sábado, 28 de marzo de 2015

TAPAR EL SOL CON LAS MANOS ▼ Argentina deja de contar pobres | Internacional | EL PAÍS

Argentina deja de contar pobres | Internacional | EL PAÍS



Argentina deja de contar pobres

El Gobierno ya no mide la pobreza porque dice que es “complejo” y “estigmatizante”

Es el único país latinoamericano sin estas cifras





Una niña recoge vasos de plástico en un vertedero. / ENRIQUE MARCARIAN (REUTERS)


El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, se metió este jueves en un berenjenal en una entrevista en una emisora de radio. Le preguntaron por qué su Gobierno, el de Cristina Fernández de Kirchner, había dejado de medir en 2014 el porcentaje de pobres en la población. Entre 2007 y 2013 sus cifras habían sido criticadas por subestimar el fenómeno. Y entonces Kicillof, economista autodefinido como keynesiano y excatedrático de marxismo en la Universidad de Buenos Aires, respondió: "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante". No tardó en encenderse la polémica con la oposición.
El jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, lo defendió este viernes, en su habitual diálogo con la prensa en la acera de entrada a su oficina: "Definir si un número más o menos me define cuál es la cantidad de pobres... no es la tarea del Gobierno la cantidad. La tarea del Gobierno es ocuparse del hombre y de la mujer de carne y huesos con sus hijos, de un país federal, que tiene que encontrarle respuesta a su gente". El ministro de Economía concedió al mismo tiempo una entrevista a otra radio para aclarar: "Tomaron una declaración suelta y armaron una campaña contra mí y contra el Gobierno".
Kicillof citó este viernes las discusiones que existen en el mundo académico acerca de cuál es la mejor manera de medir la pobreza. "Hay un montón de indicadores de pobreza porque el fenómeno es complejo. En ningún lado del mundo se mide con un solo número. Por ejemplo, la pobreza estructural está relacionada con las necesidades básicas insatisfechas, que obvio que la ultramedimos en cada uno de los censos [de población cada diez años]. O la mortalidad infantil", argumentó el ministro.
Argentina es el único país de Latinoamérica que ha dejado de medir el porcentaje de personas con ingresos menores al nivel necesario para evitar la pobreza. Este viernes, en lugar de referirse a estigmas, Kicillof explicó que su país ha dejado de medirla por lo "complejo" de hacer converger el índice de precios al consumidor (IPC) de Buenos Aires, que era el que se medía hasta 2013 y que subestimaba por lo menos en un 50% la inflación, y el nuevo IPC nacional, que comenzó a regir en 2014 y que, según la oposición, aún arroja una cifra 33% menor a la real.



"No hay duda de la reducción de la pobreza en estos 12 años", se refirió Kicillof . La duda es qué ocurrió en el segundo Gobierno de Fernández



No hay duda de la enormereducción de la pobreza en estos últimos 12 años", se refirió Kicillof a los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su sucesora y viuda (desde 2007). El ministro tiene razón en ese sentido: la pobreza ya no afecta al 49,7% de la población, como en 2003, sino quizá a un cuarto de ella. La duda se instala en qué ocurrió en el segundo Gobierno de Fernández, desde 2011 en adelante.
El Centro de Investigación y Formación de la rama kirchnerista de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), donde ejercían actuales funcionarios del equipo de Kicillof, ha descreído las estadísticas oficiales desde 2007, pero admite un descenso del 20,1% en 2011 al 17,8% en 2013, muy por encima del 4,7% que calculó el Gobierno. Los trabajadores que se opusieron a la intervención gubernamental en el Instituto Nacional de Estadística estiman que la cantidad de pobres se elevó del 18,2% en 2011 al 25,5% en 2014, año de la devaluación del peso. La Universidad Católica Argentina (UCA) también advierte sobre una subida, del 22,9% al 25,6% en 2013. Agustín Salvia, investigador de la UCA, atribuye el presunto aumento al impacto de la inflación en los empleados en la informalidad y en los que trabajan por cuenta propia en la economía sumergida.


el dispreciau dice: la pobreza no es un patrimonio de la Argentina, es una consecuencia directa del sistema perverso que domina todos los horizontes del planeta humano... responsabilidad que comienza y termina en los desatinos políticos y económicos de la desunión europea transformada en euro quebrado... responsabilidad que comienza y termina en las impericias negligentes de Bruselas y sus recetas caducas que siguen vigentes, hipotecando el futuro de un mundo humano descartable según el antojo de pocos, políticos, economistas de medio pelo, militares sin neuronas, y corporaciones de intereses dinosaurescos que suelen no ver más allá de sus narices... ninguno de los nombrados se caracterizan por sus capacidades para leer las señales de las sociedades transcurriendo sus realidades... y la realidad enseña que los pobres, los marginados y los indigentes son cada vez más, a pesar de los discursos, a pesar de las sonrisas, las fotos, las medallas, los besos y los aplausos... tanto es así, que la Tierra humana es hoy un vertedero repleto de gentes buscando basuras que le salven el destino por un día más, algo que además de ser un delito de lesa humanidad sin jurisdicción de justicia alguna, es un desprecio globalizado desde los estados ausentes hacia la condición de personas, de gentes, que carecen de derechos tanto como carecen de acceso a cuestiones elementales que hacen al hecho humano en sí mismo...

Así como no se puede tapar el SOL con las manos, tampoco es bueno desconocer la realidad que rodea a cualquier gobierno...

Cristina se ha caracterizado, tanto para bien como para mal, en romper moldes preconcebidos... en este caso parece no favorecerle el pretender negar la realidad evidente, que no es de su responsabilidad, ya que mucha culpa tienen las pseudo empresas que dicen dar trabajo pero en verdad ocultan esclavismos recurrentes... también los intendentes, siempre socios en la delincuencia de las pobrezas convenientes que les sirven de votos cada vez que se habla de una deformada democracia... también de gobernadores que se creen patrones de estancias donde los peones no superan la categoría del ganado, con la única diferencia que los peones hablan mientras el ganado calla... como sea, todo contribuye a que la pobreza abunde y ya se esté volviendo incontable, según los preceptos de los infames años noventa y las recetas del imperio aliado, medieval para lo que le conviene, y nazi para los otros, nunca para los propios...

los pobres, entre los que me incluyo, forman parte del paisaje que nadie considera y nadie registra... y ello, aunque moleste o duela, también es una forma de injusticia social. MARZO 28, 2015.-

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