a alguien le sirve esto de la "teoría de los atajos"... no sabemos cómo resolver el drama creciente de los accidentes nucleares... pero dado que no se aprende de los errores, estos se reiteran sin solución de continuidad... dicho sea de paso, ya nadie se acuerda del daño que las explosiones nucleares de Francia produjeron en el Océano Pacífico... algo semejante a hacer estallar una bomba atómica en el patio de tu casa... pero todo está bien... y dado que Francia es un país con gente educada, que habla francés, está mejor aún... y del mismo modo de lo antes dicho, el periodismo deplorable de estas horas, se hace el burro ante las filtraciones radioactivas de muchas plantas nucleares que "pasan por alto" inspecciones acordadas... algo anda mal en el coco humano del poder... ¿idiotas?, más que eso... inmorales...
- los reinos están fundidos, lo sabemos... curiosamente, las democracias también lo están (fundidas), por impericia de partes... más tarde, las dictaduras están quebradas... las repúblicas también lo están... y hasta las anarquías van por la misma senda... lo que quiere decir que el sistema sobre el que sustentan no sirve, sin embargo insisten en ofrecer créditos para hipotecar los destinos de los inocentes y los humildes... nuevo error... ya no hay una Tenochtitlán para asaltar, ni otra Cuzco para depredar... lo que queda en la Tierra humana son recursos de mínima que están poniendo en tela de juicio la continuidad de la existencia de la raza humana como tal... ¿verdad?, inapelablemente cierto... ¿pero a quién le importa?...
- en realidad lo que está en quiebra es la moral humana, por carencia de humanismos, por omisión de las éticas, por desprecio a las filosofías... y ello es mucho más grave, porque se enaltece la perversidad de los perversos, el cinismo de los cínicos, la hipocresía de los hipócritas, conductas que nunca suman y siempre restan... cuando la inmoralidad reemplaza a la moralidad, el ser humano se vuelve un depredador equivalente a un Tiranosaurio... come cualquier cosa que se le cruza... pero no piensa, y por ende, tampoco produce nada que sirva a la sociedad a la que pertenece, mal que le pese.
OCTUBRE 24, 2013.-
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Alarma en Fukushima (26/08/2013)Revisión nuclear (30/12/2012)
Seguridad nuclear (08/10/2012)
Para recuperar y rentabilizar la inversión a realizar, unos 19.000 millones de euros, el Gobierno británico pagará la electricidad generada, durante los 35 años a partir de la fecha de puesta en funcionamiento, a unos 109 euros por megavatio hora, es decir entre el doble y el triple del precio medio de la electricidad europea. Este último punto requerirá de la autorización de la Comisión Europea, que deberá asegurarse de que estos precios no entran en contradicción con las normas que regulan las ayudas de Estado a la industria. El proyecto contiene ya algunos elementos de gran relieve político y estratégico, en particular la presencia de compañías chinas. Estamos ante el inicio de un nuevo modelo que podría generalizarse en el modo de afrontar infraestructuras que requieren una considerable inversión inicial.
Otro modelo nuclear | Opinión | EL PAÍS
LA CUARTA PÁGINA
Dos imperios en apuros financieros
El conflicto entre Felipe II y las Cortes en 1575 y las dificultades de Obama sobre el “techo de la deuda” en 2013 muestran similitudes sorprendentes. En ambos casos, la cuestión de fondo sólo quedó aplazada
En EEUU el "techo de deuda" no se puede aumentar sin que los legisladores y el gobierno federal se pongan de acuerdo. Sin embargo, desde 2010 los republicanos dominan la Cámara de Representantes, mientras que la presidencia la ocupa el demócrata Barack Obama, decidido a reformar el sistema de salud norteamericano (Affordable Care Act). Los republicanos se niegan a incrementar el "techo de deuda", si el presidente no renuncia a su propuesta. Una pugna muy similar a la que ocurrió hace casi cinco siglos en España, cuando Felipe II gobernaba un extenso imperio y ejercía una influencia internacional que también le exigía endeudarse.
La Corona española conseguía crédito a corto plazo firmando anualmente contratos con los grandes banqueros alemanes y genoveses; y también a largo plazo, emitiendo títulos de deuda pública (juros). Mientras en los asientos, Felipe II abonaba intereses en torno al 12%, la mayoría de los juros rendían un 7%. Los niveles de inflación —la famosa revolución de los precios— se situaban entonces en torno al 1% anual. Estas cifras permiten entender por qué la mayor parte de la deuda del rey era doméstica. Un 9% del stock total de la deuda en 1575 estaba en juros. El nombre de este instrumento financiero significaba que el rey empeñaba su palabra en el pago de intereses, algo que durante su reinado se cumplió escrupulosamente, contribuyendo a ampliar su demanda, incluso a nivel internacional. La Corona española fue la primera en el mundo en alcanzar, ya en el siglo XVI, niveles de deuda doméstica similares a los que presentan hoy en día muchas economías modernas (en torno al 60% de su PIB).
La principal característica de la deuda pública castellana en el siglo XVI —como en la de Inglaterra del siglo XVIII— era su vinculación directa con los impuestos más estables (impuestos al consumo, monopolios y aduanas). El más destacado fue el equivalente a nuestro IVA actual (la alcabala), cuyo cobro y gestión estaba en manos de las ciudades. El mismo tesorero que cobraba el impuesto, pagaba los juros. Así se creó un vínculo entre quienes pagaban impuestos e invertían en deuda pública, algunos de los cuales eran los propios gobernantes de las ciudades y los primeros interesados en que todos los años se abonaran sus intereses.
La Corona logró en 1536 que las ciudades cobrasen la alcabala en su nombre, a cambio de entregarle a la Corona una cantidad fija todos los años (encabezamiento). Convertir en cupo el ingreso indirecto más importante del rey, en una economía en plena expansión, obviamente suponía limitar sus ingresos, pero tenía como ventaja que la ciudad se comprometía a pagar los intereses de la deuda, reforzando aún más la confianza de los inversores en los juros. La ventaja para las ciudades era obvia: se establecía una contribución fija y en dinero en un momento de expansión económica. La inflación supondría, a la larga, pagar menos impuestos. Las Cortes de Castilla fueron las encargadas de negociar con el rey la suma total de este cupo o encabezamiento, que básicamente permaneció invariable durante casi 40 años, salvo un pequeño incremento en 1562. En 1575 Felipe II alcanzó su "techo de deuda" y quedó imposibilitado para emitir más deuda pública. A diferencia de lo que ha ocurrido en EEUU esta semana, el rey y las Cortes no llegaron a un acuerdo.
Adelantándose al problema, a principios de la década de 1570 Felipe II solicitó un aumento de impuestos. Las Cortes recibieron su solicitud con enorme frialdad y concentraron sus críticas en los banqueros del rey. Si la Corona tenía problemas financieros, la solución no era subir impuestos, sino actuar contra ellos. A finales de 1574, Felipe II tomó la iniciativa y multiplicó por tres el encabezamiento. Las ciudades se sintieron traicionadas y trataron de impedirlo, desentendiéndose de la recaudación del impuesto. ¡El rey no estaba de parte suya, sino de los banqueros extranjeros! Felipe II accedió entonces a sus demandas y el 1 de Septiembre de 1575 suspendió el pago de sus obligaciones en los contratos con sus principales financieros. Por supuesto, los juros no se vieron afectados. Aquel otoño, muchos pensaron que le habían ganado el pulso a la Corona, pero la realidad demostró ser muy diferente.
Los banqueros del rey no eran más que intermediarios financieros. Captaban crédito en los mercados y en las ferias antes de prestárselo al monarca. A través de sus redes y correspondientes aceptaban depósitos (herencias, dotes, ahorros), o vendían letras de cambio entre los mercaderes, canalizando así dinero hacia la Corona. Cuando el rey dejó de pagarles, ellos tampoco lo hicieron a sus acreedores. Su dinero quedó atrapado. Por primera vez, las ferias de Medina del Campo, las más importantes del reino, dejaron de celebrarse. En 1576 quebraron los dos grandes bancos de Sevilla, la ciudad que monopolizaba el comercio con América. En Madrid y otras ciudades, muchos comerciantes fueron encarcelados por no pagar sus deudas. Otros se vieron enzarzados en costosos pleitos. Su ruina fue también la de las ciudades donde residían y hacían negocios. El daño causado se extendió a otros mercados internacionales a través de Génova y Flandes, afectando incluso a la propia Roma.
Paradójicamente, los únicos que no acabaron en la cárcel fueron los grandes banqueros del rey, a quienes Felipe II, poco después de publicar el decreto de suspensión, les concedió inmunidad ante cualquier tribunal de justicia, evitando así que les embargasen sus bienes. El rey no quería arruinarlos porque en breve los necesitaría de nuevo. En marzo de 1577 llegó a un acuerdo con ellos para abonarles todo lo que les debía, pero en lugar de firmarlo y restablecer los pagos, lo dejó aparcado. El rey siguió esperando.
La situación no se desbloqueó hasta noviembre de 1577, cuando las principales ciudades de Castilla aceptaron el nuevo encabezamiento, logrando que el incremento de las alcabalas se multiplicase sólo por dos. El acuerdo permitió que Felipe II incrementase su "techo de deuda". Un acuerdo duradero porque logró 20 años adicionales para poder seguir emitiendo deuda a largo plazo. Nada más firmar el acuerdo con las ciudades, Felipe II lo hizo con sus banqueros: abolió el decreto de suspensión y les abonó sus deudas. Los ahorradores accedieron de nuevo a sus depósitos, el crédito volvió a fluir entre los mercaderes y las ferias de Medina del Campo se reabrieron en 1578.
La vuelta a la normalidad no impidió que Castilla sufriera serias consecuencias por esta pugna entre los poderes ejecutivos y legislativos. Muchas ciudades comenzaron su decadencia, en la que arrastraron al resto de la economía castellana y, con el tiempo, a la propia Corona. La suspensión de pagos de Felipe II en 1575 no fue una quiebra, sólo formó parte de un plan para permitirle elevar su "techo de deuda". El rey no tenía problemas para pagar sus deudas, sino para seguir endeudándose.
No podemos adivinar el futuro, pero analizar el pasado con rigor nos debería ayudar a no cometer los mismos errores. La semana pasada los EEUU consiguieron aplazar el problema una vez más después de varias semanas de incertidumbre, pero el enfrentamiento sigue sin resolverse, prolongando así los temores que tendría una falta de acuerdo sobre la economía mundial.
Carlos Álvarez-Nogal Universidad Carlos III de Madrid
Christophe Chamley Paris School of Economics and Boston University
Christophe Chamley Paris School of Economics and Boston University
el dispreciau dice:
- el mundo se ha vuelto facilista, y sus líderes políticos, empresarios, militares, eclesiásticos, sociales, o de cualquier otra índole y/o factor, están tan atropellados por las urgencias del cúmulo de los temas no atendidos, que han aprendido a abordar cualquier solución, empleando la "teoría de los atajos", una teoría que suele conducir a ninguna parte, y peor aún, que suele demorar las verdaderas soluciones, esas que son en esencia inevitables... en lo personal, a esta conducta le llamaría estupidez humana, pero en realidad encaja mejor con la miseria humana... esto es actuar pensando que el que se va a "joder" será siempre el que viene por detrás... un "argentinismo" peligrosísimo, del que el mundo se ha nutrido sin medir sus terribles consecuencias.
- este mismo mundo "facilista" está orientado a partir de las "ciencias de las conveniencias", esto es ciencias que no son tales, pero que compran y venden conocimientos oportunistas que sirven para facturar para salir de cualquier coyuntura... patentando soluciones que no son tales... abusando de mentidas propiedades intelectuales... pero, peor aún, denigrando e insultando a las verdaderas ciencias, que están cayendo en el olvido, para dejarle lugar a todo inútil e inconsciente que viste a la raza humana por estas horas.
- Fukushima no se ha resuelto, más aún, se agrava minuto a minuto... pero nadie dice nada... los medios periodísticos corporativos no tienen periodistas capaces para dimensionar la gravedad de lo que está sucediendo, por ende, mira hacia el costado buscando alguna señorita que ande ligera de ropas y eleve el morbo social... al tiempo que la injusticia reinante destruye la esencia de los derechos humanos pulverizando decisiones jurídicas fundamentadas y fundamentales, cambiándolas por otras que habilitan a la libertad de asesinos, violadores, traficantes, y otros bárbaros que andan sueltos haciendo de las suyas con las vidas de los demás... ¿mal?, pésimo... evaporar la "doctrina Parot" es una nueva señal de la EUROPA MEDIEVAL en contra de la sociedad humana, augurándole los términos de un "remozado" nazismo... ¿grave?, peor...
- Chernobyl no se ha resuelto, más aún, está agravándose día tras días... pero otra vez, nadie dice nada... dado que el mundo está muy ocupado asistiendo a como todos se mienten a todos, como todos se traicionan a todos, como todos se espían a todos, y como esos mismo todos no hacen nada por nadie... que sirve...
- a alguien le sirve esto de la "teoría de los atajos"... no sabemos cómo resolver el drama creciente de los accidentes nucleares... pero dado que no se aprende de los errores, estos se reiteran sin solución de continuidad... dicho sea de paso, ya nadie se acuerda del daño que las explosiones nucleares de Francia produjeron en el Océano Pacífico... algo semejante a hacer estallar una bomba atómica en el patio de tu casa... pero todo está bien... y dado que Francia es un país con gente educada, que habla francés, está mejor aún... y del mismo modo de lo antes dicho, el periodismo deplorable de estas horas, se hace el burro ante las filtraciones radioactivas de muchas plantas nucleares que "pasan por alto" inspecciones acordadas... algo anda mal en el coco humano del poder... ¿idiotas?, más que eso... inmorales...
- los reinos están fundidos, lo sabemos... curiosamente, las democracias también lo están (fundidas), por impericia de partes... más tarde, las dictaduras están quebradas... las repúblicas también lo están... y hasta las anarquías van por la misma senda... lo que quiere decir que el sistema sobre el que sustentan no sirve, sin embargo insisten en ofrecer créditos para hipotecar los destinos de los inocentes y los humildes... nuevo error... ya no hay una Tenochtitlán para asaltar, ni otra Cuzco para depredar... lo que queda en la Tierra humana son recursos de mínima que están poniendo en tela de juicio la continuidad de la existencia de la raza humana como tal... ¿verdad?, inapelablemente cierto... ¿pero a quién le importa?...
- en realidad lo que está en quiebra es la moral humana, por carencia de humanismos, por omisión de las éticas, por desprecio a las filosofías... y ello es mucho más grave, porque se enaltece la perversidad de los perversos, el cinismo de los cínicos, la hipocresía de los hipócritas, conductas que nunca suman y siempre restan... cuando la inmoralidad reemplaza a la moralidad, el ser humano se vuelve un depredador equivalente a un Tiranosaurio... come cualquier cosa que se le cruza... pero no piensa, y por ende, tampoco produce nada que sirva a la sociedad a la que pertenece, mal que le pese.
OCTUBRE 24, 2013.-
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