domingo, 4 de agosto de 2013

DE MERCADOS, FRIVOLIDADES Y PRECIPICIOS ► “Un sistema financiero sin control nos lleva al precipicio” | Internacional | EL PAÍS

“Un sistema financiero sin control nos lleva al precipicio” | Internacional | EL PAÍS

VOCES ALTERNATIVAS | SUSAN GEORGE

“Un sistema financiero sin control nos lleva al precipicio”

La presidenta de honor de Attac, que lucha por regular los mercados financieros, cree que la austeridad es una patraña


Susan George, fotografiada en su vivienda. / DANIEL MORDZINSKI

Susan George se levanta de la elegante mesa de madera de su silencioso apartamento parisiense, taza de té en mano, y se acerca a la biblioteca. Rebusca entre sus libros. Entresaca El Minotauro global,del economista griego Yanis Varoufakis. “Aquí está”, dice, satisfecha. “Pero esto solo es para yonquis interesados en las finanzas, como yo”, bromea. Sí, el mundo de las finanzas. Una de sus obsesiones, uno de sus caballos de batalla. La politóloga, filósofa y escritora norteamericana, afincada en París desde 1954, lleva toda la vida luchando, agitando conciencias. En los noventa lo hizo desde Greenpeace. Entre 1999 y 2006, como vicepresidenta en Francia de la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda al Ciudadano, organización que promueve el control de los mercados financieros. “Más vale que pongamos bajo control a estos locos”, dice en alusión a los banqueros en un momento de la entrevista, “¡hacen lo que quieren y los Gobiernos les animan a seguir haciéndolo!”.

A sus 79 años, Susan George es una mujer elegante y cultivada que habla desde la indignación. Exclama constantemente. Una especie de sistemático “¡será posible!” late bajo sus afirmaciones cuando analiza cómo funciona la sociedad en la que vivimos.

Con esa visión panorámica que le otorga su recorrido vital, la autora de El informe Lugano II (editado por Deusto) clama su verdad frente a un mundo que avanza, en su opinión, en dirección equivocada.

Pregunta. ¿Qué está pasando en este mundo en el que vivimos?
Respuesta. ¿Dispone usted de tres horas? Bueno, es relativamente simple. Hemos permitido al capitalismo hacerse, virtualmente, con cada aspecto de la existencia humana; tenemos un sistema financiero que está completamente fuera de control, y ninguna autoridad parece querer controlarlo; hay una carrera entre las compañías multinacionales para hacerse con los recursos que quedan, ya sea energía, comida, tierra, agua, metales, oro... Y hace 10 años parecía que se estaba produciendo una toma de conciencia ecológica, pero eso parece haber desaparecido completamente.

P. ¿Y cómo explica usted la crisis en la que nos hallamos inmersos?
R. Tenemos una crisis generalizada, una convergencia de varias crisis: la financiera, la de la creciente desigualdad engendrada por el capitalismo y la ecológica. Hay una crisis alimentaria y de agua que afecta cada vez a más gente, no solo a aquello que llamábamos el Tercer Mundo, también a los países ricos. Y por encima de todo ello está la crisis de la democracia: autoridades ilegítimas que no han sido elegidas por los ciudadanos son las que crean las reglas del juego. Hacia eso camina el mundo, y no es una dirección demasiado bella…

Hemos permitido al capitalismo hacerse, virtualmente, con cada aspecto de la existencia humana”
P. En su libro Sus crisis, nuestras soluciones, escribe usted: “La mayoría de las personas no necesitan más pruebas, ven perfectamente que el sistema no funciona ni para ellos, ni para sus familias, amigos o país”.
R. Bueno, depende de para quién. Para el 1% del 1% funciona. Y ese 1% del 1% ha decidido, desgraciadamente, que debemos tener desempleo, austeridad, sufrimiento de la población y pérdida de aquello que la clase trabajadora conquistó a lo largo de los últimos 50 años.

P. ¿El 1% del 1% es lo que usted denomina como “el grupo de Davos”, los poderosos del mundo que se reúnen cada año en la localidad suiza? ¿Son ellos los que deciden realmente, o eso es una teoría conspirativa?
R. No, yo no creo en conspiraciones, yo creo en el manejo de las situaciones en favor de determinados intereses. No es que ellos se reúnan y digan: “Bueno, vamos a derribar los derechos que la gente ha conquistado en los últimos 50 años”. No, ellos se reúnen y dicen: “Tenemos demasiadas cargas sociales; hemos ganado 10 puntos del PIB en los últimos años y ahora queremos otros 10”. Se trata de una convergencia de intereses. Luego la ideología neoliberal genera ideas que la gente se acaba creyendo, como esa que tanto se ha escuchado en España de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. ¡Eso es una tontería!


Reflejo de la activista en su casa. / DANIEL MORDZINSKI

P. ¿Podría explicar por qué es una tontería?
R. El Estado español no pidió prestado para mejorar la educación, la sanidad, la cultura o cosas que beneficiaran a la población en general; pidió para salvar al sistema bancario tras la crisis inmobiliaria. España no estaba tan endeudada antes de la crisis. Proporcionalmente, estaba menos endeudada que los virtuosos alemanes, que son los que han sacado uno de esos números mágicos que aparecen en el Tratado de Maastricht: hay una cifra, el 3%, que marca el límite de déficit que los países no deben superar; la otra indica que no hay que endeudarse en más de un 60% del PIB. Nadie sabe de dónde vienen esas cifras; del Bundesbank, probablemente; pero ¿por qué es un 3% en vez de un 4%, o un 60% en vez de un 65%? Son cifras arbitrarias que además han sido rebatidas. Hace poco el FMI dijo que nos equivocamos con el rescate griego. La ATTAC ha publicado un estudio que muestra que de los 200.000 millones de dólares (153.000 millones de euros) que se entregaron a Grecia, el 77%, al menos, fue a parar a los bancos. Todo eso está basado en ideología. El sustento de la austeridad es una patraña. Sí, una patraña matemática y económica.

P. ¿Y qué habría que hacer para reinventarse el mundo?

La humanidad se está yendo a tomar viento por las demandas de capital de un sistema productivo estúpido”
R. Lo primero es poner el sistema financiero bajo control. Está operando conforme a sus propias reglas y nos va a llevar más allá del borde del precipicio. Los banqueros usan un lenguaje que los líderes políticos quieren creer, o no comprenden, no sé. Pero el caso es que acaban haciendo lo que les viene en gana. Y no serán penalizados, ni irán a la cárcel, ni serán multados; seguirán haciendo locuras.

P. ¿Son ellos los que detentan el poder real?
R. Sí, claro. Podríamos tener carteles electorales en las calles que digan: “Vote a Goldman Sachs, ¡elimine al intermediario!”. La banca es demasiado grande para quebrar, demasiado grande para que encarcelen a sus responsables; si es así, ¡es demasiado grande para existir! Mejor sería que por un lado estuviera la banca minorista, y por otro, la banca de inversiones, no las dos bajo un mismo techo. Y si la banca de inversión quiebra, que quiebre, ¡pero que no jueguen con nuestro dinero!

P. ¿Y qué más habría que hacer?
R. Una vez controladas las entidades financieras, obligar a los bancos a contribuir a la transición verde. Esta es la idea central. Eso, además, permitiría crear empleo. Hay que controlar a la banca para que la gente no pierda sus ahorros, sus seguros, su salario… [RISAS]Probablemente[/RISAS] la gente esté más interesada en que se controle a estos bastardos por estos motivos. La otra razón es que hay que construir una sociedad sostenible, hacer la transición verde en transporte, hogares, agricultura. La humanidad se está yendo a tomar viento por las demandas de capital de un sistema productivo estúpido, mal organizado, que permite tremendas desigualdades. Tenemos que parar el calentamiento tan rápidamente como podamos; salvar las pequeñas granjas, dar la producción de alimentos a pequeños agricultores ecológicos… Hay que buscar la manera de sobrevivir. Estamos hablando del futuro de la humanidad. Ninguna generación en la historia, desde el Homo sapiens, ha estado enfrentada a un problema de semejante magnitud. Los Gobiernos miran a otro lado, los presidentes de las empresas piensan que esto ocurrirá cuando ellos ya no estén aquí… El capitalismo es un sistema que no permite pensar a largo plazo.

Cuatro propuestas

  • ¿Una voz alternativa que debería ser escuchada? “Herman Daly, autor de Para el bien común. Hay libros de ecología muy interesantes, como este, que datan de los años ochenta”.
  • ¿Una idea o medida concreta para un mundo mejor? “Controlar a los poderes financieros y conseguir que los bancos financien la transición verde. Se están poniendo parches en el sistema financiero y no se coge el toro por los cuernos”.
  • ¿Un libro? The spirit level: why more equal societies almost always do better (Estado de ánimo: por qué las sociedades igualitarias casi siempre van mejor), de Richard Wilkinson y Kate Pickett. “Reducir la desigualdad es lo mejor que cualquier Gobierno puede hacer, y eso queda de manifiesto en este libro”.
  • ¿Una cita? “Los que vienen al mundo para no cambiar nada no merecen ni atención, ni paciencia” (René Char, poeta francés).
Susan George suelta su larga parrafada consciente de que acaba de encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que quería explicar. Considera que es fundamental profundizar en nuevas formas de democracia participativa. “La democracia está aplastada por la especulación”, dice, “y los ciudadanos pueden hacer muy poquita cosa con un simple voto”.

Su análisis se vuelve sombrío cuando sobrevuela Europa. Sostiene que la idea que guía a la Unión Europea es la de las grandes bondades de la privatización. “Acabaremos con un régimen extremadamente cruel; un régimen de las grandes multinacionales no se va a preocupar demasiado de la población. Excluirán a la gente como nunca se ha hecho hasta ahora”. También le preocupa el ocaso del Estado de bienestar. “El año que viene cumpliré 80 años y no quiero morir en una Francia gobernada por el Frente Nacional”, espeta.

P. ¿Y cree que eso puede suceder?
R. Creo que están preparando la cama para los fascistas, les están preparando el bulevar. Mire Aurora Dorada en Grecia. ¡Eche la vista atrás, a los años treinta! Hitler fue elegido, no lo olvidemos. En el caso italiano, hubo un golpe, pero Mussolini gozaba del apoyo de buena parte de la población; y Berlusconi no está muy lejos de Mussolini.


el dispreciau dice: las corporaciones han errado el camino, dicho yerro comenzó en los ochenta, a mediados o fines del dicha década, y desde entonces han fabricado precipicios reales para las gentes y otros virtuales para estimaciones falsas, que han derivado en daños dramáticos para las sociedades involucradas... el facilismo de los negocios financieros en desmedro de los productivos, implican fabricar errores a escalas geométricas... primero se empuja a las gentes hacia afuera de un sistema, luego se las echa de una sociedad, más tarde se la sume en la pobreza, a efectos de que la marginación se traduzca en indigencia, luego en aislamiento y finalmente, esa persona, con su futuro ya hipotecado y consumida por la frustración, termine obsequiando su dignidad, o bien suicidándose... este escenario inventado por los genios de las finanzas, amparados en las falaces recetas de los oportunismos delincuenciales del FMI, han colocado a la humanidad de rodillas ante mercados virtuales, donde los productos se producen para pocos suficientes, en contra de los verdaderos intereses y necesidades de los muchos (todos). Este sistema de deudas públicas sin gastos sociales genuinos, o bien con gastos sociales condicionados, han conducido a la humanidad a un precipicio que no es otra cosa que un acto de terrorismo de estado, y cuando terrorismo de estado me refiero a cualquier daño que un estado político, amparado en razones meramente corporativas, pueda infrigir a una sociedad... sucedió en la Argentina, pero no únicamente aquí, también se ha hecho lo propio en Europa, en el África, en el Asia, y hasta en los recónditos recovecos de la supuesta democracia mayor (USA) donde unos pocos, han hecho lo que se les ha antojado con la vida de los muchos, siempre en nombre de la república. Así como el Vaticano ha vivido a costillas de los pobres durante mil años, imponiéndoles fundamentalismos inaceptables (mujer objeto, hombre patrón, violadores con sotanas, condicionamientos sexuales, lujurias, adulterios y otras yerbas), también han construído un mundo financiero paralelo esencialmente dañino, que se revela en la insistencia de generar a pobres a cambio de mentidas salvaciones de almas en el mundo paralelo... "iluminados" por estas razones, el mundo financiero creado a partir de las "inteligencias" de Bruselas, han procedido de manera semejante, enseñando a sus socios industriales a producir pobres y despreciados, y a no dar importancia al "producto necesario"... ese que se demanda sin necesidad de lavados de cerebro publicitarios... el daño consecuente ha sido infinitesimal... se han contaminado los aires, las aguas, los suelos, y hasta los fuegos, poniendo en tela de juicio la subsistencia humana en la Tierra. Sucede que por estos días, la humanidad está supeditada a las ocurrencias de los mundos financieros en países que se dicen desarrollados, pero que en verdad contienen a sociedades enfermas de poder concentrados en pocas familias que manipulan variables a efectos de esclavizar a sus prójimos. ¿Sirve?... sí a ellos, no a la humanidad... porque el mundo se convierte en un escenario salvaje donde todos se devoran a todos por algo que finalmente nadie se llevará, ya que vienes desnudito... y te vas desnudito. Los bancos y sus financieras, y sus monedas, ya no tienen razón de ser ni de existir... los estados están obligados a proteger a sus ciudadanos mientras curse su presencia en la vida... hogar... vestimenta... educación... salud... cultura... transporte... recreación... socialización... creación... son derechos inalienables que no pueden ser adecuados a razones políticas de estado alguno, mucho condicionados por argumentos corporativos que usan y abusan de las personas, haciéndoles creer que sos números que responden a los antojos de un idiota que vive alejado de cualquier realidad. En verdad ese idiota es el verdadero terrorista que afecta con atentados mediáticos a la vida de los humildes y los inocentes, tomando ventaja efímera de necesidades que derivan en frustraciones insoportables, y peor aún, crecientes bajo un efecto multiplicador que sostenga el daño con vistas a futuro. Estados ausentes y accionistas terroristas ya no tienen espacio en la humanidad... ya que, o se crea un sistema equitativo para todos, con alto nivel de inclusión social... o la humanidad se transformará en fósiles al modo de dinosaurios que se comieron unos a otros hasta exterminarse... por hambre. AGOSTO 04, 2013.-

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