miércoles, 13 de agosto de 2014

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Un hospital sin batas blancas | Planeta Futuro | EL PAÍS



¿ESTÁ LA RESPUESTA A LA MORTALIDAD INFANTIL EN UN POBLADO DE LA INDIA? (5)

Un hospital sin batas blancas

Los tribales son el grupo de castas más bajas de India. Suman casi cien millones de personas. Uno de los objetivos de los doctores Bang en su proyecto de Shodhgram es que reciban atención médica adecuada. Pero ellos rechazan acudir a los hospitales. Así lo consiguieron





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Manish y su padre duermen en su habitación del hospital de Search. / SERENA DE SANCTIS


Desde su poblado de Shodhgram, en el centro de la India, el equipo deSearch, liderado por los doctores Abhai y Rani Bang, ya habían desarrollado un método para reducir las muertes de bebés en los países en desarrollo. También habían publicado dos estudios sobre pulmonía infantil y problemas ginecológicos en mujeres en la India rural que habían influido en la agenda global sobre salud pública. Pero faltaba algo mucho más cercano: ofrecer cuidado médico a la población tribal, que vivía aislada y apenas salía de sus aldeas.
Los Bang acudieron a los poblados tribales a hablar con sus habitantes. ¿Por qué eran tan reacios a acudir a hospitales convencionales? La población tribal se quejaba de que los centros sanitarios eran lugares grandes y complicados cuyo funcionamiento no comprendían. Además, estaban llenos de gente con batas blancas, pero los tribales vestían de blanco los cuerpos de los muertos antes de enterrarlos. ¿Cómo se podía mejorar de una enfermedad en un lugar donde la gente vestía como los muertos? La respuesta de Search: su hospital sería un lugar sencillo, cuya construcción recordaría a las casas tribales, y los doctores no llevarían batas blancas.
Pero aún había más. En las aldeas tribales, la familia acompaña y ayuda al enfermo durante su dolencia. En los hospitales convencionales, sin embargo, los familiares no eran bienvenidos y se tenían que marchar y se perdían en la ciudad. O solo podían ver a los pacientes durante unas horas determinadas, pero los tribales no tenían ni saben de relojes. Además, el proceso de curación siempre ocurre bajo la mirada de un dios, y en los hospitales no había dioses. De acuerdo, dijeron los Bang, nuestro hospital podrá alojar también a las familias y estará presidido por la diosa tribal Danteshwari.
La población tribal, satisfecha, se ofreció voluntaria a construir enShodhgram varios kutis, pequeñas casas tradicionales que servirían para alojar a pacientes y familias. El resultado fue un hospital modelado según las aldeas tribales que abrió en 1994. La sala de registro y de espera del centro recuerda a un ghotul, una cabaña que en las aldeas tribales sirve para que esperen los visitantes. Solo tiene una planta y una estructura sencilla donde las consultas se reparten alrededor de un patio con árboles y bancos. Y la diosa Danteshwari está en una pequeña capillajunto a la entrada de Shodhgram y ha probado ser útil. "Si les dijéramos que las enfermedades están causadas por gérmenes, nos dirían que dónde están, ¿quién los ha visto? Pero si les decimos que Danteshwari quiere que estén limpios y les pide que se vacunen, entonces sí lo aceptan", recuerda el doctor Bang.
Hoy, el hospital de Search abre unos 360 días al año y tres médicos, incluyendo a Rani Bang, que es la directora, y otros dos formados en una disciplina que en la India combina la medicina moderna con la tradicional, realizan unas 25.000 consultas al año. Están asistidos por tres enfermeras y otras seis asistentes de enfermería que, junto con parte del personal técnico, son gente de la zona formada por Search.

SERENA DE SANCTIS
Los pacientes pagan 10 rupias para registrarse (unos 12 céntimos de euro) y tienen acceso a todas las consultas necesarias. Si necesitan pruebas de laboratorio, pueden acabar pagando unas 60 o 70 rupias más (entre 75 y 85 céntimos, y las medicinas que les receten las pueden comprar en la farmacia del hospital que solo vende productos genéricos y de bajo coste. Cuando un paciente ha de quedarse ingresado, el coste diario es de 75 rupias (unos 90 céntimos). Si tiene que comprar alguna medicina, el total puede ascender a unas 100 rupias por día (unos 1,20 euros). Si parte de su familia también se aloja en el hospital, el coste de las comidas es de 20 o 25 rupias por persona y ración (entre 25 y 30 céntimos), o la gente puede llevar sus propios alimentos y cocinárselos allí. En un hospital público el precio total sería el doble o el triple, y en un centro privado podría llegar a ser entre 10 y 20 veces más, según el propio personal de Search.
Pero no solo los costes para los pacientes son menores que en los demás hospitales. "Nadie viene a trabajar aquí a no ser que esté realmente motivado", comenta Yogesh Kalkonde, el jefe médico. Su historia y la de su mujer recuerda a la de los Bang: después de realizar una investigación posdoctoral en Houston, en Estados Unidos, decidieron regresar a la India e instalarse en Shodhgram, donde hoy el mayor sueldo posible es de 30.000 rupias (unos 370 euros). Como comparación, un médico en un centro de salud primaria en un poblado cobra unas 48.000 rupias (unos 600 euros). Un especialista en un hospital en una ciudad cobraría bastante más.
El hospital de Search combina la medicina moderna con la tradicional


Cada año, el hospital de Search organiza varios campamentos de cirugía y el precio de las operaciones va de 2.000 a un máximo de 5.000 rupias (entre 25 y 60 euros), que incluyen la cirugía y una estancia de 10 días para el paciente. En un centro público de sanidad, el coste total sería de entre 5 y 10 veces más. En un hospital privado, el precio sería muchísimo mayor.
"Es mejor aquí [en Shodhgram] que en un hospital público", asegura Dutta Tumram, de 23 años y de una aldea tribal. "Las instalaciones son mejores, si llamamos a un doctor normalmente viene de inmediato, y aquí uno se siente como en casa, es un entorno mejor". Ella y su marido Manesh, de unos 30 años, llevan varios días en el hospital con su hijo Harsh, de año y medio y que ha sido operado de hernia congénita. Después de la operación el niño no dejaba de llorar y uno de los médicos le diagnosticó pulmonía e inició el tratamiento de inmediato.
No solo el hospital, sino todo Shodhgram está construido en parte inspirado por una aldea tribal. "Diseñar Shodhgram me llevó dos o tres años, mi esfuerzo era intentar combinar Sevagram, el poblado de Gandhi, con una aldea tribal", describe hoy el doctor Bang. "Donde uno tuviera el tipo de ambiente que había en el poblado de Gandhi, que te inspiraba a alzarte más allá de tu cuerpo, pero que al mismo tiempo un tribal no se sintiera fuera de lugar".

Investigar para servir a los pobres

Con el objetivo de conferir “Aarogye Swaraj” (autonomía de la salud) a los poblados, el trabajo de Search no se limita al hospital. Los Bang y su equipo han realizado investigaciones médicas y organizado campamentos sobre la salud sexual y el consumo de alcohol y tabaco de la población local que luego pueden encontrar aplicación médica más allá de Gadchiroli.
El prestigio de Search y los Bang ha atraído, además, a investigadores como Bhupendra Kosary, un joven de 27 años que trabajaba en Chennai, la antigua Madrás, en la industria del turismo sanitario, en auge en la India. Bhupendra acabó disgustado por la enorme diferencia entre los cuidados médicos que se podían permitir ricos y pobres. Dejó su trabajo y, buscando organizaciones que trabajaran en el acceso de los pobres a la salud, encontró Search. "Pensé que mi sueño se había hecho realidad aquí", cuenta con timidez en la sala de investigación en Shodhgram, donde un retrato de Gandhi observa los escritorios, ordenadores y libros repartidos por la sala.
Shodhgram se ha rodeado de una aureola que atrae a quienes quieren cambiar de vida o ir como voluntarios. Una de ellos es Varsha Kadam, una ingeniera informática de 40 años que nació y creció en Mumbai. Varsha llevaba tres años colaborando con ONGs que trabajan con pacientes de cáncer, pero se sentía frustrada y quería colaborar con una organización que intentara dar autonomía a los pacientes. "[El doctor Bang] consiguió que estos poblados fueran independientes, eso es lo que me gusta de Search", comenta en uno de los comedores de Shodhgram, pensado para los trabajadores más jóvenes, aún solteros, y los visitantes.
Varsha dejó atrás su vida urbana en Mumbai y se comprometió a trabajar como voluntaria durante un año en Shodhgram, adonde llegó en enero. "Soy una chica de ciudad, al principió me asustó Bodhali [uno de los poblados de la zona], aseos comunes, todas esas cosas, fue duro, me estoy adaptando poco a poco", dice con timidez. “Es muy difícil, vivir y trabajar [en estos poblados], yo siempre había trabajado en entornos corporativos, con aire acondicionado… Ahora entiendo lo que es que alguien tenga que trabajar duro durante cuatro meses bajo el sol, poniendo todo su esfuerzo todo el tiempo". En Gadchiroli hace calor todo el año y en los meses más cálidos, mayo y junio, la temperatura se acerca a los 50 grados.


La doctora Bang examina a una paciente. / SERENA DE SANCTIS
Shodhgram es una lugar particular en el que llaman la atención el silencio y la calma que se respira en todo momento. Sus habitantes caminan tranquilamente por los caminos limpísimos, rodeados de árboles y pájaros, y hablan en voz baja. Parece que aquí el estrés no tiene sitio, un cierto sentimiento de paz emana del lugar y de las personas. Esta sensación es también resultado del enorme contraste entre Shodhgram y los poblados de alrededor, sucios y ruidosos, sin apenas agua corriente ni saneamientos, con cortes de electricidad constantes y donde la gente ha de trabajar duro para poder sobrevivir. Hasta el calor es más llevadero en Shodhgram, donde la luz blanca del sol es tamizada por la cubierta verde de los árboles, mientras que en los poblados el sol cae sin piedad.
Pero esta vida no es apta para todo tipo de personas. Una estudiante de enfermería que está pasando unos días en Shodhgram junto con varias compañeras, como parte de las prácticas de uno de sus cursos, confiesa en voz baja durante una conversación informal que está harta y aburrida y que solo quiere marcharse de allí. Por otro lado, la excepcionalidad de esta aldea también significa que alguien que la visitara y no fuera a los otros poblados podría llevarse una impresión equivocadamente bucólica de la vida rural en esta parte de la India.
Es en el contexto de este entorno, para algunos idílico y para otros tedioso, y de esta vida comunal de personas dedicadas fervientemente al servicio de los pobres, que la intervención contra la mortalidad infantil de Search logró unos resultados tan espectaculares. Una de las causas de que la aplicación del modelo de los Bang a contextos más amplios esté chocando con dificultades prácticas, además de los problemas de escala, es que idealmente se necesitan personas tan preparadas, motivadas y dedicadas como el equipo de Search, algo más difícil de encontrar entre los funcionarios de Gobiernos como el de la India y de otros países.
Un lugar que no podría ser más diferente a Shodhgram es Delhi, la capital de la India. Una ciudad enorme, de unos 22 millones de habitantes, que sigue creciendo rápidamente, de contrastes tremendos entre la riqueza de unos pocos y la pobreza de la mayoría. Y es en las zonas pobres de ciudades como esta, en sus barrios de chabolas, donde la mortalidad infantil va a seguir presentando batalla.
Ese es el quinto de una serie de seis capítulos titulada "¿Está la respuesta a la mortalidad infantil en un poblado de la India?". Cada martes publicaremos una nueva entrega.
Los gastos de realización de este trabajo ha sido cubiertos gracias a una subvención del European Journalism Centre, financiada por la Bill & Melinda Gates Foundation. Los reportajes han sido elaborados con completa independencia editorial.

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