miércoles, 12 de agosto de 2015

ARGENTINA INUNDADA

el dispreciau dice: queda claro que la inacción política viste a intendentes (alcaldes) y gobernadores... agregándose que a la clase política poco le importan las gentes y sus emergencias, y yendo más allá, tampoco le importan las gentes y sus genuinas necesidades...

ni gobernadores ni intendentes enseñan preocupación alguna por la catástrofe climática y sus afectados, porque en verdad todos ellos están en campaña y sus ojos no son suficientes para ver la realidad que los rodea, más aún, es común que se entienda que la realidad, para ellos, no significa absolutamente nada...

queda en evidencia, también, que no existen protocolos de catástrofes de índole alguna (no climáticas, no sísmicas, no de accidentes, no de ninguna índole) y que cada quien hará lo que pueda según su voluntad y según su esfuerzo, asumiéndose que la clase política permanecerá al margen de cualquier víctima, de algunas víctimas, de muchas víctimas o de todas las víctimas, dejando en claro que el poder es supremo y que el resto no califica para salvación alguna, ya que para ello están los ángeles y los santos, y si ellos no salvan... es problema de las víctimas... traducido, la clase política es impresentable... y demuestra serlo una y otra vez, como para que a nadie le queden dudas...

los argumentos de las inversiones y las obras, y todos los discursos concomitantes que no conducen a ninguna parte y mucho menos a ninguna solución, demuestran ser tan vacíos como lo son los rostros de quienes los pronuncian... 

el cambio climático es una realidad, y tanto intendentes (alcaldes) como gobernadores, demuestran que mientras no sean ellos las víctimas, todo lo demás está adecuadamente bien, y está debidamente justificado... ya que las gentes comunes (mortales), habitualmente deben "joderse" y punto...

de cara a las tristes elecciones presidenciales de Octubre 2015 queda claro quién interpreta qué rol... léase, los candidatos no prometen nada a sabiendas que jamás cumplirán con algo, y al mismo tiempo, esos mismos candidatos insisten en improvisar y no tener nada para ofrecer, lo cual proporciona una imagen tan dantesca como insoportable, que recuerda las lamentables conductas de la década infame, donde ningún estado se hizo cargo de nada y donde la Argentina fue arrasada a satisfacción de pocos y para beneficio de muchos menos, que aún hoy se siguen riendo a espaldas del pueblo, cada vez más descreído...

sería bueno preguntarse, qué mentira nueva urdirán los candidatos de cara a lo que viene... esto es más catástrofes, más despreocupación, menos ocupación, más discursos que no resuelven nada... más gentes perjudicadas, más lavadas de manos, más caras compungidas, más explicaciones inexplicables...

Argentina está atrapada entre la soberbia y el cinismo... y las horas por venir muestran que las horas serán cada vez más amargas, ya que los intendentes no califican... los gobernadores no califican... y los aspirantes al sillón supremo, tampoco... Argentina, definitivamente, no es una lancha de competencia... tampoco es Boca Juniors... y tampoco es el Club Atlético Tigre... o lo que es lo mismo, la sociedad argentina deberá asistir al crecimiento social de las barras bravas, así como deberá asistir a un nuevo atropello devaluatorio gestado por los "propietarios" ocultos de una república cada vez más depreciada... 

las supuestas y mal llamadas autoridades de Argentina... siempre nivelan hacia abajo... y las muestras están a la vista de quien lo quiera ver... y de tanto nivelar hacia abajo... la ignorancia ya viste el abismo... y dentro del vacío, está toda una sociedad que sigue sin aprender sus lecciones, comenzando por la clase política, cada vez más cínica, hipócrita y soberbia... AGOSTO 12, 2015.-

todos aquellos que pretenden endosarle culpas a Cristina Fernández, debe comprender que el poder presidencial... apenas si tiene una dosis menor del mismo (poder) ya que sólo accede al 20% de las decisiones... siendo que el resto es patrimonio delincuencial de intendentes (alcaldes) y gobernadores, acostumbrados a no hacer nada por nadie, desde siempre.

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